Sustancias perjudiciales para el medio ambiente en ropa para el exterior
El uso de sulfonatos de perfluorooctano (PFOS) y ácidos perfluorooctanoicos (PFOA) está estrictamente reglamentado desde 2009 en la certificación de productos conforme a la Oeko-Tex. Mediante métodos de comprobación orientados al consumo, como por ejemplo la extracción mediante solución de transpiración artificial, los diferentes análisis de laboratorio de Oeko-Tex garantizan además una evaluación realista sobre cualquier duda humano-ecológica respecto a posibles residuos de productos químicos. Conforme a los conocimientos actuales, los hidrocarburos perfluorocarbonados no se desprenden del material textil durante las actividades deportivas corrientes. Debe tenerse en cuenta también que existen múltiples utensilios de cocina con revestimiento PFC (por ejemplo sartenes de PTFE) aprobados para alimentos y sometidos a condiciones de uso mucho más extremas.
Para el estudio de Greenpeace la prueba de la existencia de PFC en productos textiles para actividades al aire libre se realizó utilizando disolventes químicos como metanol o éter metil tert-butílico, esto es, un método optimizado para el desprendimiento de las sustancias buscadas. Eso no debería equipararse a la biodisponibilidad real ni, con ello, al potencial de riesgo de las sustancias activas para el consumidor final bajo condiciones de uso, ya que este método no puede darnos datos realmente auténticos.
La norma Oeko-Tex Standard 100 incluye también la extracción con ayuda de un disolvente orgánico, que se realiza especialmente para considerar las especificaciones legales relativas a PFOS (valor límite 1 µg/m²).
También otras sustancias perjudiciales para la salud mencionadas en el estudio y reclamadas en algunas pruebas de productos, como ftalatos (plastificantes), compuestos orgánicos de estaño, antimonio o alquilfenoles etoxilados tóxicos, están reglamentadas en parte ya desde hace años en el catálogo de criterios de la norma Oeko-Tex Standard 100 y se comprueban en cada proceso de certificación. Desde que se detectó tributilestaño en camisetas deportivas en el año 2000, en cada certificación se comprueba la posible existencia de sustancias de compuestos orgánicos de estaño y se amplía en caso necesario la lista de las sustancias restringidas. Desde principios del año 2012, la muestras para la certificación Oeko-Tex se analizan en primer lugar preventivamente para ver si presentan alquilfenoles etoxilados perjudiciales para el medio ambiente. Desde el año 2013 los artículos deberán cumplir obligatoriamente los valores límite prescritos, a pesar de que estos apenas juegan un papel fundamental, en primer lugar como agentes tensioactivos en la producción textil fuera de Europa ni en el empleo de sustancias futuras para la interacción entre el producto textil y la piel. El objetivo es obtener la sustitución de los medios que sigan conteniendo estos grupos tensioactivos tóxicos.
Con ello, la Comunidad Oeko-Tex y las empresas colaboradoras apoyan de forma proactiva las actividades de la campaña Detox, la cual se ha unido ya a un número considerable de marcas internacionales con el objetivo de mejorar la protección medioambiental.