El equipo participó en la categoría Adventure TT2 con un Toyota Land Cruiser pilotado por Xavier Bohigas y Neus Mir como copiloto

Entre los aficionados a los raids 4x4, ¿quién no ha oído hablar de la Maroc Challenge? Después de muchos años bajando a Marruecos a nuestro aire o en grupo, ya era hora que nos atreviéramos con una prueba en la que, además de la aventura, el buen rollo y la superación personal como esencia, combinara con lo nunca hasta ahora experimentado: el espíritu competitivo, aunque para nada profesional, pero con mucho aroma a competición.

Alentados por nuestros amigos de Percoter Idemo, volvimos a Marruecos como participantes en la Maroc Challenge, una forma diferente de disfrutar, entender y recorrer el desierto del vecino país.

La prueba es totalmente amateur y está abierta a turismos y todo terrenos 4x2 y 4x4, distribuidos en dos categorías, raid y adventure, y a su vez en distintas subcategorías en función del año de fabricación del vehículo y del nivel de preparación.

El equipo Interempresas Sáviat participó en Adventure TT2, todo terrenos con más de 2 modificaciones y más de 16 años, con un Toyota Land Cruiser pilotado por Xavier Bohigas y Neus Mir como copiloto.

Así pues, el viernes 23 de marzo se realizó la salida oficial del raid en la murciana localidad de Jumilla y desde allí los participantes hicieron vía hasta Motril donde, por la mañana temprano del sábado 24, embarcarían con destino a Nador, puerto marroquí que linda con Melilla. El temporal reinante hizo que Nador permaneciera cerrado, por lo que el ferry tomó destino a Melilla donde sí se pudo desembarcar. El primer retraso sobre el horario previsto se acentuó con el lento paso de la frontera de Melilla con Marruecos. A todo ello, sobre las 19:30 se entró en territorio marroquí. Tocaba enlace largo de más de 600 kms para llegar a Erfoud, centro de reunión del raid, lo que se consiguió a altas horas de la madrugada.

Después de un corto descanso tocaba recoger dorsales, instalar el Stella III y pasar las verificaciones.

Por la tarde y después del primer briefing, todos los vehículos se dispusieron a afrontar la etapa prólogo, que daría las primeras clasificaciones y orden de salida de la siguiente etapa.

Fueron 60 kms a cubrir en 2 horas.

Nuestro equipo salió a por todas y cubrió el itinerario en 70 minutos, pues el terreno no revistió dificultades extremas. Un tiempazo. Más de categoría Raid que de Adventure. Clasificación: el 23 en TT2 de 44. El 23? Pero si no lo hicimos mal!! Pues sí, lo hicimos medianamente mal, pues la Maroc Challenge no es una prueba de velocidad, sino de regularidad y cálculo de la velocidad media en función del tiempo que te marca la dirección en cada briefing pre salida.

¿Qué es el Stella III?

Por primera vez, la Maroc Challenge incorporó este dispositivo de seguridad realmente interesante y necesario. Va montado en el salpicadero de cada vehículo con sus antenas correspondientes y conecta a cada participante con la organización de la prueba. De esta manera, cada dorsal está controlado en todo momento. Sirve para alertar de posibles emergencias, tanto médicas como mecánicas, para pedir paso o recibir solicitud de adelantamiento, avisos sobre peligros en ruta y controlar en todo momento los límites de velocidad establecidos por la dirección de la prueba. Es decir, el Stella III es el “ojo que todo lo ve y que todo lo chiva”, pero su incorporación nos parece del todo justificada para seguridad y control de uno mismo.

Los instrumentos de navegación de a bordo con la novedad del Stella III.

Control de entrada al briefing a las 6:55 y briefing a las 7:15 de la mañana. Eso sería así ya cada día, lo que significaba que había que ponerse en pie sobre las 5:30, desayunar y cubrir enlace a un punto marcado por la organización desde donde se darían los últimos consejos, avisos y posibles cambios del G-Book antes de la salida de etapa.

Primera de las etapas en serio. Lo del día anterior fue simplemente una toma de contacto, un paseo. Para nuestra categoría TT2 un total de 291 kms de clasificación y un tiempo de 7 horas para realizarlos. A primera vista, ¡sobrados de tiempo! Pero las dificultades no se hacen esperar: terreno duro y lento al principio, varios límites de 40 por paso de poblados, ríos de arena y alguna que otra zona con dunas cortadas y pasos peligrosos hacen que el tiempo pase y los kilómetros no sumen. Aún así, nos permitimos hacer algunas paradas pensando que vamos bien. Pues tampoco. Los tiempos sin movimiento no suman para la media y en cambio se te comen el general. Sin darnos cuenta advertimos que estamos a más de 100 kms para clasificación y nos quedan menos de 2 horas para entrar en tiempo sin penalizar. Así que la última parte de la etapa apretamos el ritmo muy al límite de no sobrepasar los 80 kms/hora allí donde se pueda (si no, también se penaliza) y haciendo múltiples adelantamientos. Entramos justo en tiempo con un total de 6 horas + una de parados lo que nos aúpa a la posición 16 de la etapa y 17 de la general. Después de todo lidiamos bastante bien la etapa, pero lejos del top 10 que nos gustaría.

Las dunas no se hicieron esperar ya en la segundaetapa de la Maroc Challenge.

Bastante euforia en el equipo Interempresas Sáviat, pues ésta prometía ser la etapa idónea para nuestras condiciones. Básicamente mucha arena en ríos, pozas y dunas. Además, probables tramos bien conocidos por haberlos recorrido ya en varias ocasiones en otros viajes.

Iban a ser 304 kms con un tiempo adjudicado de 8 horas, pero la desgracia se iba a cernir sobre nuestro equipo. Cada día, después del briefing, un speaker, megáfono en mano, va llamando a los participantes en el orden de llegada de la etapa anterior. Nuestro Land Cruiser partía bien posicionado, el 16, pero justo a 25 metros del arco de salida la rótula de dirección izquierda dijo basta y quebró, dejando a nuestro 4x4 totalmente inmovilizado. No tomar la salida es desclasificación automática, por lo que una gran decepción se apoderó del equipo al ver imposible cualquier reparación de emergencia.

A escasos metros del arco de salida de la etapa, la rótula de dirección izquierda del Toyota Land Cruiser del equipo Interempresas - Sáviat se rompió.

Mala, ¡pero en el fondo buena suerte! Romper la rótula en plena marcha y sin aviso es sinónimo de accidente muy grave en función del momento, situación y velocidad. Tocaba ahora grúa y traslado al taller de Erfoud para reparar. La organización, que actuó de forma muy profesional, nos contactó con la grúa y después de que todos los participantes tomaran la salida, también marchó a sus quehaceres con la prueba. Así que nuestro vehículo y nosotros quedamos en medio de un vasto y solitario paisaje como unos elementos inertes más de los que se cobra a diario el desierto.

Finalmente apareció la plataforma grúa que solventaría nuestra sensación de soledad. ¡Pero cuidado con la grúa! A buen seguro, en nuestro país no permitimos que nuestro coche se suba a aquella plataforma de superficie inestable y deforme con un cable de cabrestante deshilachado, eslingas rotas y anudadas… Pero en Marruecos no deja de ser la salvación y es lo que hay. A decir verdad y sea como sea, allí todo va así y así funciona.

Día, pues, de resignación y rabia, con el Toyota en taller para reposición de la rótula y ajustes de tornillería y, claro está, turismo obligado por Erfoud que, ya puestos, tampoco vino tan mal.

Uno de los característicos paisajes por los que discurrió la Maroc Challenge 2018.

Equipo listo para tomar la salida de nuevo, aunque lo haríamos prácticamente los últimos por no haber clasificado el día anterior. Ya era imposible entrar en la clasificación general, pero podíamos disputar las etapas y tratar de afianzar nuestras capacidades y seguir comprendiendo la filosofía de la Maroc Challenge.

Esta era la etapa maratón, la más larga y dura con el tiempo más ajustado: 355 kms a realizar en un tiempo máximo de 7,30 horas. Había que hilar fino, pues. Lograr una media de unos 50 km/h fue algo al alcance de muy pocos a la vista de los terrenos lentos y duros por los que se iba desenvolviendo la ruta, muchos peligros y largos límites de velocidad por cruce de poblados. Además, con el añadido síndrome mental de otra posible avería, la cuestión era no forzar la mecánica y acabar, más cuando para nosotros ya no estaba en juego la general. Esta sería, pues, la etapa que marcaría las diferencias en la clasificación y que dejaría ya entrever a los favoritos de cada categoría con opción a pódium.

Penalizaciones por velocidad y por entrar fuera de tiempo, casi una hora después por problemas con la barra estabilizadora, nos devolvieron a una posición ya conocida en la prólogo: el 23. Por lo menos en la siguiente etapa no saldríamos los últimos.

Después de unos cuantos días de poco descanso, el cansancio y el agotamiento iba haciendo mella en los participantes, más en la categorías de coches donde las dificultades son mayores que para los todo terrenos.

Y para postre, otra etapa tremendamente ajustada y de criba para seguir definiendo los puestos de cabeza. 272 Kms a disputar en 4,30 horas. O sea, una media de 60 km/h. Complicado de conseguir a bote pronto. Pista rápida al principio, pero enseguida vendrían las complicaciones con el paso de unos ratoneros tramos de dunas bajas. Pero la arena es el plato favorito de nuestro equipo y en estas zonas es donde se pudo ganar tiempo a algunos predecesores que tuvieron que echar mano de las planchas.

De nuevo pista rápida fregando los 80 y con alguna penalización por pasarnos, aunque mínimamente, de límite.

A decir verdad, en Marruecos hay un sinfín de pistas, lagos secos, etc., donde pueden superarse fácilmente los 100-120 km/h con vehículos un poco preparados. La Maroc Challenge está limitada muy razonablemente a 80 Km/h con el claro objetivo de garantizar la máxima seguridad y mínimo riesgo de accidente de los participantes. Aún así, en ocasiones y en función de la pista, circular a 80 en plan amateur ya es correr bastante o mucho.

Cubrimos la etapa en tiempo con 4,19 horas lo que significaba que habíamos logrado muy buenos ritmos, pero las penalizaciones nos llevarían a la 16ª posición. Para nada descontentos.

Y así llegaba la última etapa de la edición Spring 2018, que consistía en pura navegación y orientación. La organización marca unos ‘waypoints’ determinados como puntos de control de paso obligatorios y cada cual busca y plantea la ruta que mejor le parece en función de tiempo que se marca. El ‘juego’ consistió en pasar por 13 puntos dispersos en un tiempo máximo de 1,30 horas. El tema navegación también se le da bien al equipo y así consiguió auparse a la 4ª posición de la etapa en categoría TT2. Un buen resultado que compensó con creces el desánimo provocado por la fatídica tercera etapa, que ya quedaba en el recuerdo.

Espectacular vista del desierto.

Otro aliciente muy destacable que tiene cada edición de la Maroc Challenge es su otro objetivo: la alta implicación y colaboración en proyectos de cooperación solidaria. Terminada la parte ‘competitiva’, resultó muy impactante la caravana de coches que se organizó para acercarnos a una kasbah próxima a Erfoud donde las autoridades nos dedicaron una recepción a bombo y platillo. El motivo: hacer entrega de todo el material escolar y ropa que cada equipo llevábamos desde nuestro lugar de origen. Una gran cantidad de cajas y bolsas quedaron almacenadas bajo una carpa para que en los días siguientes los responsables de la asociación local fueran abriendo y distribuyendo por escuelas y a las familias más necesitadas. Quedaban en la retina los rostros de alegría de mayores y, sobre todo, de la multitud de niños y niñas que nos rodearon. Realmente emotivo.

Xavier Bohigas y Neus Mir, del Interempresas - Sáviat Team, al final de la Maroc Challenge 2018. Debajo, acompañados de miembros de otros equipos ganadores.

Desde la kasbah, último enlace al punto de salida de la etapa 6 para culminar el final de fiesta con la entrega de trofeos a los tres primeros clasificados de cada categoría y medalla de recuerdo para todos los inscritos. Desde estas líneas felicitamos a todos los equipos participantes por su, ante todo, espíritu deportivo y compañerismo. Es la principal impresión de esta nuestra primera participación en la Maroc Challenge. Por supuesto, felicitar a nuestros (ya podemos decir) amigos de Pegaso Team de Murcia, vencedores de la categoría TT2 (la nuestra), al equipo Forallac Team que ganó en la categoría TT3, a los vascos del Vespaziko Team que se adjudicaron la categoría Adventure C4, y a Manuel y su hijo, de Soria, que con su Audi A4 Quattro no lograron clasificarse por varias averías. Con todos ellos hicimos muy ‘buenas migas’. Y cómo no, un agradecimiento muy especial para Xavi y Gemma, de Percoter Idemo Team (novenos en TT2), que nos hicieron de nexo de unión con estos nuevos amigos y por ser en parte responsables de que Interempresas Sáviat Team se animara a participar en la Maroc Challenge Spring 2018. No descartamos intentarlo de nuevo en 2019. En su momento, ¡ya veremos!