El origen del pescado, una garantía de calidad
Recientemente la actualidad ha sacado a la luz la importancia de conocer lo que comemos, de dónde procede y cómo ha sido producido. Es un hecho el que cada vez más se pone de manifiesto la importancia del origen de los productos que consumimos como garantía de calidad. Y es que, si hay algo que es difícil de rebatir, son los altos estándares de los productos agroalimentarios que se elaboran en España.
En este sentido, las Denominaciones de Origen Protegidas han realizado una gran labor para que el consumidor entienda que los sellos de calidad diferenciada le aportan un plus que encierran valores como la sostenibilidad, el desarrollo rural, la conservación de la biodiversidad y de nuestro patrimonio cultural y gastronómico…
Pero, en el caso del pescado fresco, el consumidor se encuentra con una dificultad ya que, el único etiquetado hasta ahora disponible era el que el pescadero muestra junto al precio del pescado con la información obligatoria según Ley. Un etiquetado poco atractivo y difícil de ver o entender en muchas ocasiones.
Hasta hace muy poco no existía un etiquetado llamativo y sencillo que, a golpe de vista, permitiera al consumidor reconocer el pescado fresco con valor añadido como si de una Denominación de Origen se tratara. Afortunadamente, desde hace ya dos años, la Asociación Empresarial de Acuicultura de España (Apromar) ha impulsado un sello identificativo que cuelga del opérculo que cubre la agalla de las doradas, lubinas y corvinas que han sido criadas en nuestros mares.
Así, a través del sello ‘Crianza de Nuestros Mares’, el consumidor tiene muy fácil identificar el pescado que ha sido criado y obtenido en nuestras costas bajo los más altos estándares de calidad, seguridad, respeto medioambiental y generando empleo y futuro para todos.
La frescura de los ingredientes y el sabor del producto, junto a la creatividad y la técnica, son sin duda los aspectos más valorados en la alta cocina. Consultado sobre este aspecto, el chef Miguel Ángel de la Cruz (La Botica de Matapozuelos, 1 Estrella Michelin) reconoce que “la ausencia de buena materia prima empobrece un plato pero, sin embargo, su presencia lo puede elevar a la más alta categoría”. Para De la Cruz, el uso de producto de proximidad que asegure la máxima frescura es esencial en su cocina pues “la filosofía de La Botica es trabajar con productos de cercanía y locales”. En este sentido Miguel Ángel nos comenta “cuando compramos pescados o mariscos, sin duda la mayor garantía de calidad y de frescura es la que nos ofrecen los que proceden de nuestro litoral y por ello, el sello de ‘Crianza de Nuestros Mares’ nos da las garantías de frescura, seguridad y calidad que necesitamos en nuestro restaurante”.
Pocos saben que España es un referente en la producción de pescado de acuicultura a nivel europeo y que nuestro sistema de producción es el más avanzado e innovador de toda Europa. Esto implica que el pescado que se produce en nuestras costas lleva un plus de calidad al que se suma la frescura que proporciona la cercanía. “El sello de ‘Crianza de Nuestros Mares’ garantiza un pescado que lleva tan solo unas horas fuera del mar, lo que supone la máxima garantía de frescura”, añade Ojeda.