Las reservas marinas ayudan a recuperar la merluza del Mediterráneo
Las reservas marinas, donde no se puede pescar, están contribuyendo a recuperar en pocos años en el Mediterráneo especies fuertemente expuestas al impacto de la pesca, como la merluza, según un estudio del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona.
El trabajo, que publica la revista Fisheries Research, ha constatado que el efecto de la reserva favorece especialmente a los individuos juveniles y contribuye a un aumento de sus capturas, especialmente de la merluza (Merluccius merluccius) alrededor de la zona donde se prohíbe pescar en el Mediterráneo.
La merluza se considera una especie sobreexplotada en algunos puntos de la parte más occidental del Mediterráneo, donde se han establecido algunas zonas de veda precisamente por este motivo. Según el estudio, alrededor de zonas de la reserva donde no se puede pescar la merluza, el número de capturas de juveniles tiende a aumentar, lo que indica que se está produciendo lo que técnicamente se conoce como efecto ‘spillover’, es decir, hay una exportación de peces fuera de la reserva debido al incremento de peces dentro de la misma.
“Los resultados del estudio coinciden con los de otras investigaciones que constatan que el efecto 'spillover' de una reserva de pesca puede incrementar hasta un 20% la captura de las especies comerciales alrededor de la misma, promoviendo así la sostenibilidad de las especies y de la pesquería”, explica la investigadora del ICM-CSIC Laura Recasens.
Para hacer el estudio, los investigadores combinaron datos de las barcas de pesca de más de 12 metros de eslora y recogieron información diaria sobre la ubicación geográfica donde hacían sus capturas, con datos de las capturas diarias de merluza de las barcas de arrastre del puerto de Roses (Girona). Así, pudieron evaluar el efecto de las reservas pesqueras sin tener que muestrear dentro de la zona protegida y, por tanto, sin perturbar el hábitat en proceso de restauración.
Luego, compararon los datos de las capturas antes del establecimiento de la reserva con los datos recogidos a los tres años del establecimiento del coto alrededor del mismo, lo que ha permitido comprobar que las reservas marinas contribuyen a la recuperación, incluso, de comunidades fuertemente expuestas al impacto de la pesca.
Según los investigadores, esta metodología se puede ir repitiendo año tras año para ver el efecto de las reservas sobre esta y otras especies. También sirve para identificar cambios en la demografía de la especie de pez estudiada.
Los biólogos del ICM han destacado que las reservas marinas desempeñan un papel importante como laboratorios para impulsar nuevas medidas de conservación y son clave para concienciar a la sociedad de la necesidad de proteger mares y océanos. Sin embargo, hay pocos estudios como este en zonas profundas de la plataforma y el talud que hayan comprobado que la protección es realmente efectiva, ya sea porque aumentan la resistencia de las comunidades a los impactos derivados de, por ejemplo, la actividad pesquera o el cambio climático, o porque aceleran su recuperación.