Proyecto de ILM Bcn

'Chandeliers' barrocos con marcada personalidad en Cibrèo Ristorante de Florencia

08/06/2022

El estudio de iluminación ILM Bcn crea auténticas obras de arte, para proyectos singulares como los impresionantes chandeliers de estilo barroco que coronan Cibrèo Restaurante, una de sus últimas apuestas. Hechas a mano en exclusiva para este espacio gastronómico, ubicado en la ciudad de Florencia, se caracterizan por ser auténticas obras de arte, que refuerzan la marcada personalidad de este espacio.

De estilo barroco, Cibrèo Restaurante es un espacio único, donde parece que el tiempo se haya detenido.

ILM Bcn está especializado en el diseño lumínico, pero también impulsa proyectos de iluminación en museos, exposiciones y arquitectura. Esta sensibilidad artística se aprecia en cada una de las intervenciones del estudio en el proyecto de interiorismo de Cibrèo Restaurante. Junto al equipo de Massimo Addario, se evoca en su interior una regresión a los siglos XVII y XVIII, inspirándose en la arquitectura barroca, mezclando tradición y modernidad, convirtiéndolo en un lugar elegante y cálido, que invita a vivir una experiencia holística, pero manteniendo la esencia de los distintos restaurantes Cibrèo en Italia.

Para ello, destaca el tono celeste que enfatiza todo el conjunto. De este modo, el mobiliario se basa en la reinterpretación de los distintos restaurantes Cibrèo que la familia Picchi impulsa desde el 1979, mientras que las sillas se inspiran en las del Caffè Teatro del Sale y se revisten de terciopelo rojo como los sofás. Además, la barra principal y su mueble posterior son realizados con un mármol típico de la toscana, el Giallo di Siena, que se convierte en el centro de atención de la sala.

Detalle de los impresionantes candelabros artesanales de madera de haya, que son protagonistas del salón del restaurante.

8 candelabros de madera coronan el espacio

La propuesta de Jordi Moya de ILM Bcn se desarrolla en consonancia con la remodelación espacial, resaltando la singularidad del lugar, mediante una iluminación integrada con el proyecto de interiorismo, para crear una atmósfera elegante y distinguida, que está reforzada por los enormes ‘chandeliers’ que cuelgan del techo.

“Estas luminarias dieron pie a una investigación de un sinfín de opciones. En un principio, se pensó en una solución a partir de LED tuneable White… pero hicimos pruebas y comprobamos que quedaba extraño que unos candelabros emitieran luz fría; así que llegamos a la conclusión de utilizar unas bombillas LED, lo más cálidas posible, para acercarnos al efecto de la luz de las velas, que es su ‘hábitat’ natural”, relata Jordi Moya, Light Designer de ILM Bcn.

Se trata de 8 piezas creadas por el estudio Massimo Addario de forma artesanal, a partir de madera de haya, que se inspiran en los candelabros barrocos que alumbran los salones del Palacio Corsini, cuyas bombillas de LED regulables son de la firma Laes, cuya temperatura de color alcanza los 1800K, recreando el antiguo sistema de filamento de la incandescencia.

Además, están rodeadas por un cilindro de vidrio esmerilado, que esconde su visión directa, ofreciendo así una luz tamizada y sutil, para crear ese efecto cálido que se buscaba. Además, la intensidad de la luz se regula de forma individual, para conseguir el contraste perfecto con la iluminación natural que llega a través de los grandes ventanales.

Human Light Centric

Pero éste no fue el único reto, ya que se buscaba una solución que aportara un toque de modernidad al restaurante, en claro contraste con los elementos clásicos tan presentes, tanto en el mobiliario como en los impresionantes ‘chandeliers’. Pero, a su vez, se pretendía que esta iluminación pudiera cambiar, dependiendo de la hora del día, lo que se conoce como Human Lighting Centric.

La barra destaca por su mármol de Giallo di Siena, cuyas luminarias cambian de intensidad, dependiendo de la luz, para crear un efecto único.

La solución para ILM Bcn se basa en apostar por temperaturas de color variables. “El uso de la luz más cálida, de 1800K fija, se resuelve con los candelabros, mientras que empleamos luz tuneable White, entre muy cálida de 2300K y muy fría de 6000K, para las iluminaciones lineales integradas en el mobiliario, además de mantener la red de luminarias empotradas LED RGBW que ya disponía la sala antes de la reforma”, añade Jordi Moya.

En este sentido, pese a que estas luminarias RGBW estuvieron a punto de ser eliminadas, el equipo de ILM Bcn apostó por mantenerlas “porque nos serían muy útiles para adaptar el ambiente del restaurante y conseguir atmósferas más atrevidas, tipo cockteleria o para ‘condimentar’ ambientes más clásicos con reflejos rojos o azules sobre el suelo, el mobiliario, la cubertería, la vajilla o para simplemente aumentar el nivel de iluminación general blanca sobre toda la sala”.

La decisión de incorporar los drivers Casambi consigue que esta estructura se adapte a los cambios de la luz natural a lo largo del día y, a la vez, permite crear ambientes más atrevidos en la organización de eventos.

Control inalámbrico de la iluminación

Durante los trabajos de reforma, el equipo se encontró con restricciones muy severas, por parte de la propiedad del hotel, que no permitía que se pudiera realizar obra civil nueva. Además, el hotel estaba abierto al público, ya que se había reformado recientemente. “Este inconveniente nos obligó a pensar que el nuevo control de iluminación, tanto de luminarias existentes como de las nuevas a instalar, tendría que pasar por una solución inalámbrica. La elección del sistema de control Casambi permitió automatizar, de manera poco invasiva, la nueva instalación y, a su vez, nos ofreció la versatilidad que necesitaba la iluminación dinámica prevista. “En un principio, se pensó en una programación de cambios constantes y lentos entre los diferentes ambientes previstos, pero, consensuando con la dirección del restaurante, se ofreció un panel de escenas fijas para el desayuno, el almuerzo, la cena…. Ellos mismos se encargan de la activación de las escenas, a partir de un menú principal, para actuar directamente sobre su tonalidad o su intensidad”.

El terciopelo rojo, presente en sofás y sillas del restaurante, varía su intensidad de exposición, dependiendo de la intensidad lumínica.

Una solución eficaz y fiable que, además, se puede controlar a distancia. De hecho, durante las primeras semanas de funcionamiento del restaurante se precisó la reprogramación de la instalación, que pudo completarse en remoto desde Barcelona, sin necesidad de desplazarse a Florencia. Una de las ventajas de las nuevas tecnologías aplicadas a los proyectos de iluminación.

Además, este control de la intensidad y el color de la luz permite visualizar escenas lumínicas hasta entonces imposibles, hasta el punto que se consigue que las tonalidades del mármol de la barra sean, a su vez, cambiantes. Pero esta misma solución también se emplea en los detalles de los sofás, provocando que la intensidad del terciopelo rojo sea oscilante durante el día.

Mientras que, para disponer de luz en los mostradores móviles situados en el espacio de trabajo de la barra exenta, que fue totalmente imposible cablear, se buscaron unos módulos de iluminación portátil que funcionaran con baterías y que pudieran regularse, tanto en nivel de intensidad como de temperatura de color, para dar continuidad a los ambientes de cada momento. Para ello, se emplearon el modelo Pencil de Zafferano, sugerido por Emanuele Terracini de la empresa Illum.

Por último, destaca la sustitución de las bombillas, en las zonas y áreas del hotel contiguas al restaurante, por otras de menor potencia, para conseguir una intensidad lumínica menor que no contrastara en exceso con los niveles de iluminación empleados en el restaurante, para conseguir una atmósfera única, convirtiendo Cibrèo Restaurante en un espacio donde el tiempo parece haberse detenido.