Pescado ‘Marca España’
Si bien es cierto que el pescado se presenta en los lineales con carteles identificativos que informan sobre la zona y el método de captura, hasta ahora el consumidor no tenía fácil la identificación del pescado criado o capturado en las costas españolas.
La gran cuestión es saber si el ‘origen España’ aporta o no un valor añadido en el caso del pescado fresco, y en este sentido parece que la respuesta obvia es que sí, porque cuanto más cerca, más fresco.
Sin embargo, en el caso del pescado de crianza, el argumento es mucho más profundo y necesita ser explicado, para que el consumidor pueda reflexionar si merece la pena o no pedir al pescadero en su próxima compra que sus doradas, lubinas y corvinas tengan el sello ‘Crianza de Nuestros Mares’.
España está a la cabeza de la acuicultura europea y es un referente a nivel mundial. Y lo es no sólo por su volumen de producción, o porque sea un país rodeado de costas, sino por otros muchos motivos que quizá el consumidor debiera conocer.
El pescado criado en costas españolas lo hace en unas condiciones absolutamente controladas a diario por técnicos, buzos, veterinarios y expertos que, durante los casi dos años que un pescado de crianza necesita para alcanzar su peso mínimo comercial, están en permanente vigilancia y control de todos los parámetros que afectan a la calidad, especialmente los que tienen que ver con la seguridad del pescado y del consumidor: el tipo de alimentación, el bienestar animal, la calidad del agua…
Los protocolos de trabajo de la industria acuícola española son hoy un referente en lo que a desarrollo tecnológico, manejo de los fondos marinos, sostenibilidad y respeto se refiere.
En este sentido, la Asociación Empresarial de Acuicultura de España (Apromar) cuenta con el sello 'Crianza de Nuestros Mares' que identifica el origen de las doradas, lubinas y corvinas criadas en España, lo que facilita al consumidor reconocer nuestro pescado en el punto de venta.
Crianza de Nuestros Mares no solo garantiza el origen, sino que está sujeto a unos estándares de calidad certificados por Bureau Veritas (líder mundial en servicios de certificación), con unos niveles aún más exigentes que los que establece la normativa tanto española como de la propia UE.
Por todo ello, el consumidor ahora sí que puede fácilmente reconocer las doradas, lubinas y corvinas criadas en nuestros mares y tener la garantía y tranquilidad de consumir el pescado de crianza más fresco y seguro.