Peces con mejor sistema inmunitario gracias a la harina de insecto
Mejorar la alimentación en acuicultura y la eficiencia de los piensos mediante fórmulas que incluyen proteína de varias especies de insecto, reemplazando parcialmente la proteína de pescado, es el objetivo en el que se encuentra inmerso el Centro de Acuicultura del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACYL), y que ya ha conseguido no sólo mejorar el sistema inmunitario y antioxidante de los peces, sino también conseguir crecimientos más óptimos.
El proyecto INSECTMEAL, que lidera el ITACYL y financia el Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas (INIA), sigue mostrando resultados reveladores respecto a la evaluación de dos harinas de insectos diferentes y su aplicabilidad como fuente de proteína alternativa en la alimentación de la trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss).
Así, tras un primer ensayo, cuyos resultados se han publicado en la revista internacional especializada en el sector Aquaculture Nutrition, se ha demostrado que la sustitución de hasta un 30% de la harina de pescado, correspondiente a un 10% en la dieta, por harinas procedentes de los insectos mosca soldado (Hermetia illucens) y gusano de la harina (Tenebrio molitor), logra un crecimiento óptimo de los peces, con una mejora en la digestibilidad de la proteína en el caso del gusano de la harina. Las dietas con harina de insecto estimularon los sistemas inmunitario y antioxidante de los peces, posiblemente debido a la acción de la quitina de los insectos.
Se han evaluado los efectos sobre el crecimiento, salud y calidad del pescado en especies de peces de interés comercial como la trucha arcoíris.
Federico Melenchón, coordinador del proyecto, destaca que “además de los resultados en trucha arcoíris, se han llevado a cabo estudios paralelos en dos especies acuícolas de interés comercial: la tenca (Tinca tinca) y la dorada (Sparus aurata), con la participación de las Universidades de Almería y Granada, con una gran experiencia en alimentación acuícola”.
Dentro de este mismo proyecto, se ha llevado a cabo un ensayo en truchas de tamaño comercial, tras el cual se realizó una serie de análisis organolépticos, en la que participaron diversos catadores experimentados. Los resultados revelaron que no había diferencias entre los peces alimentados con harina de pescado o con harina de insecto, tan sólo una leve disminución en la intensidad del color en el filete del pescado alimentado con un 18% de harina de insecto.
Por ello, el Centro de Acuicultura seguirá analizando el potencial de esta materia prima con nuevos ensayos in vivo y estudiando los biomarcadores para optimizar dietas, prácticamente libres de proteína y aceite de pescado.
Pero ¿cómo puede realmente ayudar al sector este proyecto? “Las empresas que ya producían este tipo de harinas tendrán informes técnicos de la aplicabilidad de esta materia prima en acuicultura. Además, el sector podrá trabajar con dietas más sostenibles, de calidad y rentables y ofreceremos soporte a nuevos emprendedores para la producción de insectos, así como fortalecimiento de la competitividad de los productores de trucha arcoíris, un sector importante en Castilla y León y en España en general”.
El siguiente paso es “seguir estudiando los insectos con el fin de optimizar la formulación de las dietas que incluyen materias primas alternativas al uso de harina y aceite de pescado para hacer las empresas aún más eficientes y competitivas, y más sostenible la acuicultura”, concluye Melenchón.