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El paso de los años no ha hecho perder ni un ápice de interés por la innovación y las nuevas tecnologías al ‘motor’ de la empresa, Juan José Martín

La profesión se convierte en pasión por el trabajo en LAEF

Esther Güell29/06/2012
Quedan pocos empresarios como Juan José Martín. Profesional hecho a sí mismo, cuya tenacidad, trabajo, ambición y coraje le permitieron fundar una empresa como LAEF. Competitiva, pionera, con futuro y familiar. Porque si en algo se distingue Juan José Martín, gerente de la firma, es en considerar a su empresa como su “gran familia”, en palabras suyas mientras paseamos por su planta, plagada de máquinas de última generación, Mazak —comercializadas por Intermaher— en el 90% de los casos, donde la guinda la pone la Integrex 200-IV.

De hecho, en LAEF trabajan con Intermaher desde 1985, cuando les compraron la primera Mazak. Actualmente tiene 12 máquinas del fabricante japonés, la última de ellas adquirida en enero de 2012 “para poder exportar. Nos hemos tenido que adaptar para la exportación, porque es lo que demanda ahora el mercado”. Es una máquina preparada para mecanizar cualquier tipo de pieza compleja, como las tuercas de los husillos de las máquinas de control numérico, en este caso en exclusiva para Shuton.
Así, llevan ya 12 años de relación, profesional y de amistad, con Intermaher y Mazak, y con Integrex tanto para torneado como mecanizado.

Una vuelta por su taller nos adentra en una empresa con tecnología actualizada, con una capacidad de producción sobresaliente y que puede dar respuesta a la demanda de las más variadas piezas. Es el caso de los elementos para estructuras espaciales, esferas y discos más concretamente, que empresas como Aceralia, Asteca o Lanik le han encargado. En el primer caso, para la estructura del hangar de AENA en el Aeropuerto de Barcelona, el centro comercial Marinedacity en A Coruña y el proyecto del estadio de fútbol Arena de Pernambuco, en Brasil, entre otras otras. Son piezas donde LAEF ha podido aplicar su ‘know-how’ en mecanizado, su experiencia, porque hay casos en que deben investigar, ante un nuevo reto, cómo afrontar aquella pieza, “cómo mecanizarla con las menores atadas posibles para reducir su coste de producción al máximo sin renunciar a la calidad”.

Porque Martín lo tiene muy claro “una empresa que quiera estar en la cima, hoy en día no puede estar más de 2-3 años sin innovar ni comprar maquinaria nueva”.

 Actualmente, en LAEF son 18 personas, “con mis hijas Ruth y Silvia y mi yerno, que son mi relevo”. En la imagen, de izq. a dcha...
Actualmente, en LAEF son 18 personas, “con mis hijas Ruth y Silvia y mi yerno, que son mi relevo”. En la imagen, de izq. a dcha.: Roberto Hernando (Intermaher), Juan José Martín, gerente de LAEF, su yerno Manuel Millán, y José Ignacio Ortíz de Urbina, Managing Director del Grupo Maherholding, ante la nueva Integrex 200-IV.

Un hombre con visión y valor

Compró su primera máquina con poco más de 200.000 pesetas, de la indemnización de la empresa alemana Kasto. “De ellos aprendí a trabajar de un modo que me parecía muy correcto y lo apliqué en mi empresa”, afirma Martín. Por aquel entonces era jefe de taller, con 28 años. Corría el año 1978 y ese fue su primer control numérico. “Cuando la competencia, que decía que no tendría suficiente trabajo para poderla pagar, comenzó a comprar máquinas CN, yo ya tenía 3”.

Su éxito se debe, en parte, al valor y a la visión de futuro, tal como lo define Roberto Hernando, de Intermaher: “En España hay quien vive lamentándose de la mala suerte, hablando de lo que podría hacer pero sin hacerlo. Hay que tener arrestos y equiparse con tecnología para diferenciarse de la competencia y ofrecer valor. Martín es así. Busca la rentabilidad, claro, si no, no hay negocio, pero sabe que eso se logra con tecnología. Por eso ha sido pionero en Zaragoza. Porque tiene visión y valor”.

En LAEF podemos encontrar tornos fresadores desde 9 ejes, centros de mecanizado de 5 ejes, máquinas de última generación, etc. “que, por su productividad, no resultan caras. Hay que saber combinar costes, robustez y productividad”. Para Martín, esta tecnología les permite trabajar para mercados avanzados.

En la imagen, una Mazak 300 M, la 3ª máquina que entró en LAEF. Junto a ella, el operario más veterano de la empresa, donde lleva 31 años...
En la imagen, una Mazak 300 M, la 3ª máquina que entró en LAEF. Junto a ella, el operario más veterano de la empresa, donde lleva 31 años.

Integrex 200-IV, la última en incorporarse a la familia

Con ella logran realizar, en una atada, lo que con otras harían con varias atadas y, además, con la mínima intervención del operario, nos explica el alma mater de la empresa. “Esta tecnología es la que nos proporciona la máxima productividad y fiabilidad para que nuestros productos puedan satisfacer completamente las exigencisa y necesidades de nuestros clientes, tanto en calidad como en precio”.

Esta máquina permite hacer piezas unitarias, con planos específicos para cada una de ellas. Piezas que son fundamentales para el buen funcionamiento de las máquinas de control numérico, así que era vital contar con una máquina de máximas garantías. “Porque cuanto menos se toque la pieza, mejor” —añade Roberto Hernando—.

Esta constante renovación les ha supuesto también una formación permanente. “Y en realidad es también una ventaja para los operarios, que se reciclan continuamente, también en lo relativo a la seguridad. Los sistemas de seguridad que integran estas máquinas no tienen ya nada que ver con las convencionales. Un operario ya no toca la pieza hasta que la máquina está completamente parada, lo que supone un plus para ellos también porque el trabajo lo realiza la máquina y el operario sólo lo supervisa”, afirma Martín.

Trabajar con máquinas avanzadas desde 1978 ha hecho que la evolución fuera casi natural, sin traumas. No hubo un salto repentino de las máquinas tradicionales a los controles numéricos. Todos se adaptaron poco a poco, él y sus operarios, alcanzando una calidad de trabajo que Martín destaca especialmente cuando habla de los trabajadores de la empresa: "Son un valor en la empresa y llevan tantos años con nosotros que son casi parte de la familia”.

Una de las piezas fabricadas para Shuton con la Integrex 200-IV, realizadas bajo plano cada una de ellas
Una de las piezas fabricadas para Shuton con la Integrex 200-IV, realizadas bajo plano cada una de ellas.

LAEF – Mazak, una historia de amor que viene de lejos

“Compré la primera Mazak, de segunda mano, en Madrid. Fue cuando me di cuenta de las ventajas de esta marca, y una de ellas es el equipo que hay detrás. E Intermaher ha hecho un gran esfuerzo en cuanto al servicio técnico. Nunca me he sentido desatendido, así que aquí sigo, con máquinas Mazak y con Intermaher. Y sigo fiel a mi lema: coche alemán y máquina japonesa”.

Adaptarse o morir

Modelo con carga automática. “´Ésta estaba destinada a un trabajo que, hoy en día, lo hacen los países emergentes”
Modelo con carga automática. “´Ésta estaba destinada a un trabajo que, hoy en día, lo hacen los países emergentes”.

En LAEF han hecho buena esta máxima. En 2004-2005 el 70% de su producción era para un cliente concreto. Pero conscientes que “teníamos que adaptarnos para satisfacer otros mercados” apostaron por la diversificación. Hoy en día trabajan para máquina-herramienta, industria petrolera, agrícola, construcción, obra pública, etc. “casi todos los sectores menos la industria armamentística”, pudiendo fabricar series largas de piezas —cuya producción en los últimos años se ha trasladado mayoritariamente a países emergentes— a series cortas y piezas de gran complejidad, por lo que “necesitamos la mejor tecnología y trabajadores muy cualificados”.

Microrotor: “El Rolls Royce de la mecanización, comprada con la indemnización de Kasto”
Microrotor: “El Rolls Royce de la mecanización, comprada con la indemnización de Kasto”.

Variaxis 730-5X, “lo más en tecnología en centro de mecanizado”

“La conocí en un viaje que Intermaher organizó en Mazak, Japón, y me enamoró tanto que al volver la compré. A los seis meses, adquirí una segunda unidad”.

Más tecnología = menos costes de producción. En la foto podemos ver la pieza realizada para una sembradora, una máquina que monta 44 piezas como ésta...
Más tecnología = menos costes de producción. En la foto podemos ver la pieza realizada para una sembradora, una máquina que monta 44 piezas como ésta. “Con la Variaxis 730-5X rebajamos más de 9 el coste de fabricación de cada pieza”.

Control de calidad

Trabajar para empresas exigentes, de alta calidad, exige garantizar también la más alta calidad de las piezas suministradas. Por ello, en LAEF realizan controles de calidad exhaustivos, acompañando las piezas de sus certificados dimensionales correspondientes, bien sobre una de cada diez piezas fabricadas, aproximadamente, o bien, "en aquellas ocasiones en que los clientes nos lo piden, en todas ellas, que además etiquetamos debidamente”.

Todas las piezas fabricadas en LAEF garantizan los máximos requisitos de seguridad
Todas las piezas fabricadas en LAEF garantizan los máximos requisitos de seguridad.

Empresas o entidades relacionadas

Intermaher, S.A.