Los excesos del verano también afectan a la salud intestinal de los perros
Con la llegada del verano y las vacaciones, cambiamos por completo nuestros hábitos y también, el de nuestras mascotas. El cambio de horarios, las comidas, el agua y las altas temperaturas son factores que influyen en el bienestar de los perros. Durante este periodo, consumen con más frecuencia las sobras de nuestras comidas y con las actividades al aire libre suelen ingerir plantas y hierbas, todo ello hace que a menudo les siente mal aquello que comen. Esto provoca que acaben teniendo diarreas y problemas digestivos que son incómodos tanto para el perro como para el propietario.
La gastroenteritis es la causa más frecuente de enfermedad entre los perros y, aunque en la mayoría de los casos no necesita tratamiento ni visita veterinaria, es una causa de malestar en el animal. Los síntomas de los problemas intestinales pueden ser muy diversos y provocan numerosos inconvenientes para las mascotas, entre los que se encuentran la pérdida de apetito, vómitos, diarrea y estreñimiento. En los casos más extremos, el animal también puede presentar heces con sangre y esteatorrea (problemas en la absorción o digestión de los alimentos), que puede derivar en una pancreatitis.
¿Son graves los problemas digestivos en los perros?
En general, si se cambia la dieta bajo control veterinario y se toman las medidas oportunas, pocas veces se dan trastornos gastrointestinales. Pero dada la variedad de alimentos no aptos para los perros y la complejidad del propio sistema digestivo, con sus múltiples funciones y los órganos que colaboran en todo el proceso, el diagnóstico y posterior curación de un trastorno gastrointestinal puede ser muy complejo y puede derivar a procesos más graves. En tales casos, siempre es recomendable acudir al veterinario.
¿Cómo tratar un desajuste digestivo?
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