4 escenarios para el sector pesquero de la UE en 2050
El objetivo del informe, realizado por un consorcio que ha consultado a pescadores y otros interesados, es explorar los cambios que puede afrontar el sector para responder a los retos y servir como base de reflexión con vistas al Pacto Europeo de los Océanos y la evaluación del reglamento de la política pesquera común (PPC), según señala el Ejecutivo comunitario.
“Los resultados de la investigación ‘Fishers of the Future’ (Pescadores del Futuro) nos ayudarán a afrontar nuestro mayor desafío: cómo garantizar la competitividad y la sostenibilidad a largo plazo del sector pesquero”, indicó el comisario de Pesca y Océanos, Costas Kadis.
Añadió que “conforme definamos nuestra política en los próximos meses, debemos tener en cuenta las tendencias y los posibles desafíos descritos y aprovechar este conocimiento para garantizar un sector próspero y un entorno marino saludable para las generaciones futuras”.
Los cuatro escenarios establecidos tienen en cuenta el alcance del cambio climático y de la biodiversidad en los ecosistemas marinos y la demanda de los consumidores en el marco de la dinámica del mercado.
El estudio examina el futuro papel de los pescadores en la sociedad hasta 2050.
El primero dibuja un panorama en el que el sector prospera de manera responsable, después de que la industria pesquera de la UE se haya adaptado a los desafíos, lo que garantiza unas reservas pesqueras estables y una fuerte demanda de consumo de pescado sostenible. Ello lleva a un “mercado favorable“gracias a los altos estándares y la trazabilidad, que aseguran”una ventaja competitiva”. También las políticas de apoyo a los pescadores ayudan a una industria resiliente.
Por su parte, el segundo escenario parte de un impacto importante del cambio climático y una reducción de las reservas pesqueras que lleva al aumento de la competencia y las disputas por los escasos recursos. En ese contexto, sigue la fuerte demanda de pescado capturado en la UE debido a su calidad y sostenibilidad, pero los altos precios empujan a los consumidores a alternativas más baratas creando una división del mercado y los pescadores “afrontan un panorama desafiante con recursos limitados”.
El tercer escenario parte de impacto moderado del cambio climático, lo que ayuda a tener unas reservas pesqueras estables, pero prevé una reducción del poder adquisitivo de los consumidores, lo que favorece las importaciones de pescado más baratas y las proteínas alternativas. En esa situación, los pescadores se verían obligados a innovar y especializarse en mercados nicho para seguir siendo competitivos.
Por último, el cuarto escenario augura una escasez de poblaciones pesqueras y una baja demanda de pescado europeo. En este caso, la combinación de fuerte impacto del cambio climático con una reducción de las reservas pesqueras y los cambios en las preferencias de los consumidores hacia proteínas alternativas crean la “tormenta perfecta” para la industria pesquera, en particular para la flota pequeña y muchas comunidades afrontan dificultades socioeconómicas y un futuro incierto mientras que la flota a gran escala se ve forzada a consolidarse para sobrevivir.
El informe concluye que, en este momento, cada uno de los escenarios es posible y alerta de que “algunos implicarían importantes adaptaciones de políticas o cambios geopolíticos”.
La Comisión considera que los escenarios muestran las vulnerabilidades y oportunidades del sector, “proporcionando información valiosa para los responsables políticos y las partes interesadas”.
Para responder a los retos, el informe apunta entre otros objetivos a la necesidad de promover la resiliencia a nivel global, apoyar la transición tecnológica y digital, mejorar la competitividad del mercado así como los mercados locales y promover la trazabilidad para diferenciar los productos de la UE en los mercados globales.
