Cada español redujo un 9% su compra de alimentos y gastó un 2% menos en 2022
El consumo de alimentos y bebidas sigue bajando y se sitúa ya en 586,78 kilos o litros por persona, lo que supone una caída del 8,9% en un año; el gasto destinado a estas compras baja también, pero sólo un 2% para situarse en los 1.589 euros per cápita.
Así se desprende del último informe a noviembre de 2022 del Panel de consumo alimentario en los hogares del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), que compara el periodo de diciembre de 2021 a noviembre de 2022 con los doce meses anteriores.
El documento señala que, a cierre de este año móvil, los hogares en general redujeron las compras de alimentación y bebidas en un 8,7%, y el movimiento ascendente del precio medio del 7,6% contrajo la facturación del mercado agroalimentario un 1,7%.
Por productos, los hogares españoles adquirieron menos cárnicos, un sector que un año perdió el 12,8% del volumen debido a una menor compra tanto de carne congelada (20,6%) como fresca (13,9%) y transformada (8,8%).
Las familias redujeron igualmente la compra de productos de pesca (15,2%), con evolución desfavorable para el pescado del 15,7%, ya sea en fresco (16,4%) o congelado (12,4%).
Y a cierre de año móvil noviembre 2022, el volumen del sector lácteo retrocedió un 6,9%, al bajar el consumo tanto de leche líquida (6,4%), como de derivados lácteos (7,5%).
En sentido negativo igualmente la compra de otros productos básicos de alimentación como es el caso de pan (7,1%), huevos (7,9%), azúcar (17,6%) y legumbres (4,2%).
Según los cálculos del Gobierno, también perdió presencia en los hogares el aceite, un 9,5% en concreto, pero consiguió cerrar con una facturación un 23,9% más alta, debido a que su precio medio crece de manera “muy notable” durante estos doce meses, al apuntarse un alza de casi el 37%.
El documento subraya igualmente la “fuerte contracción en la demanda de productos frescos”, con caídas en volumen de un 12% para frutas frescas y de un 13,2% en hortalizas y patatas frescas. Hay variaciones negativas que superan el doble dígito en el caso de cebolla (13,2%), o en caso de col y judía verde.
Se aprecia una caída en el consumo de frutas transversal para casi todos los tipos, a excepción de nectarina, aguacate y arándano que incrementaron sus compras ligeramente un 2,9%, un 0,8% y un 19,2% respectivamente. Coincide con el fuerte descenso de sandía (25,2%), piña (23,8%) y cerezas (18,1%).
En el caso de las bebidas, ningún segmento consigue mejorar las cifras de hace 12 meses. Así, el agua de bebida envasada y el segmento de gaseosas y bebidas refrescantes y cervezas reducen sus compras en un 2,1%, 6% y 7,5%, respectivamente. La compra de vino y derivados, sidra y bebidas espirituosas merman por encima del doble dígito.