Envases ‘activos’ con propiedades antimicrobianas y antioxidantes para alimentación

'Desarrollo de envases activos con aditivos naturales obtenidos de residuos agroindustriales - Natal', es el nombre del proyecto de creación de envases activos, con características antimicrobianas o antioxidantes, a cargo de la Alianza Ceide, integrada por siete centros tecnológicos. Una investigación que nace como respuesta a las nuevas tendencias de los consumidores, que demandan alimentos procesados con las máximas garantías de calidad y seguridad alimentaria. En opinión de fuentes de Anfaco-Cecopesca, uno de los centros integrantes, el origen de este proyecto es fruto de las exigencias del mercado y en concreto, del consumidor. La iniciativa gira alrededor del estudio de aditivos naturales, destacando los obtenidos a partir de algas marinas procedentes de las costas, para diseñar envases activos con diversas propiedades. La investigación estudia el comportamiento de las interacciones envase-alimento, siendo su principal campo de aplicación los productos de la pesca y la acuicultura. Los envases empleados se producen incorporando las moléculas activas obtenidas a partir de residuos agroindustriales y marinos. “Lo novedoso de este proyecto se halla en las propiedades que presentan determinados extractos marinos y agroindustriales, en los diferentes métodos de incorporarlos al envase, así como en el resultado final (interacción y propiedades) del conjunto envase-alimento”, puntualizan desde Anfaco-Cecopesca. “Para ello, todos los centros tecnológicos participantes, tanto del ramo de la alimentación como del envasado, –matizan– cuentan con una gran experiencia en la extracción de sustancias naturales activas procedentes de productos agroalimentarios y marinos, y también en el desarrollo de todo tipo de envases. Por ello, la calidad y el número de resultados esperados son muy halagüeños”.

Desde Anfaco-Cecopesca, se acumula amplia experiencia en el desarrollo de proyectos enfocados a la optimización y desarrollo de nuevos sistemas con los que mejorar cualquier aspecto relacionado con el envasado. Por ejemplo, desde la optimización del control de cierres, el empleo de visión artificial, la determinación de los parámetros de seguridad que requieren los envases de apertura fácil, etcétera. Incluso iniciativas como el desarrollo de envases activos específicamente diseñados para el almacenamiento de pescado y el desarrollo de técnicas moleculares que permitan evaluar su efectividad. Respecto a productos vinculados a la pesca, Anfaco-Cecopesca aplica, desde hace tiempo, tecnologías de envasado. Por citar algunas, cabe destacar las tareas relativas al desarrollo de envases activos y películas comestibles en el marco de los proyectos: ‘Desarrollo de envases activos con propiedades antioxidantes, de resistencia térmica y mecánica que eviten la degradación de los compuestos grasos de los alimentos procesados, ‘Desarrollo de películas y recubrimientos comestibles con base proteica para la conservación de productos de la pesca y la acuicultura’.

Aunque desde Anfaco-Cecopesca se insiste en que los envases activos constituyen una gran apuesta de futuro para cualquier empresa del sector de la alimentación, en especial la pesca y la acuicultura. Desde el centro tecnológico explican el porqué. “A lo largo de la Historia, el sector ha apostado por la innovación en los productos como una de las grandes bazas que garantizan su competitividad. Esta puede ser una de las principales herramientas de futuro, dado que permitiría crear nuevas gamas e incluso nuevos conceptos de alimentos”. Además de la peculiaridad de estos mercados, habituados a servirse de nuevas tecnologías, la legislación actual es muy estricta en cuanto a las sustancias y materiales que pueden estar en contacto con los alimentos, según fuentes de Anfaco-Cecopesca. “Nuestra investigación se centra en la extracción de sustancias naturales alternativas a las sintéticas que se usan para entrar en contacto con los alimentos. Y que, además, ofrezcan la máxima garantía de seguridad para el consumidor”, reconocen. “Dichas interacciones entre envase y alimento –razonan– estarán sujetas a las directrices establecidas en el Reglamento (CE) 450/2009 que describe las sustancias y materiales en contacto con los alimentos”.

La finalidad del estudio es la de obtener un envase activo, que proporcione propiedades (antioxidantes y antimicrobianas) que actúen como barrera frente a las reacciones propias del deterioro del alimento. Así se obtienen productos más seguros y de mayor vida útil. Este proyecto se divide en dos partes. La primera, aborda la influencia de diferentes sustancias de origen natural en los alimentos y cómo incorporarla, a través de diferentes técnicas, a los envases plásticos. “Una vez determinadas las sustancias que aportan los mejores resultados y validado el conjunto envase-alimento, se determinarán, en una segunda fase, los parámetros más viables para implantar este tipo de envase a escala industrial. De manera que no supongan costes adicionales excesivos sobre los actualmente empleados”, reflexionan desde Anfaco-Cecopesca. Por otra parte, a la hora de seleccionar los compuestos que presentan propiedades antioxidantes y antimicrobianas se han tenido en cuenta aspectos importantes como el coste y la disponibilidad de los mismos. Un esfuerzo investigador que, tal y como aseguran en Anfaco-Cecopesca, conllevará años de trabajo por parte de todos los centros implicados.