La venta de marisco online triplica sus cifras durante el confinamiento
El ecommerce está viviendo su sueño dorado. Después de años creciendo a doble digito y, en algunos subsectores incluso por encima del 30%, la crisis del coronavirus ha supuesto un salto hasta el infinito en algunos sectores. Con la hostelería cerrada y con las tiendas de alimentación percibidas como un riesgo muchos clientes se han volcado en la compra online de productos gourmet.
En muchos sectores, el ecommerce se ha convertido en la única forma para adquirir ciertos productos. Pero la realidad es que no se ha transferido el consumo físico al online, sino que los patrones de consumo han cambiado.
Este cambio de patrones de consumo también ha variado desde el inicio del confinamiento. Al principio fue el boom de los equipamientos deportivos, del mobiliario para montar la oficina en casa, de productos de limpieza y primera necesidad, de los juguetes. Luego se ha ido produciendo un cambio semana a semana. Empezó a crecer la decoración y el do it yourself (DIY), y ahora vuelve la venta de ropa y moda con el inicio de las salidas de casa.
Pero hay una tendencia que es común a todos los sectores. El hogar se consolida como el centro de nuestras vidas, nuestro refugio, nuestro lugar de ocio y de compartir con seres queridos. Todo indica que la tendencia de que el hogar gana importancia en nuestra vida profesional y personal se va a mantener mucho tiempo.
Por eso todo lo que sea comida a domicilio, preparada o no, está en crecimiento porque no es un sustitutivo de la compra de otros productos de alimentación. Es un sustitutivo de todo el ocio en general, de ir al teatro, a cenar, a un concierto… Cualquier cosa que pudiera ser una celebración, para un cumpleaños, un aniversario, o una simplemente cita.
Todo eso se traslada al hogar y los productos gourmet son la estrella para esa celebración. En España la gastronomía une, celebramos todo alrededor de una mesa. Cambiar eso ya sería demasiado. Así que se mantiene, lo único que ahora en consumo será más en casa y menos fuera.
“Hemos visto un cambio sustancial, triplicando las cifras habituales. Antes teníamos muchos clientes recurrentes, clientes que ya compraban online; ahora nos han llamado mucha gente que era su primera vez, que tenían dudas sobre el transporte, sobre el producto”, señala Pablo Mourelos, responsable de Mariscos O Grove. “No hay placer más grande que cuando luego te escriben un comentario diciendo lo bien que ha llegado todo o cuando ves que al cabo de unas semanas vuelven a comprar”.
Nadie duda ya de que la venta online ha venido para quedarse. Aunque cambie la situación, los nuevos compradores ya han descubierto una forma de tener producto de primera calidad directamente desde el mar en su casa a un precio competitivo.