Nuevo modelo de sanidad para lubina que valida prácticas preventivas
En el marco del proyecto Red FISHHEALTH, CTAQUA continúa trabajando en el desarrollo de modelos in vivo de sanidad animal para especies de alto valor comercial frente a agentes patógenos de alta incidencia en su cultivo, tales como Photobacterium damselae subsp. piscicida, Vibrio anguillarum o Vibrio harveyi.
"Los últimos resultados obtenidos nos han permitido estandarizar un modelo de infección por baño para lubina (Dicentrarchus labrax) frente a Tenacibaculum maritimum, bacteria filamentosa con gran repercusión en el cultivo de esta especie. Además, seguimos trabajando en el desarrollo de un modelo por cohabitación con este mismo agente patógeno. Los resultados son hasta el momento muy prometedores”, destaca Jose Cabello, jefe del departamento de desarrollo experimental de CTAQUA.
En los últimos años, el área de Sanidad Animal de CTAQUA se ha especializado en el desarrollo de diferentes modelos de infección con distintos patógenos con alta incidencia en acuicultura en distintas especies acuícolas de interés. Los procedimientos estandarizados incluyen la infección por inyección intraperitoneal (IP) y por baño, y permiten validar cualquier tratamiento.
Cabe recordar que en 2022, CTAQUA puso en marcha una nueva sala de patología para el desarrollo de modelos de sanidad animal enfocados en los patógenos de mayor interés para las especies del sector acuícola en España. Además, esta sala está preparada para trabajar en la validación de nuevas estrategias de prevención, diagnóstico y control de enfermedades detectadas a lo largo del proceso productivo.
Esta nueva sala está ubicada en las instalaciones de CTAQUA en El Puerto de Santa María, en una zona independiente del edificio. Consta de 3 sistemas RAS completos dedicados a pruebas de sanidad animal. “Tenemos 2 sistemas de 15 tanques de 150 litros cada uno, y un tercer sistema de 15 tanques de 400 litros cada uno. Todos los sistemas están diseñados para trabajar con especies de agua dulce y salada, así como con un amplio rango de temperatura para mantener especies de aguas frías y templadas. Y contamos con todos los requerimientos necesarios para garantizar el cumplimiento de nuestros protocolos de bioseguridad y seguridad medioambiental”.
Resultados del proyecto
En la Figura 1 se muestran los resultados obtenidos en un estudio de dosis-respuesta llevado a cabo tras varios ensayos preliminares que implicaron diferentes pruebas de infección por baño. Tras la exposición al agente patógeno, las lubinas (Dicentrarchus labrax) de 10 g de peso fueron estabuladas en los tanques de un sistema RAS (Recirculation Aquaculture System), controlándose todos los parámetros de cultivo a lo largo de la prueba.
Para las pruebas de cohabitación los peces que actuaron como vectores de infección fueron expuestos al patógeno y, después, pasaron a los tanques del sistema donde se estabularon junto con los cohabitantes en un ratio 1:1 y a una densidad de 10 kg/m3.
Figura 1. Función de supervivencia Kaplan-Meier en peces infectados por baño a distintas concentraciones de T. maritimum (1x106 ufc/ml, 1x105 ufc/ml y 1x104 ufc/ml). Logran test a un nivel de confianza del 95%.
Las pruebas demuestran que existe una relación entre la dosis de T. maritimum y el porcentaje de mortalidad, siendo este mayor a medida que se aumenta la concentración. Gracias a su estandarización a través de varios estudios de dosis-respuesta, los modelos permiten exponer a los peces de estudio a una concentración bacteriana determinada, la cual causa un cierto porcentaje de mortalidad a lo que facilita testar un tratamiento a la dosis letal (DL) deseada (Dang et al., 2021). Concretamente, para este aislado en lubinas de peso se utilizaron concentraciones bacterianas entre 1x106 y 1x104 ufc/ml.
Para la prueba mediante infección por cohabitación también se obtuvo un porcentaje de mortalidad de los cohabitantes. En este caso, además es relevante el día post-infección en el que tuvieron lugar las bajas. A una concentración de 1x108 ufc/ml, a las 24 horas habían muerto todos los peces infectados y todos los cohabitantes; a 1x107 ufc/ml también murieron todos los peces a las 24 horas pero no se consiguió un 100% de mortalidad entre los cohabitantes hasta que transcurrieron 72 horas post-infección; en el caso de 1x106 ufc/ml, las bajas de los cohabitantes tuvieron lugar entre las 72 y las 96 horas post-infección, muriendo finalmente solo un 57,14% de los cohabitantes (Figura 2).
Figura 2. Porcentaje de mortalidad acumulada de peces infectados a distintas concentraciones de T. maritimum (A: 1x108 ufc/ml, B: 1x107 ufc/ml y C: 1x106 ufc/ml) y cohabitantes.
Con estos resultados, los investigadores concluyeron que los peces infectados con este aislado actúan como vectores de infección en un ratio 1:1. “En siguientes pruebas será interesante confirmar estos resultados y analizar si el método se puede optimizar modificando algunas variables como el ratio o la densidad de los tanques.