La demanda de pollo para asador afronta un verano como el de 2022, pero lejos aún del precovid
La venta de pollo para asador, producto de gran reclamo en zonas de playa, fiestas patronales y para barbacoas durante el verano, afronta una temporada estival similar a la del verano de 2022 que ya fue de recuperación frente a la campaña de 2021 pero aún lejos de la demanda anterior a la pandemia.
Es una de las conclusiones que se extrae de la consulta de fuentes sectoriales en mitad de la campaña de verano para este producto que, sin ser el único que sube su demanda en estas fechas, sí destaca por su elevado gancho para el consumidor al mantener una buena relación calidad-precio, según señalan.
Pedro Sánchez es gerente de una empresa mayorista de carne avícola en Mercalicante desde donde vende para toda la provincia y zonas de la Región de Murcia y explica que, en su caso, las ventas de pollo para asar están siendo similares a las de 2022. Hay que tener en cuenta, dice, que el año pasado no fue “boyante” respecto a los años prepandemia pero sí mejores que los dos primeros veranos tras la covid (2020 y 2021). El precio del pollo también está en la línea de hace un año, cuando se situaba entre los 2,75-3 €/kilo.
En su área de comercio, reconoce que tanto el turista nacional como el internacional tiran de la demanda del pollo asador y de los despieces de esta carne de ave. Para la compañía avícola Padesa, las expectativas son “positivas pero sin llegar, en su caso, al verano de 2022 en el que la hostelería y los establecimientos de comida preparada, como los asadores de pollo, tuvieron un repuntoe importante tras la covid. En el conjunto del año 2022, esta empresa vendió un ”15% más de pollo asador" con la mayor parte de las ventas en las zonas de costa.
La Asociación Interprofesional de Carne Avícola (Avianza) detalla que cada mes se producen en el país cerca de 46 millones de pollos, y que la estacionalidad marca el tipo de producto que se vende en el mercado.
El pollo asador se corresponde con un ejemplar de 1,4 kilos de media y su precio de venta al público suele oscilar entre los ocho y los 12 euros.
Junto al pollo, el verano también es época de mayor compra de otras carnes avícolas para barbacoa, como el pavo y la codorniz.
De hecho, esta interprofesional decidió arrancar la temporada estival con una barbacoa de carne de ave en la que desvelaron desde la importancia de una buena preparación, al tipo de cocción y temperatura de la brasa, hasta los distintos cortes y trinchados para finalizar por el emplatado y las diferentes combinaciones culinarias.
Entre ellas, destacaron algunas como lacón de pavo, pechugas braseadas de pavo, pollo al gin tonic y codornices a la viña, ideas que pueden servir para sorprender este verano en reuniones con familia y amigos.