Los sistemas biométricos ofrecen una seguridad añadida, ya que son únicos e intransferibles
Reconocimiento de iris, el control de acceso más fiable
Las dos características fundamentales de un sistema de control de accesos deben ser la fiabilidad y la rapidez. Y para lograr ambas cosas, la tecnología juega un papel fundamental.
Si hablamos de fiabilidad, los sistemas biométricos marcan la pauta. Históricamente, los accesos se han realizado mediante tarjeta de contacto —o de proximidad— o a través del tecleo de un código pin. Sin embargo, la utilización de cualquier elemento físico siempre está sujeta a un riesgo evidente: se puede suplantar la personalidad —voluntaria o involuntariamente—, por lo que no garantiza que la persona que está entrando en un recinto sea la que está autorizada a ello.
Los sistemas biométricos, sin embargo, son personales, únicos e intransferibles. Primero fue la huella dactilar; después, el reconocimiento facial; ahora, los sistemas de reconocimiento de iris han supuesto un enorme salto cualitativo. El iris del ojo es una estructura que permanece prácticamente igual desde que somos niños. Además, es tal su complejidad y riqueza, que no puede haber dos iguales. Y la tecnología ha hecho el resto.
En Hikvision contamos con dispositivos dotados con tecnología Deep Learning, que mediante algoritmos de inteligencia artificial reconocen el iris de una persona con total precisión a una distancia de entre 40 y 70 centímetros, incluso si la persona lleva gafas. Y permiten almacenar 10.000 iris.
En cuanto a la rapidez y la fluidez de acceso a un recinto, el tiempo de reconocimiento es prácticamente inmediato: menos de un segundo. La agilidad en el acceso al recinto está garantizada.
Este tipo de sistema tiene la ventaja añadida de que se realiza sin contacto, es suficiente con que el usuario mire a la cámara, y desde luego no es un problema llevar las manos ocupadas, como sí lo es si tenemos que teclear un código, sacar una tarjeta o incluso presentar nuestra huella digital.
El escaneo del iris como método de autentificación biométrica ha supuesto un importante salto cualitativo si nos referimos a sistemas de control de accesos, pues permite verificar a un mayor número de personas, en menor tiempo y con mayor precisión. Y es infalible.