La FAO ve mejoras en la pesca mediterránea pero todavía hay un 73% de especies sobreexplotadas
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha constatado una mejoría en el estado de la pesca del Mediterráneo, pero ha advertido de que un 73% de las especies comerciales están aún sobreexplotadas.
La Comisión General de Pesca del Mediterráneo (CGPM) de la FAO ha presentado en un evento retransmitido virtualmente su último informe sobre el estado de estos caladeros y del mar Negro (SoMFi, por sus siglas en inglés) en el que ha destacado que la explotación excesiva ha disminuido en el último decenio.
Sin embargo, ha alertado de que la presión pesquera es “el doble“ de lo considerado sostenible y, por ello, ha subrayado la necesidad de adoptar medidas ”más firmes” para ordenar los caladeros.
España ocupa el quinto puesto entre los países con más flota en el Mediterráneo, con unas capturas de 70.600 toneladas en estas aguas, por las que factura 400 millones de euros, lo que representa un 10% del total en volumen y valor, según la FAO.
El secretario general de la CGPM, el español Miguel Bernal, ha destacado en declaraciones a Efeagro la importancia de revertir la tendencia a la disminución de los recursos marinos, pero también ha señalado que la sostenibilidad debe ser social y que hace falta tener en cuenta y ayudar a los pescadores para que no se sientan “golpeados” y abandonen el sector.
La producción pesquera mediterránea ha disminuido un 15% desde 2020, debido al covid-19 y también los ingresos y los empleos en el sector, según el estudio de la FAO.
Bernal también ha recalcado que entre las pesquerías que han mejorado figuran aquellas a las que se están aplicando planes plurianuales de gestión, como la merluza, caso en el que ya hay “indicios de recuperación de biomasa”.
En España, la flota mediterránea está sometida a un plan plurianual aprobado por la Unión Europea (UE) que reduce los días de los barcos en el mar y que afecta principalmente a lo arrastreros.
La FAO estima que el Mediterráneo y el mar Negro comprenden una de las regiones pesqueras más explotadas, pero “se han mostrado compromisos de gestionar los recursos de manera eficaz" y, según Bernal, está calando cada vez más una ”cultura” de lucha contra la pesca ilegal.
La flota española del Mediterráneo tiene futuro si se transforma, según la FAO.
La pesca en el Mediterráneo y Mar Negro genera 2.900 millones de dólares anuales (2.800 millones de euros) y medio millón de puestos de trabajo.
Uno de cada 1.000 residentes costeros del Mediterráneo trabaja en la pesca y en algunas zonas esa cifra puede ser hasta diez veces mayor, mientras que en España la media estaría en un pescador por cada 500 habitantes de las zonas del litoral, según Bernal.
La FAO ha alertado del envejecimiento de los tripulantes, pues más de la mitad tenía más de 40 años en 2020 y solo un 10% tenían menos de 25 años, una tendencia que está “empeorando”.
Las pesquerías en pequeña escala representan el 82% de las embarcaciones y el 59% de los puestos de trabajo, pero los salarios de la flota artesanal son normalmente inferiores a la mitad de los de los pescadores en barcos industriales; los precios son mayores en la parte occidental.
La CGPM está formada por 23 Estados miembros y España participa en todos sus programas de investigación; entre ellos uno se ocupa de la gestión del voraz (besugo) en el estrecho de Gibraltar; además este organismo tiene una oficina técnica en Málaga.
Esta comisión está implicada en diez planes plurianuales de ordenación pesquera y ha fijado zonas restringidas que contribuyen a mejorar la conservación de las poblaciones.