La ‘economía azul’ sostenible satisface la demanda mundial de alimentos y mejora la seguridad alimentaria
Según las predicciones de las Naciones Unidas, en 2050 la población mundial habrá superado los 10.000 millones de personas, hecho que provocará un incremento del 70% en la producción alimentaria y exigirá la implantación de prácticas más eficientes y sostenibles para abastecer la demanda mundial. La pesca y la acuicultura son fundamentales para la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODS) fijados por Naciones Unidas en la Agenda 2030 y son esenciales para la conservación de los océanos, los mares y los recursos marinos y contribuir al desarrollo sostenible, según indican el centenar de expertos reunidos en Madrid en la Conferencia Internacional sobre Sostenibilidad ‘Del mar a la mesa’ organizada por el Consejo de Productos del Mar de Noruega, junto con Innovation Norway y la Embajada de Noruega.
La producción pesquera mundial supera las 180 toneladas anuales, de los cuales la acuicultura representa un 47% del total y un 53% si se excluyen los usos no alimentarios (preparación de harina y aceite de pescado). La acuicultura, que concentra casi el 50% de los productos pesqueros mundiales, ha favorecido el crecimiento del suministro de pescado para el consumo humano y juega un papel fundamental en la lucha contra el hambre.
La acuicultura ha experimentado una importante expansión en los últimos cuarenta años, impactando positivamente en la seguridad alimentaria y la nutrición, generando ingresos, empleo y comercio. Las previsiones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) señalan que el principal aumento de la producción pesquera tendrá su origen en la acuicultura, alcanzando las 109 millones de toneladas en 2030 con un ritmo de crecimiento anual medio del 4 % hasta esa fecha. De la misma forma, se prevé que el porcentaje de especies cultivadas en la producción pesquera, un 47% en la actualidad, supere el de las especies salvajes por primera vez en 2020 y aumente al 54% en 2030.
“Si somos conscientes del margen de maniobra que nos deja el océano para incrementar la producción alimentaria y la capacidad de la acuicultura para hacer frente los retos del milenio, estaremos en el camino de la sostenibilidad en términos medioambientales, sociales, económicos y nutricionales”, afirma Bjorn-Erik Stabell, director del Consejo de Productos del Mar de Noruega en España.
Para hacer frente a la demanda de alimentos de la población en 2030 es preciso aumentar en un 70% la producción de alimentos y optimizar el uso de recursos con el mínimo impacto ambiental. En este sentido, a pesar de que los océanos cubren más de dos tercios de la superficie de la tierra, a día de hoy solo representan el 2% del sustento mundial y menos del 5% de las proteínas.
En opinión de Elizabeth Graham, directora de Pesca, seguridad alimentaria y nutrición de la FAO, “el creciente impacto medioambiental asociado a la producción de alimentos ha impulsado el interés hacia las especies marinas. La acuicultura es una práctica de referencia y sostenibilidad, aunque un tercio de la producción mundial de proteínas procediera de los productos del mar”.
Tal y como se ha puesto de manifiesto en el Seminario Internacional, la acuicultura permite una utilización muy productiva de los recursos, con una producción de alimentos por hectárea muy superior a la de la agricultura o la ganadería.
La acuicultura marina requiere muy poco espacio y recursos para producir una gran cantidad de alimentos. La incorporación de nuevas tecnologías y métodos de cultivo permite a la acuicultura convertirse en una de las industrias alimentarias más respetuosas con el medio ambiente.