Seguridad y calidad garantizadas
Los envases de vidrio han sido muy populares durante muchos años debido a las numerosas ventajas que aportan a fabricantes, marcas y consumidores por igual. Se trata de un producto 100% reciclable, lo que implica que se puede reciclar infinitamente sin que pierda sus propiedades, por lo que sus índices de reciclado son muy altos. En Europa, por ejemplo, la Federación Europea de Envases de Vidrio (FEVE) informó que el índice de reciclado fue del 73% a finales de 2015, lo que permite a la industria de vidrios para envases reducir su impacto medioambiental drásticamente mediante un ahorro de energía y materias primas.
Desde la perspectiva de las marcas, el vidrio aporta un toque sofisticado al producto y también permite que los consumidores puedan ver claramente lo que hay en el interior, con lo que aumenta considerablemente su atractivo en las estanterías. Asimismo, se trata de un material no poroso e impermeable, por lo que no existe ninguna interacción entre el envase de vidrio y el producto que pueda afectar al sabor de los alimentos y las bebidas. El vidrio es el único material de envasado que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos etiqueta como Gras (“generalmente reconocido como seguro”), puesto que no añade sustancias químicas durante la producción.
Desde la perspectiva de la seguridad y la calidad, las normativas son muy estrictas en el sector alimentario, y la legislación, como la Ley de Modernización de la Inocuidad de los Alimentos (FSMA), el Análisis de Riesgos y de Puntos Críticos de Control (HACCP) y la Iniciativa Mundial de Seguridad Alimentaria (GFSI), se ha implementado para proteger tanto a los fabricantes como a los consumidores. Un único fragmento de vidrio presente en un producto podría tener efectos devastadores tanto para el consumidor como para la reputación de la marca de la empresa proveedora. Por este motivo, los sistemas de inspección por rayos X resultan esenciales en las líneas de producción que usan vidrio a fin de garantizar que los únicos envases que llegan a la cadena de distribución de comerciantes son aquellos limpios y sin contaminantes.
La contaminación por vidrio puede producirse de forma accidental de muchas formas posibles en las líneas de producción. Podrían producirse roturas durante el proceso de limpieza, a lo largo de la línea debido a vibraciones del transportador o a una presión trasera, así como durante el proceso de llenado como consecuencia de una mala alineación de los cabezales de llenado, que golpeen la parte superior de los envases. Los envases demasiado apretados también pueden dar lugar a roturas.
El vidrio es el formato de envase más difícil de inspeccionar, sobre todo debido a que el principal contaminante asociado es el propio vidrio, que presenta la misma densidad de material que el envase. El tamaño y la forma de los envases pueden aumentar la complejidad de la inspección, puesto que la base, las paredes laterales y el cuello de los envases pueden provocar puntos ciegos en los que se pueda ocultar un contaminante. Los envases con formas poco habituales pueden presentarse en el sistema de inspección por rayos X en distintas orientaciones y no disponen de puntos fijos, lo que puede dar lugar a falsos rechazos, ya que la imagen en rayos X cambia continuamente. El producto del interior también puede causar lo que se conoce como 'efecto de producto'. Los productos con un alto contenido de sal, como los artículos en salmuera, pueden afectar al nivel de absorción de rayos X y a la sensibilidad del sistema, lo que también puede provocar falsos rechazos.
Para superar estos retos, los sistemas de inspección por rayos X se han diseñado y desarrollado exclusivamente para esta aplicación. Los rayos X son la única solución de inspección de productos capaces de detectar vidrio en envases de este material, para lo que miden las diferencias en la absorción de rayos X en todo el envase. La última tecnología de inspección por rayos X inspecciona todas las áreas de los envases enviando rayos X a través de la base, a la vez que inspecciona simultáneamente a través de los laterales. Esto proporciona una inspección completa y, además, la corona del envase aparece plana, con lo que se eliminan eficazmente los puntos ciegos. El haz pasa al nivel del borde del envase (debajo de las roscas y el tapón) y genera una imagen mucho menos compleja, lo que mejora la capacidad de detección. El ángulo de inspección también permite una inspección excepcional del nivel de llenado de altura máxima a altas velocidades.
Los sistemas de inspección por rayos X se pueden ajustar para que se adapten a una amplia gama de tamaños de envases mediante sistemas de rieles de guía de longitud completa. Esto garantiza una manipulación de productos sin problemas y cambios de productos repetibles, lo que resulta esencial para que los niveles de productividad se mantengan al máximo.
Para los fabricantes de productos en envases de vidrio, los sistemas de inspección por rayos X resultan imprescindibles en las líneas de producción. Existen diversas variables que se deben tener en cuenta para conseguir la configuración óptima. La colaboración con un socio experto permite garantizar la detección y el rechazo eficaces de los contaminantes de vidrio, lo que protege la reputación de la marca y, lo que es más importante, la seguridad de los consumidores.