El fútbol abandona el estadio

En 2004, frente a las Piscinas Picornell, en Montjuïc (Barcelona), cuatro amigos mejoraban su técnica en plena calle haciendo pasar un balón de fútbol de un lado a otro de una valla de obras, como si de un partido de tenis o de tenis de mesa se tratara. “Con el tiempo, se llevaron aquella valla y nosotros seguimos jugando en la mesa de ping pong que había al lado”, explica Ildefonso Fernández (Totó), uno de los fundadores del futtoc. “Al principio jugábamos a lo ancho, de tal forma que la propia mesa hacía de red. Luego probamos a colocarnos uno a cada lado, como si juramos a ping pong… ¡Y funcionó!”. Allí nació una nueva disciplina deportiva que combinaba fútbol con tenis de mesa: el futtoc, acrónimo de fútbol y toque (toc, en catalán).

Cuatro años después, en 2008, nacía en Ciudad de La Plata, Argentina, el padbol (palabra que fusiona pádel y fútbol), un nuevo deporte inspirado también en el deporte rey. En lugar de una mesa de tenis de mesa, esta nueva modalidad deportiva se practica en una pista de pádel. “Al tener paredes laterales, las distintas direcciones del pique de la pelota dan continuidad y velocidad al juego”, explica Gustavo Miguens, creador del padbol y fundador de la empresa Padbol Internacional. Como en el futtoc, para jugar al padbol puede usarse casi la totalidad del cuerpo a excepción de los brazos y las manos.

En el futtoc, el balón debe pasar al otro lado de la red de la mesa y botar una sola vez dentro del terreno de juego del adversario. El jugador puede tocar la pelota con cualquier parte del cuerpo excepto con los brazos y las manos. Se puede jugar individualmente o en parejas y la devolución debe ser a un toque (en el caso de jugar en parejas, se puede pasar máximo una vez al compañero). Otra particularidad de este nuevo deporte es que los jugadores pueden subirse encima de la mesa.

En el caso del padbol, cada equipo estará compuesto por dos jugadores, que, como en el futtoc, podrán tocar el balón con todo el cuerpo a excepción de brazos y manos. Para sacar, el servidor deberá permanecer con ambos pies detrás de la línea de saque y a la izquierda o derecha, según corresponda, de la prolongación imaginaria de la línea central de saque hacia la pared de fondo de su campo. Además, deberá hacer botar la pelota —siempre con el pie en el caso del saque— dentro de la misma zona en la que está habilitado para pararse. En ambos deportes, futtoc y padbol, la pelota es algo más pequeña y ligera que la empleada en fútbol.

Cuando en futtoc participan dos jugadores por equipo, el receptor puede devolver el balón al campo contrario directamente o cedérsela a su compañero, pero entre ellos sólo se la pueden pasar una vez. Sin embargo, según el reglamento oficial del padbol, la pelota debe golpearse de forma alternativa por uno y otro jugador del mismo equipo hasta un máximo de tres golpes y un mínimo de dos. Si ambos jugadores de una misma pareja golpean la pelota simultánea o consecutivamente, será ilegal y perderán el punto. Como en el pádel, las paredes también entran en juego. Así, pueden emplearse, siempre y cuando la pelota haya picado en el área de juego antes de tocar las paredes.

El padbol aterrizó en España en 2011 de la mano de las empresas Indes y Cade, con la instalación de la primera pista en la Ciudad Deportiva Las Olivas, de Aranjuez (Madrid). Cade fabrica pistas especialmente diseñadas para la práctica del nuevo deporte argentino. Con una superficie de 60 metros cuadrados, en su versión Premium presentan las siguientes características:

• Marcos fabricados en tubo rectangular de 80x40x2 mm galvanizado.
• Malla electro-soldada pre galvanizada.
• Vidrio templado de 12 mm, cumplimento de la norma armonizada UNE-EN 12150-1:2000.
• Herrajes en acero inoxidable aisa 316.
• Acabado superficial: pintura en polvo 100% poliéster y posterior polimerizado al horno.
• Incluye 4 báculos adosados con un proyector por báculo.

También móvil

Este deporte cuenta también con una pista móvil de montaje rápido, ideal para eventos de duración limitada. En esta versión, el fabricante ha sustituido el cristal por policarbonato compacto y macizo de 8 milímetros.