Dispositivos agregadores de peces biodegradables en el Pacífico Oriental
La flota atunera española y la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) han firmado un acuerdo para experimentar, en un periodo de entre 12 y 14 meses, dispositivos agregadores de peces (FAD, por sus siglas en inglés) biodegradables en aguas del Océano Pacífico Oriental. El acuerdo contempla el despliegue de nuevos dispositivos no enmallantes y degradables desarrollados por nuestra flota, en colaboración con el instituto tecnológico Azti y la Fundación Internacional para la Pesca Sostenible (ISSF).
El acuerdo firmado entre CIAT y Opagac (Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores) implica la realización de pruebas, a lo largo de 2019, de los nuevos dispositivos para evaluar su viabilidad. Los 14 barcos de OPAGAC que operan en aguas del Océano Pacífico Oriental, se comprometen a desplegar los nuevos prototipos de BIOFADs junto con los No Enmallantes (NEFADs) que se usan ahora, para evaluar su capacidad de concentrar atún y su duración y viabilidad económica. Además, OPAGAC se compromete a facilitar toda la información de seguimiento de dichos BIOFADs, tal y como ha establecido el personal científico de CIAT.
Materiales y prototipos del proyecto de BIOFADs.
Esta nueva generación de dispositivos desarrollados por la flota española, denominados BIOFADs, deben cumplir con los requisitos de ser no enmallantes (NEFADs), es decir, no incorporar mallas de red ni en su estructura de flotación o bolsa ni en su estructura sumergida o rabo. Y, además, no utilizar materiales sintéticos de ningún tipo -con la excepción de su boya satelital y los marcadores destinados a su identificación-, ni químicos, tales como pinturas, gomas, resinas u otros pegamentos que puedan resultar tóxicos para el entorno marino, lo que le añade la característica de Biodegradables (BIOFADs), consiguiendo con esto minimizar su impacto en el ecosistema, eliminando el enmalle de especies sensibles como tortugas y tiburones, y reduciendo la contaminación con materiales artificiales.
Asimismo, los nuevos BIOFADs deben ser lo suficientemente duraderos, entre 6 y 12 meses, de acuerdo con las necesidades variables de cada flota y área de pesca, y estar fabricados con materiales de fácil acceso, además de tener un coste razonable.
El acuerdo da cumplimiento a las directrices de CIAT y las recomendaciones de su Comité Científico y Asesor sobre la utilización de FAD no enmallantes (NEFADs) y degradables (BIOFADs), y en el que participan otros armadores ecuatorianos, así como AZTI e ISSF.
Para OPAGAC, este acuerdo es un paso importante para garantizar una pesquería selectiva y sostenible. Cabe recordar que Opagac fue pionera en este campo con la puesta en marcha, en 2015 junto a Azti e ISSF, de un proyecto de I+D para el desarrollo de nuevos dispositivos FAD no enmallantes (NEFADs), tanto en aguas del Océano Índico como del Atlántico; y de proyectos piloto con BIOFADs en el Índico cofinanciados con la UE y coordinados por la Comisión de Túnidos del Océano Índico (CTOI) desde 2017. Todas estas acciones se enmarcan en el Proyecto de Mejora de la Pesquería (FIP) que OPAGAC desarrolla con WWF.
Según Julio Morón, director gerente de Opagac, “el uso de FAD, para facilitar la concentración de los atunes tropicales, es una técnica de pesca centenaria que ha evolucionado de forma notable en los últimos años y, gracias al desarrollo de los denominados NEFADs, registra un impacto prácticamente nulo en el ecosistema. Muy al contrario de lo que argumentan algunos grupos ecologistas y otros dedicados a la pesca de atún tropical con otras modalidades”, -continúa Morón- “la pesca de cerco con NEFADs registra un índice de capturas incidentales cada vez más cercano a cero y, gracias a las nuevas tecnologías de seguimiento y control (FADWATCH), también hemos logrado reducir sustancialmente los riesgos de varamiento. Ahora con la experimentación de los BIOFADs, estamos haciendo un esfuerzo adicional para minimizar el impacto total de la pesca atunera en el ecosistema marino”.