Glass de Basf Coatings simula los niveles de CO2 y el coste del pintado de automóviles
La línea de pintado es responsable de más del 60% del consumo energético en una factoría de producción de automóviles. Por esa razón, la reducción de la huella ecológica hasta alcanzar la neutralidad de CO2 es un objetivo fundamental para la industria automovilística. A través de la herramienta Glass, la División Coatings de Basf ofrece un enfoque analítico que genera transparencia y respalda al cliente a la hora de tomar decisiones bien fundadas en lo relativo a soluciones sostenibles para superficies.
Glass es la abreviatura de Global Life Cycle Assessment of Automotive Surface Solutions (evaluación del ciclo de vida global para soluciones de superficies de automóviles). Esto se refiere al cálculo y la determinación del impacto medioambiental tal como las emisiones de CO2 y de los costes generados, para lo que se aplica un enfoque integral de principio a fin. Con respecto a los recubrimientos de superficie de Basf, esto equivale a la cadena del valor desde la extracción de las materias primas hasta llegar al barniz –la última fase del proceso de recubrimiento–, pasando por el pretratamiento. Esta transparencia permite a los clientes obtener mejoras en materia de costes, rendimiento y huella ecológica. La herramienta Glass ha sido verificada por un organismo independiente y cumple los requisitos relevantes de las normas EN ISO 14040 y 14044.
“Una pintura, con sus distintas capas, genera unos 30 kg de CO2 por automóvil producido. No obstante, el proceso de pintado en sí mismo tiene un impacto mucho mayor, llegando al menos hasta unos 150 kg de CO2 por vehículo, lo que corresponde aproximadamente a un tercio del proceso total de fabricación de automóviles”, explica Sabrina Platzek, Vice President Global Marketing Automotive OEM Coatings. “Además de la huella de carbono del producto, también es importante hacer transparente la huella generada en lo que llamamos el área de pintura, así como el consumo de energía y los costes. Solo con una amplia base de datos y una simulación comprehensiva es posible derivar medidas eficaces. Eso es justo lo que podemos ofrecer a nuestros clientes con Glass, facilitando a la vez una fuente de información excepcional para el sector”.
Glass es un modelo adaptado de análisis del ciclo de vida. Este no solamente considera cada uno de los aspectos parciales del proceso de aplicación de una pintura, como por ejemplo un horno o un sistema de recubrimiento determinados, sino que permite a Basf Coatings y también al cliente analizar las influencias medioambientales de todos los componentes esenciales en el proceso de aplicación, todo ello con un enfoque modular que abarca todas las capas. Se tienen también en cuenta las circunstancias específicas de cada región o centro de trabajo, así como las condiciones climáticas locales, el uso de energía y los respectivos procesos de aplicación o las estructuras de producción del cliente. La estructura modular del modelo permite incluir en la consideración y el análisis aspectos parciales específicos o bien la línea de pintado completa.
Además de todo lo dicho, la información completa de los productos, determinada conforme al método de cálculo de la huella de CO2 de Basf, está disponible y lista para usar en la herramienta Glass de Basf Coatings. TÜV Rheinland ha certificado para Basf que su método de cálculo y su presentación de informes de la huella de carbono integral del producto se corresponden por completo con las exigencias del Protocolo de Gases de Efecto Invernadero, las normas ISO relevantes y la iniciativa Together for Sustainability (TfS), una alianza pionera de la industria química.