Entrevista a Andrés Hermida, secretario general de Pesca
Como secretario general de Pesca reitera la creación de una Ley de Acuicultura que sustituya la actual de Cultivos Marinos y que integre la acuicultura continental. ¿Qué novedades y objetivos perseguiría esta nueva Ley?
Actualmente se está trabajando en un borrador de lo que será la nueva Ley de Acuicultura que actualizará el marco legal existente, recogiendo por primera vez en nuestra normativa la acuicultura continental. Es de esperar que este borrador esté elaborado antes del final de la Legislatura.
Tiene una doble vocación; en primer lugar, servirá como guía para los nuevos acuicultores, de tal manera que puedan comprender todas las implicaciones de esta actividad y, en segundo lugar, servirá como marco general para aquellas Comunidades Autónomas que no hubieran desarrollado una normativa sectorial.
España es el principal país productor de la Unión Europea de productos de la pesca. ¿La sostenibilidad es un punto a favor en nuestra producción o aún tenemos mucho que mejorar?
Apostar por la sostenibilidad en el mundo de la pesca supone, desde nuestras obligaciones, apoyar la recuperación y conservación de los diferentes caladeros, pero también mantener la actividad de la flota y de los siguientes eslabones de la cadena, la industria transformadora y comercializadora, manteniendo y dignificando el empleo en todos ellos.
Para garantizar la sostenibilidad, desde esta Secretaría General se sigue una estrategia basada en tres pilares: el mejor asesoramiento científico posible, el aprovechamiento al máximo los recursos pesqueros para garantizar la mejor actividad socio-económica permitida, en base a esos principios científicos, y un control estricto de las normas.
Esta estrategia que nosotros defendemos cumple plenamente las bases de la Política Pesquera Común; la sostenibilidad debe entenderse desde un asesoramiento científico integral, teniendo en cuenta tanto parámetros biológicos, como información socio-económica de la pesca, la acuicultura y la transformación en general. Debemos así entender la sostenibilidad, en un sentido amplio y justo, para las flotas, las poblaciones de peces y el medio donde ambos se desarrollan.
Estos son los principios por los que apostamos, los que, junto con un enfoque eco-sistémico, permitirán al sector en su conjunto, ser un ejemplo a nivel nacional e internacional.
¿Cómo valora la capacidad productiva de las empresas e instalaciones europeas?
De acuerdo con el último estudio de la DG MARE, de la Comisión Europea, de febrero de 2015, el valor añadido bruto generado por la industria de transformación de la UE alcanzó los 6.000 millones de euros que supone el doble de lo generado por la flota, y cuatro veces lo que genera la acuicultura. Asimismo, esta industria proporciona trabajo a 110.000 personas, una gran mayoría empleo femenino.
Estas cifras muestran la relevancia de la industria comunitaria transformadora de productos de la pesca y de la acuicultura, y consecuentemente la de la industria española ya que es el país más representativo de la UE. Se trata de una industria con gran capacidad innovadora que ha conseguido situarse en un lugar preferente en el mercado internacional. No obstante, debe afrontar la competencia de terceros países y enfrentarse a retos constantes como la integración de sistemas de gestión, la renovación de sus instalaciones y el aprovechamiento de subproductos.
La industria alimentaria es uno de los motores principales de la economía española. El pescado y sus derivados juegan un papel importante, pero aún se sigue decreciendo en algunos ámbitos. ¿Qué debe hacer el sector para conseguir cifras positivas?
Estoy totalmente de acuerdo en que la industria alimentaria es uno de los principales motores de la economía española. Y el pescado y los productos de la pesca y de la acuicultura juegan un importante papel en el marco de dicha industria.
Para poder crecer, la industria debe poner en valor la calidad de los productos y procesos, impulsar las inversiones en nuevas tecnologías que contribuyan a ahorrar energía o reducir el impacto en el medio ambiente, y aquellas inversiones que mejoren la seguridad, la higiene y las condiciones de trabajo.
Asimismo, debe fomentar la inversión en nuevas presentaciones, productos y envases, de acuerdo a las necesidades de los distintos consumidores. La innovación y el desarrollo tecnológico son clave para mejorar la sostenibilidad y continuidad del sector en el panorama internacional.
El nuevo Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (FEMP), fondo de apoyo sectorial, incorpora dentro de sus prioridades, el apoyo a la consolidación de la innovación y el desarrollo tecnológico. Estos proyectos contribuirán a promover un planteamiento estratégico de la I+D+i en todos los sectores de la economía.
La Secretaría General de Pesca mantiene su apoyo también a la innovación y al desarrollo tecnológico a través de una Plataforma Tecnológica Española de la Pesca y la Acuicultura, la PTEPA. Para ello, es imprescindible que el sector apueste por la innovación, opte por modelos económicos sostenibles y rentables, y optimice las ayudas de las distintas administraciones públicas que apoyan estos objetivos.
¿Es la internacionalización una vía de negocio para las empresas españolas? Desde la Administración trabajan para defender al sector español ante el mundo.
La internacionalización es una muy interesante vía de negocio para las empresas españolas transformadoras de productos de la pesca y de la acuicultura, al igual que para la mayor parte de las empresas de alimentación.
Mediante la internacionalización se participa plenamente en el mundo globalizado a través de diferentes factores tales como el acceso a materia prima o recursos laborales más baratos, incremento de cartera de clientes, o diversificación del riesgo.
Desde la Administración española se creó un Comité Sectorial para la Internacionalización del Sector Agroalimentario cuyas líneas estratégicas se definen en torno a cuatro ejes de actuación:
- mejora de la coordinación entre departamentos y administraciones,
- impulso de la formación e información a las empresas exportadoras,
- incremento del apoyo a la exportación y a la implantación en el exterior, y
- apertura y consolidación de los mercados exteriores.
Se constituyeron diversos grupos de trabajo para poner en marcha estas estrategias, y uno de estos grupos es el de productos de la pesca en el que participan conjuntamente el sector y la administración.
Uno de los problemas que atraviesa la industria en Europa es la supuesta mala praxis de algunos países como Tailandia, la denominada pesca IUU. ¿Cree que desde la UE se están llevando a cabo controles suficientes como para garantizar una igualdad de condiciones entre todos los mercados?
España está logrando liderar la lucha contra la pesca IUU. Modificamos recientemente nuestra Ley de Pesca, lo que nos ha permitido iniciativas de transparencia con el sector pesquero español o operaciones específicas –como la operación Sparrow contra la pesca ilegal recientemente iniciada– que hace que nuestro país sea, sin duda, el que realiza una mejor y más eficiente aplicación del control de las importaciones de productos de la pesca procedentes de terceros países.
En este sentido, venimos demandando desde hace tiempo a la Comisión europea la necesidad de una aplicación homogénea por parte de las autoridades de los diferentes Estados.
A Tailandia le fue impuesta la denominada ‘tarjeta amarilla’ en el mes de abril de este año. Este ‘aviso’ debe observarse como un incentivo y le ofrece a Tailandia la oportunidad de adoptar medidas contundentes en los próximos meses para evitar una 'tarjeta roja', lo que supondría la prohibición de importar productos de pesca tailandeses al mercado europeo.
Esperemos que siga el camino de países que se encontraron en esta situación anteriormente, como Corea del Sur o Filipinas, ya que la lucha contra la pesca IUU requiere claramente un enfoque global.
España dispone de una industria potente y competitiva, y lo que demandamos, es una competencia leal con las empresas de cualquier parte del mundo, tanto en la legalidad de las capturas, como en la legalidad de las condiciones laborales, sanitarias etc.
