El apetito y la presencia de los inversores extranjeros aumentan en la pesca española
La compra por la canadiense Cooke del 80% de la emblemática Nueva Pescanova, actualmente en negociación, ejemplifica el interés de los inversores foráneos de los últimos años en la industria pesquera española, en ámbitos como el congelado, la conserva o la acuicultura.
Las patronales de armadores (Cepesca), conserveras (Anfaco-Cepesca) y de la acuicultura (Apromar) han confirmado a Efeagro esa tendencia, que atribuyen al “atractivo” del país por su posición pesquera y a la necesidad internacional de proteína, en un contexto en el que la oferta alimentaria es cada vez más cara.
La propia empresa matriz de Cooke ya posee en España la empresa acuícola Culmarex, con sede en Águilas (Murcia) e instalaciones en Almería.
Los responsables del sector también apuntan al interés de otro tipo de inversores ajenos al mar, como fondos de capital privado o ‘private equity’, españoles o extranjeros, que quieren apostar por la industria alimentaria.
Firmas de congelados y conservas
La gallega Iberconsa, que también pujó por Nueva Pescanova, es el segundo operador del pescado y marisco congelado en España –según el ranking de la publicación especializada Alimarket–; la mayor parte de la empresa pertenece al fondo estadounidense Platinum Equity.
La conservera Albo, vinculada a Vigo, fue comprada en 2016 por el grupo chino Shanghai Kaichuang Ocean Resources.
El fondo PAI Partners, una de las principales firmas europeas de capital privado, tiene una participación mayoritaria de la vasca Angulas Aguinaga, mientras que uno de los principales grupos pesqueros del mundo, el japonés Maruha Nichiro, está en el accionariado de la empresa valenciana de congelados Inlet Seafish.
Líderes del Mediterráneo en acuicultura
El grupo acuícola Avramar, con sede en la Comunidad Valenciana y orígenes greco-españoles, tiene entre sus accionistas a Amerra Capital Management LLC y Mubadala Investment Company, y es considerado un líder en la producción de pescado blanco de granja en el Mediterráneo. Cultiva dorada, lubina, corvina y pargo rosado y se trata del "único productor que opera en toda la costa mediterránea, desde el este de Grecia hasta el oeste de España", con 80.000 toneladas anuales de producción, según fuentes de Avramar.
Pero la presencia foránea en las piscifactorías españolas es visible en otros negocios como Culmarex, que compartirá propietario canadiense con Nueva Pescanova.
La productora de rodaballo y lenguado Stolt Sea Farm es propiedad de los noruegos Stolt Nielsen.
El Grupo Piszolla, con sede en Alba de Tormes (Salamanca) pertenece al proveedor francés de trucha Aqualande, la misma nacionalidad de los fundadores de otra criadora de trucha y esturión Caviar Pirinea, en Barbastro (Huesca).
Noray Food, criadora de langostinos en Medina del Campo (Valladolid), fue fundada por un noruego.
Opinión de la flota y de las empresas
El secretario general de Cepesca, Javier Garat, ve positiva la irrupción de inversores extranjeros y de fondos privados en las empresas pesqueras, porque significa que “hay futuro“ en la obtención de lo que llama ”la proteína animal más saludable”.
Del otro lado, las empresas armadoras de la flota nacional operan en aguas de todo el mundo, se expanden en el exterior y constituyen empresas mixtas pero en este punto Garat manifiesta que “lo que hay que intentar es que la Unión Europea (UE) les deje seguir pescando con bandera española y deje los impedimentos”.
El gerente de la patronal de acuicultura Apromar, Javier Ojeda, subraya que España es un buen sitio para hacer negocio “a corto plazo“ dentro de las ”inversiones verdes o azules para la producción de alimentos”, por su situación geográfica y por el número y la alta formación de expertos y de universidades. Pero Ojeda ha advertido de que aunque toda inversión sea “bienvenida“ es importante que las decisiones empresariales se tomen aquí en España y ”sobre el terreno”, por directivos españoles.
En cuanto a las conserveras, fuentes de Anfaco han resaltado que se trata de un segmento con negocios familiares pero ha aumentado la internacionalización y la inversión extranjera, con Galicia como zona receptora, por aglutinar el mayor número de empresas. “El trabajo y la solidez de nuestro tejido industrial puede ser atractivo para la inversión extranjera que, de producirse, debe suponer una apuesta por el empleo y por el territorio”, según Anfaco.