“Las nuevas tecnologías ofrecen una mayor formación, tanto a mujeres como a hombres, sin importar el género”
Entrevista a Mari Carmen Tomillo Redondo, directora Gerente de ALG
Mari Carmen Tomillo Redondo es directora Gerente en Antonio López Garrido SA (ALG), empresa a la que está vinculada desde hace tres décadas. La confianza de su equipo y al aprendizaje diario le han permitido posicionarse en un sector muy masculinizado todavía. Sin embargo, el nuevo rumbo que se está tomando hacia la eficiencia energética, la iluminación smart y el control de la luz, contribuirán a una alcanzar la igualdad en el sector, como nos explica en la siguiente entrevista coincidiendo con los actos de conmemoración del 8 de marzo, Día de la Mujer.
¿En qué situación se encuentra el sector?
El sector parece que está empezando a remontar, tras la crisis sanitaria, aunque, aun así, 2021 fue un año complicado. La crisis todavía afectaba y muchos proyectos y licitaciones de alumbrado seguían paralizados. Además, durante estos tiempos, hemos tenido que lidiar también con la crisis del transporte y la de las materias primas. No obstante, se ha notado una recuperación y una vuelta a la normalidad. En nuestro caso, estamos muy satisfechos con los resultados de ventas de este año, situándonos un 16% por encima del 2020 y superando incluso los resultados del 2019, con un aumento del 2% en las ventas.
¿Qué tendencias están marcando en este nuevo escenario post pandemia?
Creemos que la iluminación inteligente sigue siendo la rama de la iluminación, que más novedades puede traernos. Este año pretendemos ampliar nuestra gama Smart, con la incorporación de nuevos productos wi-fi, para controlar la iluminación desde diferentes dispositivos. Las personas cada vez pasamos más tiempo enganchados a la pantalla del móvil, lo virtual está totalmente ligado a nuestra experiencia física y después de la pandemia aún más. Además, la pandemia ha dejado un escenario de importantes avances en la digitalización de las empresas. ALG ha apostado por ello y ha realizado inversiones continuas, y muy importantes, para mejorar la digitalización y así mejorar el soporte comercial a todos sus clientes y agentes.
¿La sostenibilidad ha pasado de ser una aspiración a un imprescindible para el sector?
Lo estamos viendo con la crisis de las materias primas. Algo se está haciendo mal. Tenemos que replantear nuestra manera de producir, de empaquetar, de promocionarnos, de vivir. Ser más sostenibles ya no es una opción, sino una obligación. En ALG, desde el año 2020, estamos certificados con normativa ISO 14001:2015, que nos permite aportar nuestro granito de arena, para la mejor conservación y protección del medio ambiente.
¿Qué innovaciones se están desarrollando en este campo?
Hace años que en ALG trituramos nuestro cartón para usarlo como protección en el embalaje, con el fin de aprovechar mejor los recursos y ser más autosuficientes. Estamos apostando, cada vez más, por el reciclaje y el autoconsumo. Además, todos nuestros productos contribuyen a restablecer el equilibrio del planeta. Las lámparas LED son cada vez más eficientes y ayudan a reducir el consumo de energía, producir menos emisiones de CO2 a la atmósfera. Por otro lado, actuamos por nosotros mismos como Gestor de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (punto limpio). Más a largo plazo, se está elaborando un proyecto para la implantación de placas solares en la empresa.
Tras casi tres décadas en ALG, ¿cómo ha evolucionado la compañía y cuál es su futuro a corto y medio plazo?
Teniendo en cuenta que nuestra base ha sido siempre la calidad y el servicio a nuestro cliente, la evolución en las últimas décadas, con todos los avances tecnológicos que ha tenido el sector de la iluminación con la aparición del led, ha sido muy positiva porque nos ha permitido trabajar hacia una profesionalización interna de la empresa, enfocada en un soporte técnico a nuestros clientes y avalada con un laboratorio propio. Todo ello, unido a la profesionalización del resto de los departamentos que nos han permitido afianzar la confianza de nuestros clientes. Es una empresa familiar que hemos visto evolucionar poco a poco y que ya lleva 3 generaciones. Hace dos años, entró a formar parte de esta familia la nieta del fundador, Marina Romero, como directora de Exportaciones y es hacia donde queremos mirar ahora, a la exportación. Digamos que era nuestra asignatura pendiente hasta ahora y, poco a poco, con su ayuda, nos estamos abriendo a otros mercados.
Como directora Gerente de ALG, ¿cómo ha sido su experiencia como mujer en un cargo superior?
Es cierto que el sector eléctrico está dominado por hombres. Sin embargo, yo nunca me he sentido discriminada. Creo firmemente que ALG siempre ha sido una excepción, aunque por suerte, las cosas están cambiando ahora también en las demás empresas. Es verdad que cuando eres más joven hay una brecha mayor. Es más difícil conseguir imponerte y que te respeten como directiva, si eres una mujer joven que si eres un hombre de la misma edad. Yo tuve la gran suerte de empezar mi carrera en ALG y, quizá por eso, no lo haya sentido en mis propias carnes. Cuando tienes el apoyo, tanto de tus jefes como de tu equipo desde un primer momento, eso te hace empoderarte y confiar en ti misma, por lo que, cuando tienes reuniones externas y te ves rodeada de hombres, te sientes exactamente igual de segura y confiada que ellos.
¿Qué dificultades se ha encontrado en su carrera profesional y cuál es su mayor recuerdo de estos años en el puesto?
Las dificultades a las que me he enfrentado imagino que han sido las mismas o muy similares a las que se enfrenta cualquier profesional en este sector. Un sector en constante cambio y, más aún, en las últimas décadas. El aprendizaje continuo y la adaptación a dichos cambios, en periodos muy cortos de tiempo, la necesidad de apertura a la internacionalización, para seguir ofreciendo a nuestros clientes la mejor y mayor oferta en los productos y componentes. Todo esto, no sé si los definiría como dificultades, pero sí como retos que hemos tenido que cumplir todo el equipo de ALG, para conseguir los mejores acuerdos con los principales fabricantes mundiales que nos han asegurado dicha continuidad.
ALG ha cerrado 2020 con un incremento de sus ventas en torno al 16%, superando los resultados del 2019, con un aumento del 2%.
¿Las nuevas tecnologías van a contribuir a una mayor formación y también favorecerán un mejor acceso de la mujer en sectores clave?
Desde luego, las nuevas tecnologías ofrecen una mayor formación, tanto a mujeres como a hombres, sin importar el género. Hoy en día, tenemos suerte de vivir en una sociedad mucho más igualitaria que antes y las nuevas tecnologías nos ayudan a acceder a formaciones que, quizá de otro modo, serían inviables. Podemos acceder a conferencias o a clases magistrales de expertos de todo el mundo, cursos online de todo tipo... Esto es enriquecedor, sea cual sea el género.
¿Cuáles son las perspectivas de futuro del sector?
Creo que al sector le queda mucho camino por recorrer todavía, en cuanto a la continua evolución hacia la eficiencia energética, la iluminación smart y el control de la luz, al menos en el mercado nacional si nos comparamos con otros países. Hay todavía mucho por hacer, en cuanto a mejorar el confort visual y la iluminación centrada en el ser humano. Está demostrado que la luz regula nuestro ciclo circadiano y otras muchas funciones vitales del ser humano. Afecta a nuestro estado de ánimo y a nuestros estados de alerta, descanso y atención. Por tanto, la iluminación incide, directamente, en nuestro bienestar y salud y creo que hay mucho que hacer en este campo todavía. Por otro lado, tenemos que encontrar el camino hacia la economía circular y producir mejor, utilizando una menor cantidad de recursos y materias primas, por lo que debemos ser más exigentes con los requisitos técnicos y certificaciones a nivel mundial.