La frecuencia de consumo doméstico de pescados frescos desciende hasta 1,7 veces por semana
El sello de origen Crianza de Nuestros Mares ha confiado en la consultora GfK para la realización de un sondeo para conocer la evolución del consumo de pescados frescos en los hogares españoles. Algo que el distintivo creado para reconocer las doradas, lubinas y corvinas procedentes de su cultivo en las costas españolas realiza cada año, con el objetivo de acercarse a los consumidores.
Durante la semana del 4 al 11 de enero de 2021, la compañía de investigación de mercados GfK llevó a cabo 1.005 entrevistas a una muestra representativa de la población española, tanto por su distribución geográfica como por su configuración socio económica. Tras el análisis de las respuestas obtenidas durante las encuestas, realizadas con personas de todo el país, se ha obtenido una instantánea del estado actual del consumo de productos del mar frescos en los domicilios españoles.
Las autoridades sanitarias, a través de la AESAN, recomiendan que la presencia de pescados y mariscos en cualquiera de sus formatos (frescos, congelados o conservas, marinos o fluviales) alcance una cantidad entre tres y cuatro raciones por semana. En lo que respecta al consumo de pescados frescos, los resultados estadísticos que se devengan de la extrapolación estadística del universo configurado por el sondeo de GfK, arrojan un notable descenso con respecto a las cantidades recomendadas por las autoridades encargadas de velar por la salud pública.
A nivel nacional, la media de consumo de pescados frescos en los hogares españoles registra un nuevo hito en su tendencia descendente. El año pasado, el mismo muestreo realizado sobre los hábitos de consumo arrojó una cifra de 2 veces a la semana, cantidad que en 2021 se reduce a 1,7 raciones. Los ciudadanos de nuestro país conocen las ventajas nutricionales de la incorporación de pescados a su alimentación. Siete de cada diez españoles, el 73, %, afirma que le gustaría superar la barrera de las dos raciones de pescados frescos a nivel doméstico semanales, cosa que no hacen, en un 65,4 por ciento de los casos, por razones económicas. En las franjas más desfavorecidas de la población, este porcentaje se eleva hasta el 76,8%.
El perfil del consumidor más intenso de pescado fresco en casa, que llega a las dos raciones semanales, sería un hogar residente de las zonas Norte, el nivel socio económico alto/medio-alto y medio y con hijos. Por el contrario, los segmentos de población más alejados los forman los domicilios de personas con un nivel socioeconómico bajo/medio-bajo, sin hijos, de la zona noreste y entre 50 a 65 años.