El riesgo de tuberculosis por consumir carne de la UE es “prácticamente nulo”
El riesgo de infectarse de tuberculosis bovina por consumo de carne que siga los trámites legales dentro de la cadena alimentaria en la Unión Europea es “prácticamente nulo” por los controles en seguridad alimentaria, según el experto en enfermedades infecciosas, Antonio Arenas.
Arenas, que es catedrático en la Universidad de Córdoba (UCO), responde así tras la polémica generada por el intento de la Junta de Castilla y León de flexibilizar los controles sobre tuberculosis bovina en esa región que ha llevado incluso a plantear dudas por parte de algunos colectivos sobre la seguridad alimentaria en los alimentos derivados del vacuno y de otros animales.
En declaraciones a Efeagro, Arenas incide en que en la UE “no hay que estar, en absoluto, asustado por el consumo de carne porque se aplican unas exigencias higiénico-sanitarias de las más seguras del mundo”. Este experto aclara que, en el caso de la carne, las inspecciones que hacen los veterinarios en el matadero a las canales hacen que el proceso sea seguro 100%.
Foto de Madie Hamilton en Unsplash.
El único riesgo en España estaría en el consumo de alimentos crudos o insuficientemente tratados que hayan entrado de manera “ilegal” en la cadena alimentaria. Eso puede ocurrir si se consumen lácteos crudos, como quesos caseros obtenidos de un animal positivo; o carne de caza (ciervos o jabalíes) elaborada a nivel doméstico si no se ha tratado con los requisitos higiénico-sanitarios necesarios.
También se pueden detectar casos de tuberculosis bovina por toxinfección alimentaria vinculados a viajeros que comieron algún producto infectado en un país tercero.
Con todo, la incidencia es muy baja porque “sólo el 5%” de los casos de tuberculosis que se dan en personas al año en España procede de animales.
De hecho en España, según los últimos datos oficiales, se dan unos 30 casos al año de tuberculosis bovina en humanos y afecta principalmente al ganadero en contacto directo con una res infectada (contaminación principalmente por vía aérea) o un matarife (contaminación si una herida abierta entra en contacto con alguna lesión infectada de la canal).