La cuádruple cámara térmica
2 de febrero de 2012
En la planta de fabricación de lubricantes de Cepsa (Lubrisur) producen una gran variedad de aceites lubricantes para automoción, industria, engranajes o marinos. Esta planta necesitaba modernizar el sistema para el calentamiento de bidones de aditivo, para lo que se pensó en la adquisición de una cámara de calentamiento.
Para el diseño del equipo se tuvieron presentes dos factores fundamentales: la necesidad de calentar los bidones de aditivo a distintas temperaturas, cumpliendo estrictamente con las especificaciones dadas por el fabricante de cada aditivo, y de reducir el tiempo de calentamiento de los mismos. Además, los elementos de control de la cámara térmica debían ser comandados por el sistema de control de la planta, dejando evidencia de los parámetros fundamentales de funcionamiento: tiempo de calentamiento o temperatura alcanzada. La cámara tiene capacidad para ocho palés americanos u ocho IBC de 1.000 litros.
Estos requisitos fueron expuestos a los expertos de Denios a los que también se plantearon otros factores como la seguridad y ergonomía en su utilización, eliminación de los vapores, minimización del impacto ambiental y la eficiencia energética. En definitiva, se pretendía disponer de un equipo que aportase una mejora a la productividad de la fábrica y dispusiese de los últimos avances tecnológicos.
La solución: una cámara térmica
El calentamiento se realiza mediante vapor de agua a una presión de 6 bar y se consigue que sea homogéneo en las sustancias mediante la recirculación del aire caliente (convección), ayudado por el aislamiento térmico integral de la cámara. Para conseguir que las sustancias puedan estar a +70 °C, es posible alcanzar una temperatura de hasta +90 °C en el interior de la cámara.
La temperatura se puede supervisar y controlar gracias a una conexión al centro de control de la planta. La cámara térmica está equipada, además, con cubeto de retención integrado y con cuatro puertas batientes aisladas térmicamente que se pueden usar de forma independiente. De esta forma, se disminuye el consumo de calefacción y energía. “La cámara térmica de Denios le ofreció a Cepsa una combinación de primera clase para un calentamiento económico de sus aditivos a la vez que sus trabajadores y el medio ambiente quedaban perfectamente protegidos”, explica la compañía.