Entrevista a Leo Marques y Marc Gardon, Sales and Marketing Manager y EMEA Applications Manager, en Renishaw Ibérica respectivamente
Renishaw es una empresa altamente tecnológica en cuanto a sistemas de medición se refiere, pero también en fabricación aditiva metálica, campo en el que ha desarrollado tecnología propia. De todo ello hablamos con Leo Marques y Marc Gardon, Sales and Marketing Manager y EMEA Applications Manager, en Renishaw Ibérica respectivamente.
Renishaw se presenta como un “un grupo internacional tecnológico de ingeniería internacional que crea tecnología de alta precisión para metrología y el sector médico” que, además, diseña y produce máquinas compactas que de fabricación aditiva de polvo metálico. ¿Cómo explicaría la empresa con sus propias palabras?
Somos una empresa de tecnología e innovación, la ingeniería de precisión está en el centro de todo lo que hacemos, sea en la metrología dimensional, las aplicaciones médicas como la fabricación aditiva metálica.
Solemos decir que Renishaw ‘toca’ casi todo que se fabrica en el mundo moderno, a través de sus productos. Estamos presentes en la fabricación de electrónica de consumo, microchips, automóviles, aeronáutica, energía, productos para el espacio, productos médicos, y muchas otras industrias.
¿Cuáles cree que son sus principales valores?
Renishaw se rige por una máxima ‘Apply Innovation’, que en una traducción libre quiere decir ‘Sé Innovador’. Además, reinvertimos alrededor de un 15% de los beneficios en el I+D+i. Esto nos permite sacar al mercado, constantemente, productos muy innovadores, el verdadero ADN de Renishaw.
Con sede en Reino Unido, están presentes en 36 países. ¿Cuál sería el factor común denominador de todos sus clientes? ¿Cuáles son las principales soluciones que más demandan?
Renishaw está presente en 36 países, pero todavía tenemos nuestras fábricas en el Reino Unido. Esto nos ha exigido desarrollar procesos muy eficientes de fabricación para permitir que seamos muy competitivos. Así que yo diría que la inmensa mayoría de nuestros clientes son como nosotros, empresas que necesitan mejorar procesos para mejorar la competitividad.
En resumen, lo problemas que hemos solucionado para nosotros mismos acaban convirtiéndose en productos y servicios que luego sacamos al mercado.
De hecho, en Reino Unido es donde Renishaw investiga, desarrolla y fabrica. ¿Es un valor añadido que los clientes aprecian?
Las oficinas centrales y las fábricas de Renishaw están en el Reino Unido, muy cerca de Bristol. Es una empresa muy arraigada en la comunidad. Fabricar en Inglaterra nos ha obligado a conseguir niveles de productividad y de calidad muy exigentes, esto se ve reflejado en nuestros productos que son muy fiables. Así que sí creo que de manera indirecta nuestros clientes lo aprecian.
Renishaw se fundó en 1973, así que cumple 51 años de vida. Si bien es una empresa tecnológica de primer orden, ¿era previsible la ‘revolución’ que hemos vivido en la última década?
Renishaw nació en un entorno industrial muy competitivo, alredor de Bristol están empresas como Rolls Royce, BAE, FORD, etc.
Las revoluciones son más reconocibles si miramos en retrospectiva. Cuando miramos en perspectiva, o sea, hacia el futuro, lo que vemos son muchas posibilidades, y algunas no se hacen realidad.
En esta problemática de predecir el futuro reside la necesidad de invertir mucho en I+D+I, mejorando los productos existentes y creando tecnologías nuevas y disruptivas que atienden las necesidades de una industria global, que se adapta al mundo cambiante.
La compañía, de hecho, marcó también una ‘revolución’ en el mundo de la medición de coordenadas en tres dimensiones con su primer producto, la sonda de disparo por contacto, creada para solucionar un requisito concreto de inspección para las turbinas Olympus utilizadas en el Concorde. ¿De qué más se muestran orgullosos en Renishaw? ¿Qué otros productos han marcado un antes y un después en su historia?
Muchos productos y/o tecnologías que hoy se consideran estándares en la industria fueron desarrolladas por Renishaw, como es el caso de la sonda de disparo, que es efectivamente el origen de Renishaw, una solución que se diseñó para resolver un problema muy específico de la industria.
Otros productos son la evolución de una tecnología aplicada a otros productos, como es el caso del mecanismo de la sonda de disparo que nos permitió desarrollar los productos para el sector de la máquina-herramienta, más específicamente las sondas de medición.
Algunos de los desarrollos de Renishaw que son muy disruptivos son por ejemplo el cabezal para las máquinas de medición por coordinadas REVO. Es un cabezal que nos permite medir en 5 ejes, como los centros de mecanizado, REVO permite mediciones mucho más rápidas y con más resolución y usando una plataforma multi instrumentos; lo que, a su vez, permite a nuestros clientes medir mucho más piezas en el mismo intervalo de tiempo, con las consecuentes mejora en el control de procesos.
Otra innovación importante es la sonda Sprint para medición en máquina-herramienta; una sonda que mide a velocidades muy elevadas, muy por encima de lo que hoy existe en el mercado, además de ser capaz de escanear en 3D, lo que nadie es capaz de hacer. A los clientes estas mejoras se reflejan en más capacidad de medición (más piezas), lo que de nuevo se traduce en mejoras en los procesos.
Y, por último, y no menos importante, está la fabricación aditiva metálica, que ya es una realidad en el mundo, con empresas fabricando piezas en serie utilizando esta tecnología. Renishaw ha desarrollado la que es, seguramente, la tecnología más innovadora, lo que se traduce en piezas con menor coste y menor tiempo de fabricación del mercado.
Luego hablamos de aditiva…¿Cuáles son los principales requisitos actuales en cuanto a medición se refiere?
La medición ha salido de los entornos de laboratorio y es ahora omnipresente en una fábrica, no solo las mediciones dimensionales. Estas mediciones generan datos muy importantes para el control y la mejora de procesos y productos.
Ahora vemos la medición en taller, lo que significa que tenemos que ser capaces de hacer estas mediciones de manera muy rápida y fiable, además de tener la habilidad de usar esta información para corregir los procesos. En este sentido, desde hace tiempo Renishaw está cada vez más presente en procesos muy exigentes. Además de medir las capacidades de las maquinas mismas.
¿Qué innovaciones podemos esperar en este campo?
Hasta ahora hemos vivido el boom de la automatización de los procesos, la utilización de robots y máquinas que realizan tareas repetitivas y tediosas. Estas automatizaciones han sido implementadas en velocidades distintas, en distintos países y en distintos sectores. Recientemente con la pandemia del covid-19, en Europa nos hemos dado cuenta de que necesitábamos relocalizar la industria en el territorio, principalmente en sectores estratégicos.
Esta industria que vuelve necesitará invertir mucho en automatización, en procesos autónomos y fiables, pero lo que nos permitirá realmente es dar el salto a la nueva industria, donde no solo los procesos son automáticos, más la toma de decisiones también serán, con base en todos estos datos que hemos acumulado y con el uso de la inteligencia artificial y el ‘machine learning’.
Aquí es donde más avances veremos, y es donde Renishaw invierte para desarrollar las herramientas que además de generar los datos (medir) también es capaz de automatizar la toma de decisiones, de manera autónoma y de manera conjunta integrada a otros sistemas.
Hablemos ahora de la fabricación aditiva, un segmento que ha irrumpido con fuerza en los últimos tiempos. Renishaw está especializada en la impresión de polvo metálico. ¿Por qué optó por esta tecnología, entre todas las existentes?
Existen múltiples tecnologías de fabricación aditiva para metales. Sin embargo, Renishaw siempre se ha caracterizado por diseñar y fabricar productos con un estándar de calidad muy elevado y, por ello, se escogió el proceso de impresión de polvo metálico mediante láser ya que es la tecnología que permite obtener una mayor densidad y propiedades mecánicas del material obtenido.
Sectores de alto valor añadido como el biomédico, aeroespacial o energético, con los que Renishaw lleva años trabajando en metrología industrial y tecnologías científicas como Raman o robótica de neurocirugía, presentan unos criterios de aceptación críticos y este proceso de fabricación permite obtener la calidad y consistencia requerida.
¿A qué tipo de industria se dirigen sus equipos, principalmente?
Si bien es cierto que inicialmente la tecnología se desarrolló para lotes bajos o incluso piezas únicas de sectores de alto valor añadido, actualmente se ha extendido a múltiples industrias que requieren lotes medios para distintas aleaciones. Año a año, se está logrando una reducción considerable de los costes de fabricación mientras que la productividad del proceso no deja de incrementarse lo cual conlleva una mayor penetración en múltiples mercados interesados en la fabricación de piezas metálicas.
Marc Gardon, EMEA Applications Manager en Renishaw Ibérica.
En su opinión, ¿cuál será la evolución de la fabricación aditiva dentro de la industria metalmecánica?
La evolución del mercado global y el resultado que está obteniendo Renishaw en este campo muestra claramente un fortalecimiento de la tendencia actual que se basa en una continua integración de la fabricación aditiva en la industria metalmecánica. La mejora permanente en la tecnología, la inclusión de nuevos profesionales formados en el mercado laboral y el cambio en el paradigma de fabricación que están haciendo las empresas con carácter innovador adopten el proceso de forma robusta y fiable generando crecimiento y beneficios. Adicionalmente, la mejora del control del proceso con herramientas avanzadas de monitorización y calibración por parte del usuario está ofreciendo mayores garantías a las empresas interesadas.
Para ir acabando… sea para impresión 3D como para tareas de medición y control, hay un denominador común de demanda en todas las empresas actualmente: la falta de personal cualificado. ¿También lo viven sus clientes? De hecho, Renishaw viene realizando diversos webinars para ampliar los conocimientos sobre sus productos….
En el campo de la fabricación aditiva, el factor limitante es indudablemente el talento y el personal cualificado. Afortunadamente, se han puesto en marcha cursos de especialización en distintas organizaciones que están desarrollando nuevas generaciones de profesionales los cuáles van a mejorar sensiblemente la curva de aprendizaje de empresas que se decidan a adoptar esta tecnología o bien aquellas que ya la estén utilizando. En todo caso, es preciso una coordinación constante entre entidades públicas, universidades, centros tecnológicos y empresas de hardware y software para asegurar que todo el conocimiento que hay en esta industria llega al personal y finalmente a los usuarios de estos procesos de fabricación.