El biogás en España

Sin embargo en nuestro país hay apenas 300 instalaciones de producción de biogás, según el mismo estudio: 174 en depuradoras, 44 en el sector agroganadero, 33 en el sector alimentario, 30 en estaciones de tratamiento de residuos sólidos urbanos, 15 en centros gestores de residuos y 2 en la industria. Todas estas instalaciones autoconsumen el biogás producido excepto la planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos de Valdemingómez (Madrid), la única que también inyecta gas a la red.

Las principales causas de este desarrollo muy inferior a las potencialidades de esta energía hay que buscarlas diez años atrás, cuando en España se potenciaron las energías renovables eólica y solar, incluso mediante primas, pero no el biogás. España llegó a ser una referencia en generación fotovoltaica y eólica, pero el biogás no tuvo el mismo desarrollo. Posteriormente, y coincidiendo con la crisis económica, la legislación se hizo muy restrictiva hacia la autogeneración energética, poniendo peajes y trabas que dificultaban la cogeneración eléctrica a partir de biogás (por ejemplo impedían tener instalaciones generadoras para autoconsumo y a la vez estar enganchado a la red eléctrica) y creaba un clima de temor ante cualquier inversión en autogeneración energética.

Por suerte, la tendencia está cambiando. Ya se permite generar energía y estar enganchado a la red y, aunque todavía faltan medidas concretas de apoyo, la Administración es mucho más favorable a las energías renovables, incluyendo el biogás y existe interés por el desarrollo del biogás no solo en el sector gasista, si no también en otros como la automoción.

Existe interés en el desarrollo del biogás en el sector gasista, que está dispuesto a comprar el biogás que se produzca por digestión anaerobia e incluso financiar las instalaciones para su producción, y en el de automoción, que ha visto crecer un 112% la demanda de vehículos propulsados por GNC a pesar de que apenas hay 50 gasineras en operación (aunque en breve doblarán su número).

Por su parte la Administración es consciente de que el uso de biogás será de gran utilidad para cumplir con los requerimientos del Acuerdo de París, además de aportar no solo energía limpia y renovable, también otros beneficios que facilitan el desarrollo de la “economía circular”.

Por otro lado, empresas como la ingeniería energética Genia Global Energy, que representa en España a la WBA se esfuerzan en divulgar a la industria agropecuaria y de alimentación que el biogás es la única energía renovable que puede usarse para cualquiera de las grandes aplicaciones energéticas: eléctrica, térmica o como carburante y la única que se puede almacenar para usarla cuando se necesita independientemente de las condiciones de viento o insolación, por lo que puede responder mejor a sus necesidades de autoconsumo que la fotovoltaica o la eólica y ha desarrollado el modelo de Smallbiogas de mini plantas que permiten a granjas e industrias generar su propia energía a partir de los residuos que producen.

Se trata, por lo tanto, de un mercado con grandísimas posibilidades de expansión en España..

Como ejemplo España se ha convertido en el primer productor de porcino de la UE, pues engordó y sacrificó más de 50 millones de cabezas el año pasado. Para esta industria, que tiene un problema con la contaminación de suelos y aguas por el nitrógeno de los purines que produce, producir biogás es una alternativa muy rentable que le soluciona en gran medida los problemas de emisiones de nitrógeno, al tiempo que otros como malos olores, moscas, etc. que provocan que las poblaciones rurales rechacen la instalación de macrogranjas, lo que supone una oportunidad evidente para la instalación de biodigestores.

En un escenario en el que la factura eléctrica está disparada (se están marcando máximos históricos en el coste del KWh) la cogeneración a partir de biogás para autoconsumo es una opción altamente rentable a la vez que sostenible para industria alimentaria.

En el país hay empresas con probada capacidad tecnológica para desarrollar plantas de biogás. Como el mercado nacional ha estado prácticamente dormido durante casi una década, empresas locales como Genia Global Energy se han dedicado a desarrollar proyectos en Europa y en otros continentes. Esta compañía ha diseñado la mayor planta de biogás de Europa monosustrato para la compañía Astarta en Ucrania, que se alimenta de la pulpa exhausta de la remolacha azucarera y que permite generar calor para ahorrar el 75% de las necesidades energéticas del proceso de producción de azúcar, y diseña la macroplanta de biogás con 5 biodigestores que se levanta en Evercreech (GB) para Qila, por lo que la capacidad tecnológica y de gestión existe y está probada.

En España hay mercado, oportunidades, voluntad y tecnología por parte de todos los agentes implicados, por lo que es probablemente uno de los mercados europeos más atractivos actualmente para desarrollar proyectos de biogás.

El modelo de Smallbiogas de mini plantas permite a granjas e industrias generar su propia energía a partir de los residuos que producen