Hikvision lanza un nuevo sistema de videoportero de dos hilos que se instala sin necesidad de ordenador
Hikvision ha puesto a disposición de sus socios y profesionales una nueva solución de videoportero de dos hilos para particulares y comunidades de vecinos, que se instala sin necesidad de utilizar un ordenador, mientras es capaz de aprovechar el cableado convencional existente.
Con su entorno IoT, el nuevo sistema de videoportero de dos hilos de Hikvision interactúa de forma nativa con todos sus equipos de las plataformas de gestión Hik-Connect como CCTV, alarmas y control de acceso.
El sistema garantiza al cliente la simplicidad de gestión desde un único punto y permite interactuar en remoto con el visitante, gracias a las notificaciones automáticas enviadas al móvil. Así, permite la apertura de puerta, vídeo y conversación. También mantiene el histórico de eventos y permite habilitar varias cuentas con privilegios personalizados.
Gracias a la modularidad del videoportero de dos hilos de segunda generación de Hikvision, se pueden crear soluciones personalizadas para diferentes escenarios, desde casas o conjuntos residenciales, hasta edificios con 500 usuarios. La solución completa presenta un módulo principal, con distintas extensiones como pulsadores, teclado, lector de tarjetas o un módulo indicador, ofreciendo plena funcionalidad a los usuarios.
Además, la estación de interior de Hikvision lleva la seguridad a otro nivel. Puede funcionar como videoportero o ser usada como centro de gestión en el hogar y la oficina. Con la aplicación Hik-Connect integrada, los usuarios podrán disfrutar de un control sencillo y una vinculación flexible entre varios dispositivos Hikvision, todo a través de la pantalla táctil.
Se trata de una solución integral totalmente flexible. Permite una configuración Plug & Play para monitor y varias extensiones por vivienda, con placas de calle por bloque y 16 bloques. Hasta 64 monitores pueden ser instalados en un edificio con una única fuente de alimentación y puede haber hasta un promedio de 60 metros de distancia entre elementos mientras se aprovecha un cableado convencional.
Tradicionalmente, la gama de intercomunicadores se basaba en tecnología IP. Lo que requería conocimientos y material específico. A partir de esta situación, se buscaba simplificar el proceso y surgió el concepto de dos hilos analógico. Esto permite mantener las instalaciones antiguas utilizando solo dos hilos. El siguiente paso en la simplificación llega con la eliminación de la necesidad de ordenadores para la configuración. Se puede realizar simplemente con 'rotosuit', sin requerir conocimientos sobre estructuras o redes.
El cliente obtiene una cómoda pantalla de 7 pulgadas con alta definición de imagen y sonido, así como funciones de un aparato convencional. A esto se une la posibilidad de atender llamadas desde el móvil, incluso lejos de casa, con una app muy sencilla de utilizar. El nuevo intercom sustituye al producto obsoleto, con costes reducidos y la última tecnología. Proporciona alta definición para conectar la vivienda con el exterior, recibir la llamada, hablar y abrir la puerta con calidad de hasta dos megapíxeles.