Residuos vegetales para la mejora de la conservación de pescados y mariscos
El proyecto AGRI-RESVAL, liderado por la Universidad de Vigo, propone el empleo de residuos agrícolas como fuente de nuevos compuestos antioxidantes (AOs) naturales, para su empleo como inhibidores de la oxidación lipídica de productos pesqueros, a fin de preservar su calidad alimentaria, sus propiedades organolépticas y prolongar su vida útil, respondiendo al reto de implementar la economía circular en el sector.
El objetivo general del proyecto es la obtención y aplicación de extractos naturales ricos en antioxidantes procedentes de descartes y desechos agrícolas, en concreto de la albahaca (Ocimum basilicum), para el aumento de la vida útil y la calidad de productos congelados de la pesca y el marisqueo gallegos, que sufren oxidación lipídica durante su conservación.
El grupo operativo encargado de este proyecto está formado por un equipo multidisciplinar compuesto por Néboda Farms, la Universidad de Vigo (grupo AgroBioTech for Health), la Fundación Empresa Universidad Gallega (FEUGA) y, como entidad subcontratada, Grupo Nueva Pescanova.
Este proyecto está financiado por las ayudas para la ejecución de proyectos innovadores de los grupos operativos de la Asociación Europea de la Innovación (AEI), cofinanciadas con el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) en el marco del Plan estratégico de la política agraria común (PEPAC) 2023-2027 y gestionado por la Consellería del Medio Rural.

Con un presupuesto total de 140.000 €, los investigadores emplearán un sistema de cultivo vertical de interior (Vertical Indoor Farming) para lograr elevadas producciones de vegetales, optimizadas gracias a la exhaustiva monitorización de las condiciones de cultivo, a fin de incrementar el perfil de antioxidantes.
Este modelo de producción de AOs naturales encaja con el objetivo transversal de la Política Agraria Común, ya que supone un enorme salto cualitativo en cuanto a la modernización de los sistemas agrarios y facilita su acceso a la innovación, digitalización y trazabilidad. Además, la producción se llevará a cabo sin emplear suelo fértil, reduciendo el gasto de agua y fertilizantes, y empleando fuentes de energía renovables y tecnologías de captura de carbono que permitirán a las plantas incrementar la calidad y rendimiento de los cultivos.
Una respuesta al aumento de la demanda de productos ricos en Omega3
Como explica la profesora Sonia Losada de la Universidad de Vigo, el proyecto surge “en un contexto de creciente demanda de productos ricos en ácidos grasos poliinsaturados como el Omega3”, una tendencia que “se espera que siga aumentando a medida que los consumidores sean más conscientes de los beneficios de consumir este tipo de productos”.
La profesora señala que estos ácidos poliinsaturados “son nutrientes esenciales que nuestro organismo no es capaz de producir y deben obtenerse de la dieta”, estando presentes, sobre todo, en pescados y mariscos. Pero el procesamiento y conservación de estos alimentos “representa uno de los grandes retos de la industria alimentaria, ya que estos ácidos poliinsaturados son muy susceptibles a procesos de oxidación lipídica, cuyo resultado es la aparición de malos olores o sabores desagradables y la consiguiente pérdida de calidad nutricional y propiedades organolépticas de los alimentos”. Esto, en consecuencia, genera rechazo por parte de los consumidores, un aumento del desperdicio y una altísima carga medioambiental, así como importantes pérdidas económicas para el sector.
Por ello, destaca Losada, “es de vital importancia para la industria encontrar estrategias efectivas para retrasar estas reacciones de oxidación lipídica”. Uno de los principales es el uso de bajas temperaturas, pero aun así se necesita añadir antioxidantes para frenar esta reacción. La industria habitualmente optaba por los antioxidantes sintéticos, pero en los últimos años “se está investigando para encontrar formulaciones naturales a partir de plantas”, una estrategia que también contribuye a encontrar un segundo uso a los residuos y descartes agrícolas.
Así, el proyecyo Agri-Resval, además de generar antioxidantes naturales capaces de inhibir la oxidación lipídica de pescados y mariscos, en este caso cangrejos, permitirá aprovechar los descartes del cultivo de alfabega en la empresa Néboda Farms. Las previsiones de la compañía son que esta iniciativa les permitirá reducir “1,2 toneladas de restos anuales de la parte aérea de la planta y 0,9 toneladas de raíces”, tal y como destaca Samuel López Novoa, responsable de I+D.

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Diferentes fases pilotadas por diferentes socios
El objetivo final es establecer, por primera vez, un sistema innovador de valorización de los residuos del sector agroalimentario y de mejora de la preservación de productos de la pesca, incrementando la competitividad de estos dos sectores clave.
Para lograrlo, el proyecto incluye diferentes fases y cada una de ellas será pilotada por uno de los socios. En la primera parte, que comenzó a desarrollarse en enero, Néboda Farms se encargará de la evaluación para obtener, cultivando en las condiciones más adecuadas previamente estudiadas, los residuos vegetales de interés con diferentes perfiles químicos. Se seleccionarán los extractos naturales provenientes de diferentes partes de la planta con mayor actividad antioxidante que permitan inhibir al máximo la oxidación lipídica de los productos derivados de la pesca y del marisqueo sin modificar sus propiedades organolépticas. Primero, se validará la eficacia antioxidante de en productos pesqueros congelados a escala de laboratorio y, posteriormente, a escala industrial.
Una vez contados esos residuos se pasará a una segunda etapa, coordinada por el grupo AgroBiotech para la Salud de la Universidad de Vigo, que llevará a cabo toda la investigación y desarrollo experimental relacionado con la preparación de los residuos para la extracción y todas las técnicas que se utilizarán para obtener una gama de extractos con diferentes composiciones y concentraciones.
Pescanova tendrá el papel de cliente final en este proyecto, siendo el encargado de aplicar los antioxidantes al cangrejo de río en su planta de producción y monitorizar el estado del producto en los diferentes momentos. Así, Pescanova proporcionará datos reales sobre la eficacia de los productos desarrollados en las fases anteriores del proyecto. Durante el transcurso del proyecto, Feuga será la encargada de organizar todas las actividades de difusión y transferencia.
