El 89% de españoles pide más información sobre el pescado y el marisco que consume
Una encuesta realizada por la organización Oceana revela que el 89% de la ciudadanía española exige más información sobre los productos del mar procesados que consume, como el atún en conserva, las sardinas o los calamares a la romana. Mientras que en el caso del pescado fresco y congelado los requisitos de información al consumidor que se aplican son estrictos, para los productos procesados y aquellos que se sirven en restaurantes los ciudadanos europeos se encuentran desamparados.
España es el segundo país de la Unión Europa que más pescado consume. El resto de los países analizados por Oceana (Bélgica, Francia y Chipre) también están entre los primeros puestos de este ranking.
Así, el 89% de los consumidores entrevistados destacó como importante saber más sobre las especies utilizadas en el pescado y marisco procesado, mientras que al 84% le gustaría ver cómo se pescaron estos productos. El 87% tuvo interés en saber de dónde proviene el pescado procesado que consume. Más del 80% se mostró preocupado por conocer el impacto de las artes de pesca utilizadas en los ecosistemas marinos, además de por conocer si las especies consumidas estaban sobreexplotadas. Disponer de esta información básica permitiría a la ciudadanía tomar decisiones sostenibles e informadas a la hora de comprar marisco y también en restaurantes y servicios de restauración colectiva, establecimientos exentos de esta obligación.
La directora de la campaña de pesca ilegal y transparencia de Oceana en Europa, Vanya Vulperhorst, explica que “los consumidores han hablado, y las cifras demuestran que quieren saber más sobre el pescado que comen. Conocer el origen, la especie y el método de captura del pescado y marisco que consumimos es crucial para tomar decisiones informadas. Esto permitiría evitar el pescado de poblaciones sobreexplotadas, asociadas a prácticas ilegales o medioambientalmente insostenibles y condiciones de trabajo poco éticas. Pedimos a la Comisión Europea que escuche a los ciudadanos y exija más información sobre los productos del mar procesados en el mercado de la UE”.
También, a la hora de comprar pescado, saber más sobre la sostenibilidad de los productos del mar podría aportar a los consumidores datos sobre el impacto medioambiental, como el riesgo de daños al fondo marino o de capturas accidentales de especies protegidas, como tortugas o delfines.
Por todo ello, Oceana insta a la Comisión Europea a revisar el Reglamento de la Organización Común de los Mercados (OCM), ley que establece los requisitos de información a los consumidores de los productos de la pesca y la acuicultura, para:
- Ampliar su alcance de forma que se incluyan los productos del mar procesados. Se debería exigir información básica, como la especie, el origen, el arte de pesca, el país donde está registrada la embarcación, y el método de producción, para todos los productos.
- Exigir que en todos los productos del mar conste información científica en materia de sostenibilidad. Actualmente, no hay requisitos a nivel de la UE para facilitar información sobre la sostenibilidad de estos productos, como el estado de la especie en cuestión, lo que hace que los consumidores identifiquen los productos sostenibles con criterios claros y objetivos.
- Ampliar su alcance de forma que se incluya el sector de servicios alimentarios. A los operadores de restauración colectivas, hoteles y restaurantes se les debería exigir que faciliten información a sus clientes sobre la especie, el origen, el arte de pesca y el método de producción del pescado y marisco que consumen. En el marco de la legislación comunitaria, el sector de servicios alimentarios solo está obligado a facilitar información sobre alérgenos.
Anteriormente, Oceana publicó un informe que analizaba 64 productos del mar procesados de diferentes supermercados españoles que demostraba falta de transparencia. La organización concluyó que, para la mitad del pescado vendido en España -segundo mayor consumidor de productos del mar de Europa-, es imposible tener información clave, como el nombre de la especie, el origen o el arte de pesca utilizado. Para abordar la cuestión, Oceana ha creado el movimiento Follow the Fish, que reclama más información para los consumidores en todos los productos del mar.