Firefly, una luz mágica en movimiento
Las lámparas Firefly de Let’s Pause son color, son diseño y son movimiento. Inspiradas en la belleza de las luciérnagas que vuelan libres en una noche de agosto, abren la puerta a la imaginación para crear composiciones decorativas en la pared, en el techo, en el porche o en el jardín. ¿Las fibras? Naturales y tejidas a mano, por supuesto.
En Let’s Pause nunca saben de dónde puede llegar la inspiración. A veces surge de conectar momentos que, por una razón difícil de explicar, se entrelazan en la mente y nos generan una imagen clara de algo que queremos crear. El recuerdo de un paseo por un puesto de bolsos de rafia de un mercado ibicenco puede cruzarse, inesperadamente, con la visión de una luciérnaga en plena noche y dar como resultado la idea de una luminaria colgante.
Así es Firefly. Tiene forma de una mochila ligera de fique, que se cierra por la parte superior y contiene en su interior una luz cálida, recargable por USB y que puede graduarse en tres intensidades. El hilo de fique que le da ese aspecto rústicamente elegante, está tejido en telar manual, por las manos de maestras artesanas, que son expertas en crear magia nudo a nudo.
Su portabilidad permite crear espacios al aire libre llenos de encanto: colgándolas en los árboles, en las paredes, en los arbustos, en las sillas de la terraza o en el techo de una pérgola se pueden crear composiciones de gran belleza
La cuerda de fique de las luminarias Firefly se presenta teñida de diferentes colores en los diferentes modelos. En todos ellos, el degradado es clave para evocar los tonos de las luciérnagas. El colorido de esta colección es también un homenaje a las pencas de fique, que es una planta que crece libremente y que, ya en estado salvaje, brinda composiciones cromáticas de gran belleza.