Equipos para el procesado de productos sostenibles, higiénicos y seguros
El diseño de un equipo o instalación se considera higiénico cuando incorpora características que reducen o eliminan el riesgo de ser una fuente de contaminación para los productos elaborados, al tiempo que facilita las actividades de mantenimiento, limpieza y desinfección. Disponer de equipos e instalaciones que hayan sido concebidos, diseñados, construidos e instalados según criterios de diseño higiénico, es clave para asegurar de manera eficiente la inocuidad de los productos.
Estudios basados en la metodología del análisis de ciclo de vida (LCA) ponen en evidencia que actualmente uno de los principales retos en la minimización del impacto medioambiental de los procesos alimentarios está relacionado con la limpieza y la desinfección (saneamiento) de los equipos e instalaciones procesadoras de alimentos, una de las operaciones más intensivas en el consumo de agua y energía (relacionado a su vez con la generación de emisiones de CO2 y aguas residuales) y en el empleo de productos químicos (cloro, detergentes, desinfectantes).
Por otro lado, el saneamiento de los equipos e instalaciones en la industria procesadora de alimentos es crucial para la seguridad alimentaria y la calidad del producto final, y por lo tanto un requerimiento sine qua non para la industria. Siendo así, la frecuencia e intensidad de las acciones limpieza y desinfección dependerán de los requerimientos de higiene, de la eficiencia del proceso de limpieza y del diseño de los equipos e instalaciones. Una estrategia preventiva para reducir el impacto ambiental en las operaciones de saneamiento es la mejora del diseño higiénico de los equipamientos utilizados.
El objetivo principal del diseño higiénico es mejorar la simplicidad y los resultados del saneamiento de los equipos e instalaciones, reduciendo y eliminando los puntos críticos de los equipos o instalaciones donde la materia prima o suciedad no puede ser adecuadamente retirada por medio de un proceso estándar de limpieza y desinfección.
Si, además, el diseño permite reducir el impacto ambiental durante el saneamiento gracias a que se requiera una menor cantidad de agua, energía y productos químicos para obtener el mismo nivel de higiene, estaremos hablando de diseño ecohigiénico. Por ejemplo, son diseños que permitan la reutilización de agua, la recolección de vertidos, la reducción de redes de tuberías y conductos, la adecuación del ángulo de recolección de las materias primas, etc.
Un ejemplo de todo ello es el Proyecto ECODHYBAT, desarrollado por Ainia, Amec y varias empresas del sector alimentario, que se puso como objetivo demostrar que el ecodiseño higiénico de los equipos e instalaciones de las industrias alimentarias permite reducir de forma significativa el impacto medioambiental. El proyecto, cofinanciado por el programa LIFE +, demostró con cifras sus hipótesis: el ecodiseño higiénico genera un ahorro medio del 38% en el consumo de agua para la limpieza de equipos.