Vídeo inteligente: seguridad, confort y mejora de la experiencia de cliente
Cuando hablamos de seguridad, lo hacemos de forma global, se trata de un concepto cada vez más amplio y cada vez más relacionado con el bienestar. Y en gran medida, es algo que le debemos a la tecnología.
Si hablamos de seguridad, para lograr entornos amigables y cómodos, el primer elemento fundamental es la cámara. Las excelentes ópticas, una capacidad de zoom extraordinaria y, sobre todo, la incorporación de softwares de inteligencia artificial en los dispositivos, permiten una gestión de los espacios prácticamente perfecta. Con un diseño del proyecto adecuado, las cámaras pueden cubrir visualmente la totalidad del centro comercial, sin que haya puntos muertos. La calidad de imagen, por su parte, da la opción de observar cada rincón del recinto con una enorme nitidez, de forma que no hay ningún detalle que se pueda escapar. Mientras que los algoritmos de inteligencia artificial facilitan la búsqueda y detección de eventos cuando se intenta aclarar una situación.
Por ejemplo, en el caso de un objeto sustraído de una mesa —pongamos un bolso o una cartera—, el análisis de las imágenes permite detectar el momento exacto de la sustracción y, en muchas ocasiones, identificar al ladrón. O si hablamos de percances entre coches en un parking, las cámaras ayudan a esclarecer si los daños provocados en la puerta de un vehículo se han producido dentro del aparcamiento, y cómo se han producido, o si el coche venía ya con esos daños.
Pero como decíamos, la seguridad va mucho más allá del control de un lugar para evitar robos. En el caso de un centro comercial, la seguridad, y también el confort, están relacionados con la afluencia y la cantidad de gente que haya en cada momento.
También las cámaras tienen capacidad de contar las personas que entran y salen, por qué accesos, qué zonas del centro comercial están más concurridas, cuáles son los días y horas punta, cuál es el aforo en un momento determinado… Esa información permite disponer de una foto de la situación en tiempo real y prevenir eventuales situaciones de riesgo, provocadas por aforos altos o incluso por aglomeraciones excesivas.
Pero, además, con los datos que nos ofrecen los sistemas de información, se toman decisiones de gestión. Por ejemplo, cuánto personal hay que activar en cada momento en función de las circunstancias: personas necesarias en los establecimientos para atender a los clientes, en las líneas de caja, seguridad, limpieza… Una vez más, la tecnología nos marca la pauta para mejorar las condiciones tanto de seguridad como de comodidad de los clientes en nuestro centro comercial.
Esa evolución constante de las posibilidades de las imágenes de vídeo, especialmente con la incorporación de inteligencia artificial y algoritmos de Deep learning, dota a los sistemas de una autonomía cada vez mayor: son capaces de generar alertas y de realizar comprobaciones de forma automática y de enviar alertas en tiempo real sin necesidad de supervisión humana. Es decir, que estos sistemas ayudan a aprovechar mejor los recursos, avisan sólo cuando se produce una incidencia reseñable y, en definitiva, mejoran la eficiencia.
La tecnología de vídeo inteligente, por tanto, se ha convertido ya en una herramienta diferencial para garantizar la seguridad y el confort de los clientes en los centros comerciales, es decir, para mejorar la experiencia de usuario. Y esa experiencia de usuario es fundamental para fidelizar a nuestros clientes.