Empleo de pintura fotocatalítica de base mineral para reducir la contaminación en el túnel de Umberto I en Roma
El túnel de Umberto I es, seguramente, una de las obras más ingeniosas destinadas a facilitar el tráfico por carretera en Roma. Inaugurado en 1902, está sujeto a un denso y continuo tráfico vehicular, que le ganó la fama de ser uno de los lugares más contaminados de la capital. Para revertir esta situación, en 2007 el túnel de Umberto I fue pintado con la primera versión de Airlite, la innovadora pintura creada por Massimo Bernardoni, CTO y co-fundador de Airlite. El propio Massimo Bernardoni nos cuenta cómo fue este trabajo.
En 1981 comencé a trabajar en el negocio familiar, una empresa que produce cal y productos premezclados para la industria de la construcción. Casi por casualidad, a principios de la década de 2000, descubrí que una matriz a base de cemento permanecía estable una vez añadida una partícula capaz de transformar y eliminar moléculas contaminantes, en particular óxidos de nitrógeno. Dos elementos aparentemente incompatibles dieron lugar a un tercer material con propiedades extraordinarias. Esta reacción purificadora, sin embargo, solo era perceptible en la superficie, por lo que los costes de la mezcla eran elevados y su eficacia limitada. Así que me sumergí en el laboratorio durante cuatro años, en un intento de desarrollar esta tecnología.
Cuando alcancé una primera versión satisfactoria de Airlite, alrededor de 2005, ansiaba probarla. Pero no fue fácil: invertí todo mi tiempo y recursos, incluidos los económicos, para superar la desconfianza de la mayoría. Estaba pensando en hacer un regalo a la ciudad de Roma, y después de numerosas batallas e interminables trámites burocráticos, en 2007 finalmente conseguí los permisos para realizar la primera prueba en un entorno real: el Túnel de Umberto I.
Cuando se tomó la decisión oficial de renovar el túnel, en mayo de 2007, se definió un programa de monitorización para evaluar las condiciones de contaminación presentes, para poder compararlas con las posteriores a la intervención. Estas mediciones de gases NO, NO2 y NOx tuvieron lugar a lo largo de tres semanas, entre el 3 de julio y el 20 de julio de 2007.
Para los trabajos de renovación, se retiró el antiguo sistema de iluminación, que ya no cumplía con los estándares, antes de acometer la que resultó ser la fase más compleja: la limpieza de la bóveda del túnel. Se trató una superficie de 9.000 metros cuadrados, usando un detergente para disolver la capa de grasa existente, que fue eliminada mediante un proceso de hidrolimpieza. Solo después fue posible la aplicación de dos capas Airlite, una pintura fotocatalítica de base mineral: de color gris para la base de la bóveda, hasta 1,80 metros de altura, y de color blanco para el resto, y la instalación del nuevo sistema de iluminación, que tenía la doble función de dar luz al túnel y activar Airlite.
De acuerdo con el estándar italiano específico (UNI11247), la pintura de Airlite tiene una capacidad fotocatalítica muy alta (eliminación de más de un 90% de gases NOx después de 60 minutos). Además, esta pintura presenta muy buen comportamiento en términos de capacidad de autolimpieza, que se ha determinado a través del test de medición del color a base de Rodamina-B.
El nuevo sistema de iluminación tiene la doble función de dar luz al túnel y activar Airlite.
El tipo de iluminación se eligió teniendo en cuenta una curva de referencia, derivada de pruebas experimentales para la determinación de la disminución fotocatalítica de los elementos con base mineral, como muestra del grado de disminución de los gases NOx. Este nuevo sistema de iluminación es capaz de activar el proceso fotocatalítico: la luz blanca es dirigida hacia la bóveda del túnel, para obtener un efecto de iluminación homogéneo.
La reapertura del túnel tuvo lugar el 8 de septiembre de 2007. La monitorización del Túnel Umberto I estuvo definida por CTG, y en conformidad con gestores del municipio de Roma (Departamento de Actividades Medioambientales). En general, se llevó a cabo durante el día, entre las 8:00 de la mañana y las 18:00 horas de lunes a viernes, y en cada una de las campañas se efectuó, además, una medición nocturna.
Siguiendo las condiciones de la monitorización realizada antes de los trabajos entre el 3 y el 20 de julio de 2007, se realizó una segunda entre el 25 de septiembre y el 10 de octubre del mismo año.
Cabe mencionar que los valores diarios registrados por las estaciones fijas oficiales de la ciudad de Roma durante el día (8:00 a 18:00 horas) fueron más altos durante la campaña de monitorización posterior a la restauración del túnel (las tres semanas en septiembre y octubre de 2007) que durante el periodo de tres semanas durante el que se realizaron las mediciones previas a los trabajos, según datos oficiales de ARPA Lazio, la Agencia Medioambiental Regional del Lazio, encargada de supervisar la polución de Roma.
La evaluación preliminar de los datos obtenidos parecía confirmar la actividad descontaminante fotocatalítica de la pintura de base mineral aplicada en el túnel. En total, se estimó una reducción de hasta un 51% de los valores de gases NOx, un 25% de los valores de gases NO, y un evidente descenso de los picos de contaminación, considerados extremadamente peligrosos para la salud.
Cuando se tomó la decisión oficial de renovar el túnel, en mayo de 2007, se definió un programa de monitorización para evaluar las condiciones de contaminación presentes, para poder compararlas con las posteriores a la intervención.
Lo que sucedió fue sorprendente, incluso para mí: con la primera medición científica, se registró que el túnel había reducido en un mes más del 51% de la contaminación del aire en su interior. La gente que no había caminado por el túnel durante años había regresado para tomar posesión de él.
En el estudio se tuvieron en cuenta las condiciones específicas del propio túnel, como su longitud y el hecho de que el aire circula por él a gran velocidad. Esto podría influir en el tiempo de contacto entre las partículas del aire y la pintura, necesario para el efecto de absorción. Por ello, los efectos anticontaminantes son más evidentes en túneles más cortos. Se tuvo en cuenta, además, que la eficacia del efecto fotocatalítico disminuye al aumentar la distancia de la pared. Según el estudio, que se realizó sobre una sección transversal del túnel, se consigue que alrededor de un 50% del volumen total del aire resulte tratado.
Y como final, una última anécdota: Hace algunos años, algunos artículos de prensa empezaron a mostrar cierta hostilidad hacia el proyecto. Se quejaron de la aparición de manchas negras que arruinaban la apariencia del túnel, acusando de mala calidad a la pintura utilizada. Después de una revisión, la verdad salió a la luz: las arañas, que como se sabe tienden a anidar en lugares limpios, se habían asentado en el túnel. Las telarañas, a diferencia de la superficie pintada, no eran capaces de repeler la suciedad, y por eso el arco blanco del túnel estaba salpicado de manchas negras.
Hoy, más de 11 años después de la aplicación de Airlite, las paredes sig uen limpias, cuando en cualquier túnel se vuelven negras después de sólo un año.
