Las ventas veraniegas de pescado caen por la falta de turistas extranjeros
Las ventas de pescados han subido en el litoral y en algunos pueblos turísticos, pero el consumo en España es inferior al del verano pasado –una media del 30%, según el comercio tradicional– por la caída de compras para el hogar y, especialmente, la ausencia de visitantes extranjeros.
Las patronales de minoristas tradicionales (Fedepesca) y de empresas de gran consumo (AECOC) constatan un incremento del consumo de productos del mar y de la acuicultura en las costas y un retroceso en el interior, típico de la época estival, pero la pandemia sigue frenando la venta.
La directora de Fedepesca, María Luisa Álvarez, declara a Efeagro que, en general, el despacho de pescado es un 30 % inferior al que las pescaderías registraron el verano de 2020, con “las ciudades bastante vacías" y un descenso superior en urbes como Madrid. Álvarez explica que la oferta de pescados y mariscos en España es superior, pero”no hay turismo extranjero“y eso significa”muchos millones de personas” que no los consumen.
Señala que los ciudadanos “están saliendo más” a comer o a cenar, con la desescalada, y empiezan a viajar, pero que eso no compensa la ausencia de visitantes extranjeros; además de que los españoles ingieren menos pescado cuando acuden a establecimientos hosteleros que cuando se quedan en el hogar.
A este respecto, detalla que dentro del consumo de alimentos frescos en España un 30% procede de bares y restaurantes, pero en el caso de pescados y mariscos ese porcentaje baja al 14%, con la excepción de autonomías como Andalucía o Galicia, con más tradición gastronómica marinera en hostelería.
Por ello, para los pescaderos es importante el consumo de los ciudadanos que acuden a segundas residencias a veranear o que alquilan viviendas o apartamentos.
Los precios de todos los pescados han subido, salvo la anchoa, la sardina y bonito, de acuerdo con Fedepesca. La responsable de productos del mar de AECOC, Ángels Segura, resalta el crecimiento del consumo de especies en temporada como el bonito, de especies menudas y de artículos fáciles de preparar como las brochetas.
En cuanto a las preferencias, “crecen los pescados de preparación más simple, como los aptos para frituras, plancha y barbacoa, y los transformados para las ensaladas, como los palitos de cangrejo, y aperitivos, como las anchoas en conserva y mariscos como los langostinos, las gambas, mejillones y camarones”, según la representante de AECOC.
Segura indica que el desplazamiento de ventas a lugares de costa condiciona la organización de las tiendas, tanto en su planificación de compras como en el personal disponible; los consumidores prefieren en esta época del año concentrar sus compras en las tardes, más que las mañanas.
Entre enero y junio, las empresas de gran consumo –que agrupa a la gran distribución– vendieron productos pesqueros por valor de 2.147,9 millones de euros, un 0,5% más que el primer semestre de 2020, según datos de la consultora IRI facilitados a Efeagro.
"El verano abre paso a un mayor consumo de refrigerados frente al pescado fresco y congelado”, según el director de clientes de IRI, Antonio Khalaf, quien atribuye esta tendencia a la "relajación de restricciones” y a la preferencia por los platos ligeros. Coincide en que los pescados preferidos son sardinas, boquerones y bonito, pues en esta última especie, más de la mitad de las ventas anules corresponden al verano.Por otra parte, Khalaf remarca que la expansión de la venta de pescado por Internet, que ha crecido mucho desde la pandemia, se frena y pierde peso respecto a otros meses. Achaca este freno al cambio de hábitos y a que el consumidor, que viaja más, prefiere acudir a la tienda física porque la venta por Internet requiere una localización fija para poder recibir los pedidos.