Investigadores españoles consiguen aumentar el crecimiento del camarón un 113% gracias a la mejora genética
El conocimiento, la experiencia y el know how de los investigadores del Grupo de Investigación en Acuicultura (GIA) del Instituto Universitario de Investigación en Acuicultura Sostenible y Ecosistemas Marinos (IU-ECOAQUA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) están proporcionando grandes resultados a la empresa ecuatoriana BIOGEMAR del grupo ALMAR en el crecimiento mejorado del camarón.
Fruto del proyecto de colaboración entre la empresa sudamericana y la ULPGC, denominado ECUANARIA, los animales criados en las camaroneras crecen entre los 2,5 y los 3,2 gramos por semana, cifras muy por encima de los 1,5 gramos del crecimiento medio de esta especie en Ecuador, el mayor exportador de camarón de todo el mundo. Datos que representan un crecimiento mejorado que se sitúa entre el 66 y el 113% y que, en los próximos cuatro años permitirá reducir aún más los ciclos de cultivo y que el camarón alcance su peso óptimo para la comercialización en solo 33 días de engorde, cuando en la actualidad se logra en 84 días.
Unas cifras que, para Juan Manuel Afonso López, profesor de mejora de Genética Animal en la ULPGC e investigador principal del proyecto que lidera el IU-ECOAQUA en el Parque Científico Tecnológico Marino de Taliarte (PCTM), son “muy satisfactorias y un camino a seguir para el sector del camarón en Ecuador”.
Este crecimiento mejorado duplica la tasa media del país latinoamericano, que fortalece con ello su liderazgo mundial, y supone poner antes en el mercado el producto con respecto a los competidores, minimizando, además, los costes fijos asociados a la producción y mejorando la conversión de los animales al utilizarse menos kilos de alimento para producir los mismos kilos de carne, apunta el investigador de la ULPGC.
La producción del camarón en el Ecuador se estratifica en laboratorios de maduración (donde los reproductores de élite son apareados para producir huevos fecundados viables), laboratorios de larvario (donde los huevos fértiles son desarrollados hasta completar su desarrollo larvario; PL12, postlarva de 12 días), camaroneras (donde las postlarvas son engordadas hasta talla comercial, los 18 gramos) y empacadoras (donde los langostinos son clasificados por tamaño y calidad y empaquetados para su exportación y comercialización a Europa, América y Asia).
Es de reseñar que la producción, además de estar estructurada por sus fases biológicas, también lo está por los momentos de su venta, asociados con los crecimientos. Los animales se venden en dos fases: la larvaria, con post-larvas de 12 días (estadio PL-12), y la de engorde en la que los ejemplares se cultivan a los 18 gramos de peso.
“Los PL-12, que son producidos en las empresas denominadas ‘laboratorios’ con un peso medio de ~3 mg, se venden a otras empresas para su engorde y cosecha a los 18 gramos. Las post-larvas de nuestro proyecto industrial alcanzan ese peso (~3mg) unos 4 días antes que la competencia”, explica Afonso López.
En el caso del engorde, añade el investigador de la ULPGC, éste se mide en gramos por semana. Mientras que la media nacional está en los 1,5 gramos por semana, los del proyecto industrial de BIOGEMAR llegan a doblar esta cifra (entre 2,5 y 3,2 gramos por semana).
Dos millones de euros para el desarrollo de este programa en la ULPGC
El grupo ALMAR es una corporación que lleva 40 años desarrollando en Ecuador el cultivo del camarón y cuya producción anual alcanza las 100.000 toneladas, lo que representa un 12 por ciento de la producción total del país andino, integrando en su oferta todos los estadios de la producción industrial de langostino blanco o camarón a través de sus empresas BIOGEMAR (maduración y larvario) y PRODUMAR y LIMBOMAR (camaroneras).
Justamente, la vicerrectora de Investigación y Transferencia de la ULPGC, Marisol Izquierdo López, y el citado investigador Juan Manuel Afonso López firmaron recientemente un contrato de Investigación, Desarrollo y Transferencia con su filial BIOGEMAR, representada por el presidente del Grupo ALMAR, José Antonio Lince Rendón, para el desarrollo de un Programa de Mejora Genética mediante metodología BLUP para la producción de camarón o langostino blanco. El contrato suscrito entre la ULPGC y la corporación latinoamericana asciende a 660.451,89 euros, en el marco global de un proyecto cuyo importe está estimado en algo más de 2 millones de dólares.
De este modo, BIOGEMAR se convierte en la primera empresa a nivel global que traza la mejora del crecimiento y la calidad morfológica y nutricional del camarón, mediante la metodología BLUP, que se emplea ya en la mejora genética de peces y animales domésticos terrestres como aves (pollos cárnicos y gallinas ponedoras de huevos) y mamíferos (cerdos y vacas de carne y leche).
En este proceso, la ULPGC y BIOGEMAR han determinado los puntos críticos del sistema de producción y elaborado simuladores empíricos para la optimización de los procesos de selección de reproductores de élite. Consiste en la elaboración de un gran número de familias de élite, la cría de las mismas familias en diferentes condiciones industriales, la evaluación y selección de los reproductores con los mejores genotipos para el crecimiento, la supervivencia y la calidad, y finalmente el cruzamiento dirigido de los reproductores de élite con menor parentesco.
El acuerdo entre ambas corporaciones sirve, además, de ampliación a uno suscrito con anterioridad en 2017 con el IU-ECOAQUA, integrando en este renovado convenio a otros equipos de los institutos universitarios de la ULPGC IDeTIC (Miguel Ángel Ferrer Ballester), SIANI (Adrián Peñate Sánchez) y TIDES (Juan María Hernández Guerra), con el objetivo de desarrollar varios softwares específicos para la empresa ecuatoriana que propiciarán que BIOGEMAR sea más eficiente en sus procesos de evaluación e integración de la mejora genética en la producción del camarón.
El proyecto, cuya gestión se realiza a través de la Fundación Canaria Parque Científico y Tecnológico de la ULPGC, incluye desde tareas de investigación - con el estudio de caracteres de resistencia a enfermedades, la calidad de la carne del camarón, su morfología y la fortaleza del sistema inmune -, hasta la puesta en marcha de distintos programas que permitan determinar la calidad morfológica.
Además de la transferencia del ‘know how’ y la implementación de softwares específicos, el desarrollo del proyecto contempla un modelo bioeconómico que facilite la estimación de valores económicos en índices de selección sintéticos multicarácter, así como la automatización de procesos y uso del CPD, mediante el uso del Machine Learning.