Entrevista a Jan Peter Engel, nuevo director general de Homag España Maquinaria
9 de julio de 2010
Con su experiencia acumulada en diversas empresas, ¿qué le ofrecía Homag en estos momentos?
Hasta hoy he dedicado los últimos 17 años de mi vida a la máquina-herramienta y Homag es una empresa que encaja perfectamente en mi línea profesional. Es líder de mercado en el tramo que cubre y, además, me permite unir experiencias: he trabajado como gerente en una empresa de chapa, Finn Power, donde el movimiento del material en bruto y del mecanizado es muy similar en muchas cosas a como se trata aquí, y también conozco el tema del fresado por mi paso por DMG. Allí era metal y aquí es madera, con sus diferente parámetros de corte pero no dejar de ser fresado.
Así que me permite combinar mis experiencias técnicas y aportar mi experiencia comercial. Porque lo que vengo a hacer aquí es la prolongación de lo que vengo haciendo hace años. Es otra organización pero estoy acostumbrado a trabajar en multinacionales que trabajan de modo muy similar y con la misma envergadura, así que me ofrece una cierta continuidad.
¿Y qué encuentra Homag en usted?
Justo lo contrario. Primero, a nivel técnico toda mi experiencia y conocimientos. Aunque está claro que la empresa tiene una larga trayectoria; justo este año cumple los 50 años. Pero siempre hay cosas a mejorar. Y mi experiencia, probada, como gerente, que se ha formado en empresas que han pasado por dificultades.
50º Aniversario
Además de celebrar en septiembre una fiesta en la sede central que la empresa tiene en Alemania, también sacará al mercado una línea especial, ‘Edition’, con un modelo limitado, con las características más habituales requeridas, a un precio muy asequible.
¿Cuáles son los puntos fuertes que sitúan a Homag en su posición de mercado?
Obviamente la amplitud de su gama. Ofrecemos desde la seccionadora hasta el taladro, con todas las máquinas intermedias, las canteadoras, etc. Y también toda la gestión de material: las cintas transportadoras, la robotización de las líneas, con la ventaja a nivel de software, etc. Eso lo ofrecemos a nivel técnico. Pero hay entender que en la madera existen dos ramas: la gran industria, que fabrica en grandes series; y las pymes, que tanto pueden ser las carpinterías locales como empresas de mayor envergadura pero que no llegan a los niveles tecnológicos de la industria. Y, a nivel de producto, Homag lo lleva estrictamente separado. Eso es una ventaja porque permite que nos dediquemos más al cliente: ni le vendemos una máquina sobre equipada a la pyme ni una de bajas prestaciones a la industria. Así que técnicamente estamos muy preparados y con una penetración muy profunda en el mercado, porque tenemos algo para todos y, aunque una empresa crezca, sabe que puede continuar trabajando con nosotros, necesite lo que necesite, con la calidad que ya conoce.
Por otra parte, a nivel comercial y se servicio, Homag cuenta con la filial más potente de una empresa en este sector en España. Nuestra competencia tiene también sus puntos fuertes pero nosotros destacamos por la penetración tan amplia comercialmente hablando que tenemos y un servicio técnico tan completo como el nuestro. Y, además, contamos con la garantía de un grupo que integra a más de 5.000 personas en todo en mundo.
¿Y en qué debe mejorar?
Nosotros también navegamos por la crisis, como todos. Y nos encontramos en una situación complicada. Más para una organización de este tipo, que tiene gastos fijos, estructuras crecidas y que deben adaptarse a un tamaño más racional.
Pero no solo nosotros, hoy día en España cualquier empresa debe decidir el tamaño que quiere. ¿Qué tamaño quieres tener en el futuro? ¿Dónde quieres ir? ¿Seguir con lo que tienes y tener la misma cifra de facturación o aumentar los márgenes, o reducir los recursos para adaptarse al nuevo mercado?. Pero nadie sabe hacia dónde va el mercado. No es un punto débil pero sí un reto.
¿Entonces esta es una de sus primeras iniciativas como gerente de Homag?
Si, adaptar la empresa a la realidad del mercado, profesionalizarla, mejorar la facturación, la administración. Porque más allá de las dificultades propias de la crisis, Homag debe afrontar también un cambio de gerencia. Y eso tiene sus dificultades, que ya está superando.
Y desde el punto de vista tecnológico, ¿alguna novedad en el bolsillo?
La verdad es que al no venir propiamente del mundo de la madera no he intervenido en la configuración de productos. Pero sin duda nuestro departamento de innovación que la empresa tiene en Alemania está trabajando en máquinas nuevas y mejorando las actuales. Ahora todo el mundo habla del láser, y existen diferentes tipologías. Así que tenemos que apostar por la que consideremos mejor. Y en este campo estamos avanzando porque cuando más rápido vayamos más éxito tendremos. Porque el láser será el futuro, logrará eliminar la cola. Y queremos ser pioneros.
Qué penetración tiene la empresa en el mercado español
En algunos productos estamos en el 30% del mercado, seguro. Pero en algunos no. Porque una empresa que abarca tanta amplitud como es Homag siempre compite con empresas más pequeñas y especializadas en un producto concreto. En este segmento tendremos una cuota de mercado reducido. Pero en cambio, en el mercado de las canteadoras, estamos en un nivel muy alto. También tenemos muy buena penetración en cuanto a fresado, al iqual que en proyectos integrales para la industria. Estas son, por ahora, las líneas más importantes en cuanto a nuestra facturación.
“El láser permitirá eliminar la cola y en Homag estamos trabajando para avanzar rápido en esta tecnología”.
Como distribuidores, ¿han detectado cambios en el mercado?
Lo cierto es que el mercado está especialmente débil en lo que es la pyme. La gran industria, y por lo tanto nuestra gama de maquinaria para la industria, está más fuerte porque exporta y al no depender al 100% del mercado español, tiene más posibilidades de sobrevivir, mientras que la pequeña empresa está en peor situación.
Además, también tenemos clientes que se dedican al mueble de bajo coste y esta industria se mantiene fuerte, algo que no ocurre con las carpinterías tradicionales.
Pero Homag no solamente comercializa, también fabrica. ¿Qué papel juega España en este segmento?
Homag tiene centros de producción en varios países y, en España, concretamente Holzma tiene su centro de producción en la Ametlla del Vallès, dedicado a las seccionadoras. Pero no pertenece a Homag, son sociedades separadas y funcionan como distribuidores. No existen sinergias. Homag Maquinaria España es una empresa comercializadora de Homag, y Holzma pertenece al grupo.
Para finalizar, ¿qué cree que le falta al sector de la madera español para tomar impulso?
La solución sería que remontara la construcción, pero es muy complicado. En realidad el mueble depende de un contexto macroeconómico. El mueble depende de que la gente tenga trabajo; con un 20% de paro la gente no compra muebles. Hay que mejorar la cifra de paro...pero lo que es seguro que no llegaremos a los niveles de hace unos años: no volverán a construirse 800.000 pisos anuales. Si llegamos a 150 o 200.000 será mucho. Y esto también se verá reflejado en el mercado del mueble. Y se producirá una reducción de empresas. Sobre todo dependerá de la gestión. Las empresas bien gestionadas sobrevivirán pero las que han salido de la inercia no. Porque repito, solo la empresa que defina su tamaño correcto para después de la crisis sobrevivirá. Es hora de posicionarse, evaluando en profundidad el mercado restante.