Quorn Foods convierte hongos en alimentos listos para consumir
Quorn Foods es uno de los pioneros mundiales en el mercado de proteínas alternativas. Con sede en Stokesley (North Yorkshire, Reino Unido), la empresa ofrece una amplia gama de productos dirigidos a aquellos que desean reducir su consumo de carne. La empresa cuenta con unos 800 empleados y exporta a 17 países de todo el mundo, entre ellos Australia, Sudáfrica y Estados Unidos. Su crecimiento ha sido tal que se ha colocado como una de las 50 marcas más importantes de gran consumo del Reino Unido.
Pero la historia de esta empresa es un poco más antigua que la de sus competidoras. En 1960, Lord Rank decidió buscar una alternativa al consumo de carne en la que no fuera necesaria la ganadería y se propuso encontrar una nueva fuente de proteínas. Tras examinar más de 3.000 muestras, encontró lo que buscaba: descubrió un microorganismo de la familia de los hongos llamado Fusarium venenatum que encajaba con lo que necesitaba.

Después de años de investigación y de mejora de procesos, Quorn encontró la forma de aprovechar las posibilidades de este hongo. “Tomamos una cantidad pequeña de Fusarium venenatum, más o menos del tamaño de una bolsita y, mediante un proceso de fermentación, la dejamos crecer unos días y lo recogemos”, señalan.
Durante este tiempo, el Fusarium venenatum convierte los hidratos de carbono en proteínas, produciendo la micoproteína de Quorn: “Hemos logrado una fuente de alimento rica en proteínas, sostenible, repleta de fibra, baja en grasas saturadas y sin colesterol. Como tal, la micoproteína de Quorn es altamente nutritiva”, indican.

Empezaron investigando con algo menos de 1 gramo y ahora ya trabajan con más de 1.500 toneladas de microproteína en cada ciclo de fermentación. “Es un proceso altamente sostenible y respetuoso con el medio ambiente”, añaden
La empresa afirma que para producir sus alimentos se utiliza un 94% menos de tierra y se emiten un 95% menos de emisiones de carbono que para producir carne de vacuno, aunque también dicen que su objetivo no es que “no se coma carne, sino de hacerlo de una forma más sostenible con el mundo que nos rodea”.