La compañía, que conmemora su 40º aniversario, ha estrenado su nuevo espacio inmersivo y sensorial ‘Feel the Light’
Arkoslight presenta su showroom más experiencial con el sello de Francesc Rifé
Arkoslight se encuentra en constante crecimiento y sirva de muestra la ampliación de sus instalaciones, poniendo en valor su extenso portfolio de luminarias, que aúnan diseño y funcionalidad. Para su nuevo showroom ha apostado, una vez más, por Francesc Rifé quien ha puesto en valor el ADN de la compañía, que reafirma su compromiso con la innovación, a través de un escenario inspirador, experimental e interactivo.
Arkoslight ha concebido varios espacios conceptuales y sensoriales en sus nuevas instalaciones de Valencia.
Sobre un edificio eminentemente industrial, donde el acero se erige como protagonista indiscutible de la construcción, el arquitecto Francesc Rifé interpreta el carácter de Arkoslight y da forma al espacio ampliado en 1.000 m2, donde no solo representa y expone su producto, sino que también muestra su consolidación como marca, tras cuatro décadas de historia. No en vano, la compañía es una de las firmas más destacadas por su gran apuesta por la innovación, el diseño y la funcionalidad que le ha llevado a ser una de las máximas empresas exportadoras de nuestro país, con un volumen que ronda el 80%, siendo Francia su principal mercado.
El arquitecto Francesc Rifé durante la presentación a los medios del nuevo showroom de la marca. Foto: Carlos Segura.
En sus instalaciones de Ribarroja del Turia, Arkoslight ha ampliado sus instalaciones hasta alcanzar los 10.000 m2, para albergar espacio para su área expositiva y mejorar la experiencia del cliente con una zona inmersiva de alto voltaje. Para conseguir una imagen nítida y de confort, Rifé ha empleado la madera para poner el contrapunto al metal ‘jugando’ con los claroscuros que tanto definen su obra. Concebido en dos alturas, la planta cero está reservada a las áreas técnicas y comerciales, pero también se ubica el nuevo showroom que se expande hasta la planta superior.
“Sin renunciar al diseño industrial, existen zonas donde el material ha contribuido a matizar su diseño original, apostando por la madera para dar calidez, una iluminación adecuada para cada área de trabajo y dotando de gran protagonismo a la naturaleza representada en la enorme jardinera del patio interior”, ha comentado al respecto el arquitecto .
De hecho, es gracias a este patio interior, bañado por la luz natural gracias a los ventanales que le rodean y que, además, le confieren una visibilidad de la zona de producción desde la entrada principal, como una metáfora de que toda la empresa está conectada y que todo el trabajo de Arkoslight es visible desde cualquier punto de la nave industrial.
Detalle de la jardinera de acero, diseñada por el propio Francesc Rifé, situada en el patio interior de Arkoslight que conecta las distintas áreas de producción de la compañía.
En este sentido, el showroom muestra el gran potencial de la compañía. Se expande en 600 m2, ofreciendo una nueva conceptualización del espacio, donde nuevos compartimentos dan lugar a nuevas formas de integración de las luminarias, entre las cuales destacan dos nuevas salas de reuniones, una estructura metálica que emula a una zona de exterior y una sala de escaparate transitoria, que permite a distintos profesionales del diseño y la arquitectura crear su propia instalación, con colecciones de la compañía.
De este modo, la primera estancia firmada por Rifé es más conceptual, donde la compañía pretende invitar a distintas figuras reconocidas en el campo de la arquitectura, para que puedan renovar este escaparate efímero bajo su firma creativa.
Detalle de la zona más conceptual del showroom, que pretende ser un espacio más efímero y que contará con la participación de destacados diseñadores y arquitectos, tanto nacionales como internacionales.
La dualidad del proyecto se unifica a través de un espejo ahumado que consigue alcanzar coherencia mediante los contrastes y juegos de luz. Arkoslight representa así su búsqueda del equilibrio entre la iluminación decorativa y técnica. Una muestra palpable de cómo la marca está apostando por la vinculación con los estudios de arquitectura y llevando al plano de la decoración su conocimiento técnico.
Sin olvidar los espacios outdoor, ejemplificado por un área con gran presencia de vegetación como elemento vertebrador y vinculador. La nueva zona dedicada al exterior, planteada como un profundo paseo nocturno, ha querido poner en valor la reciente inclusión de las colecciones outdoor al catálogo de la marca.
La humanización de la luz en ‘Feel de Light’
Como ingrediente sorpresa de esta ampliación, se ha concebido un espacio experimental compuesto por cinco estancias, en las que es la propia luz la que toma la palabra y se dirige de forma directa al espectador, desde el espacio inmersivo ‘Feel the Light’.
Destaca por su carácter cinematográfico y sensorial, donde los profesionales del diseño y la arquitectura pueden acercarse a los preceptos fundamentales de la luz, comprendiendo sus aspectos más técnicos de forma bella, lúdica y diferencial.
Este espacio sensorial de 400 m2 se ha diseñado 'ad hoc' y es, sin duda, un auténtico punto de inflexión para la marca, elevando su forma de presentar la colección, pero también su apuesta didáctica, sobre la importancia de la iluminación en los espacios, un elemento tan etéreo y complejo como esencial para lograr el bienestar y la emoción en los proyectos.
Algunas de las salas inmersivas y 100% sensoriales que conforman ‘Feel the Light’.
A lo largo del recorrido, conceptos complejos como la refracción o la reflexión se materializan de forma artística, haciendo convivir la ciencia y la creatividad en total armonía. Asimismo, todas las proyecciones y efectos audiovisuales han sido programados a medida para lograr el efecto inmersivo dentro del espacio.
Agradecimientos a la familia de Arkoslight
No podía cerrar este artículo sin agradecer a toda familia de Arkoslight por su atención y afecto durante nuestra visita a su nuevo showroom. La casualidad quiso que el 'Press Day' organizado a medios de comunicación, para conocer sus instalaciones ubicadas en Ribarroja del Turia, sucediera el pasado 29 de octubre. La DANA nos sorprendió a todos: periodistas, directivos, técnicos, operarios, empleados del cátering… Y el destino nos mantuvo a salvo en todo momento. El taxi que nos debía dejar en la estación de Valencia al mediodía, por suerte, no llegó a tiempo para recogernos.
La nave industrial se convirtió en un improvisado campamento cuando sonaron con estruendo las alarmas, horas después de tener constancia del alcance de la situación. Pudimos informar a nuestras familias que estábamos a buen recaudo, antes de perder cobertura en nuestros móviles. La situación, aunque controlada, no quedó exenta de momentos de tensión e incertidumbre. La luz se apagó, pero pudimos recuperar sobremesas a la luz de las velas con auténticos desconocidos, con los que nos tocó convivir hasta el amanecer. Dormimos como pudimos, arropados por nuestros nuevos compañeros de viaje, cuyos lazos de amistad se han estrechado más que nunca.
Desconocíamos lo que ocurría a nuestro alrededor. Tampoco teníamos constancia de los centenares de víctimas del suceso. Solo pudimos vislumbrar calles inundadas, camiones atrapados y vehículos anegados de agua alrededor de la nave industrial, en el Polígono Industrial de El Oliveral.
Nos tocó estar en el ojo de la tormenta y ser testigos de una catástrofe sin precedentes. Sin embargo, nos sentimos protegidos en todo momento por la humanidad depositada por Arkoslight, que con valentía consiguió trasladarnos a Valencia y, con mucho esfuerzo, encontrar billete para regresar a nuesto hogar, aunque fuera 2 días después de la catástrofe. Fue en ese momento cuando cobramos conciencia de lo ocurrido. La tormenta pasó, pero quedaba lo más complicado: recuperar la ‘normalidad’.
Dejamos atrás una experiencia inolvidable sobre una tragedia sin precedentes en la que fuimos, paradójicamente, cronistas en primera persona.