Iluminación emocional. La medición de las emociones y su impacto en la iluminación artificial

La implicación de la iluminación en nuestro estado emocional ha sido y es objeto de continuas investigaciones que buscan establecer los aspectos y parámetros concretos que interactúan. Los criterios de diseño lumínico han evolucionado desde los planteamientos cuantitativos de principio del siglo XX, el diseño cualitativo introducido por R. Kelly y el diseño orientado a la comprensión y percepción del espacio por W.MC. Lam hasta el diseño arquitectónico orientado a la percepción estética del espacio de final del siglo XX. En paralelo a este último proceso se han desarrollado investigaciones centradas en la relación psicológica entre la luz y las personas, desde estudios dirigidos al diseño emocional de objetos, estudios para determinar las implicaciones en la salud, los ciclos circadianos, el aprendizaje y las fototerapias. Todo esto, y ya perfectamente definidos los aspectos de cualidad perceptiva orientada al confort visual, nos sitúa en una nueva etapa de la historia de la iluminación orientada al diseño lumínico cualitativo centrado en la salud fisiológica y el bienestar emocional del usuario. La innovación tecnológica en el campo de la iluminación está evolucionando desde los instrumentos de medida tradicionales como luxómetros, luminancímetros, espectrómetros, etc. a nuevos instrumentos como escáner emocionales, test de cortisol o test neuronales, con el fin de establecer una conexión precisa entre parámetros lumínicos y efectos subjetivos, y así poder adecuar el proceso de diseño hacia la mejora de la salud de los usuarios.

Las emociones forman parte de nuestra humanidad, son respuestas químicas que nuestro cerebro envía a nuestro organismo ante determinados estímulos que nos indican cómo actuar de acuerdo a nuestras necesidades: miedo, placer, amor, calma, etc.

La iluminación y nuestra apreciación de la misma puede influenciar de manera drástica en la percepción sensorial en un ambiente determinado. Por ello, podemos ‘hackear’ el estado de ánimo de un usuario que se encuentra en cierta situación de estrés emocional utilizando una iluminación adecuada. De esta manera se puede plantear una intervención y modificación de emociones negativas en sitios de alto estrés emocional hacia un estado de mayor sosiego para los usuarios que lo habitan.

El autor Juan Moisés De la Serna define las emociones como aquellas reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación a ciertos estímulos del individuo cuando percibe un objeto, persona, lugar, suceso o recuerdo importante¹. Por ello, sabemos que los individuos reaccionarán de manera distinta dependiendo de los elementos previamente señalados, de igual manera su organismo lo representa de diversas maneras, una de ellas son las sensaciones en el cuerpo.

Un equipo de científicos en Finlandia llevó a cabo un experimento donde pidieron a un grupo de 700 personas que mapearan las zonas de su cuerpo en las que sentían actividad al estar expuestos a diversas emociones por medio de películas, historias, palabras y rostros (ver fig. 1).

Los grupos informaron que la felicidad y el amor provocaban actividad en casi todo el cuerpo, mientras que la depresión tenía el efecto contrario, atenuaba los sentimientos en los brazos, las piernas y la cabeza. El peligro y el miedo desencadenaron fuertes sensaciones en el área del pecho, dijeron los voluntarios, mientras que la ira fue una de las pocas emociones que activó los brazos. La representación se da en una topografía corporal de emociones básicas (superiores) y no básicas (inferiores) asociadas con las palabras. Los mapas corporales muestran regiones cuya activación aumentó (colores cálidos) o disminuyó (colores fríos) al sentir cada emoción (ver fig. 2).

El psicólogo la Universidad de Aalto, Lauri Nummenmaa, quien dirigió el estudio, apunta: “Nuestro sistema emocional en el cerebro envía señales al cuerpo para que podamos lidiar con nuestra situación (…). Digamos que ves una serpiente y sientes miedo, el sistema nervioso aumenta el oxígeno a tus músculos y aumenta tu frecuencia cardíaca para que puedas lidiar con la amenaza. Es un sistema automatizado, no tenemos que pensar en eso”².

Tomando dicho estudio en cuenta podemos afirmar que no existe una manera científicamente precisa para conocer la emoción de un individuo sin interactuar con él. Pese a ello, existen ciertos sitios en los que sabemos que las emociones negativas suelen ser más habituales: oficinas, hospitales, colegios, funerarias, asilos, psicólogos. Se trata de sitios de alto estrés emocional y en los que estan presentes emociones tales como miedo, tristeza, ansiedad y depresión.

En el artículo 'The Psychological Impact of Light and Color' ('Los Impactos Psicológicos de la Luz y el Color'), los autores Kaplan & Kaplan descubrieron que cuando estamos expuestos a un nuevo entorno, tendemos a tratar cognitivamente de encontrar una coincidencia en nuestra memoria que se adapte al nuevo entorno. Esto nos ayuda a interpretar y comprender un nuevo entorno y puede hacer que parezca menos abrumador o intimidante. Aquí es donde entra la iluminación, la cual se puede utilizar para resaltar elementos arquitectónicos, espacios, colores, texturas, etc., ayudando a los usuarios a sentirse en un ambiente conocido a nivel sensorial el cual puedan asimilar³.

El brillo, el tono y la saturación son las tres principales cualidades de la luz en relación con el color. El brillo es la cantidad de luz emitida por una fuente de luz. Algunos estudios han demostrado que la luz más brillante puede intensificar las emociones, mientras que la poca luz no suprime las emociones, sino que las mantiene estables. El tono se define como el color como percibimos la luz. La saturación es la intensidad de un color; los tonos más saturados pueden tener efectos amplificadores sobre las emociones, mientras que los colores apagados pueden amortiguar emociones.

Ha sido probado en múltiples estudios que la luz natural influye en la felicidad de las personas, pero los colores creados por la luz artificial también pueden evocar diferentes emociones y tener diversos efectos en los usuarios⁴ (ver fig. 3).

La dirección de la luz, el flujo luminoso, etc. puede transformar espacios e impactar la forma en que las personas se sienten en ellos. La iluminación colocada por encima del nivel de los ojos puede crear una sensación de moderación, creando una atmósfera más formal. Por otro lado, la iluminación colocada por debajo del nivel de los ojos puede provocar una sensación de importancia individual, creando una atmósfera más informal. La siguiente tabla de Illuminating Engineering Society (Sociedad de Ingeniería e Iluminación) muestra los diversos efectos de iluminación y cómo pueden afectar un espacio⁵. (Ver fig. 4).

La iluminación de un espacio define su “personalidad” y cómo las personas la perciben, lo que a su vez afecta cómo se sienten. El ojo se dirige al punto más brillante del campo de visión. La investigación realizada por el Dr. John Flynn de la Universidad de Kent State encontró que cuando un usuario se encuentra relajado prefiere sentarse en el área más obscura de una habitación, pero se orienta hacia el área más brillante.

A su vez el Dr. John Flynn indicó que las personas crean impresiones subjetivas de un espacio basándose en el énfasis central o perimetral de la iluminación en una habitación⁶.

A continuación, se muestran ocho representaciones de una habitación idéntica, iluminada de diversas formas con base a los estudios del Dr. Flynn, con iluminación central, perimetral - combinada, iluminación intensa y patrones de luz uniformes y no uniformes en las superficies. Se aprecia cómo distintas configuraciones de iluminación producen diferentes apariencias en el mismo espacio con diferentes impresiones subjetivas resultantes. (ver fig. 5)

Gracias al psicólogo de la Universidad de Aalto, Lauri Nummenmaa, y su estudio Bodily Maps of Emotions (Mapas Corporales de las Emociones), podemos precisar que pese a que las personas sienten actividad en distintas partes del cuerpo de acuerdo a los sentimientos que experimentan, no existe una técnica, instrumento o método de conocer las emociones por las cuales pasa una persona. Pese a ello sabemos que existen sitios que generan alto estrés emocional, donde podemos proponer una iluminación artificial que tenga un impacto en las emociones de manera positiva a todas aquellas personas que habiten el espacio.

En la iluminación existen dos factores principales que influyen en las emociones de los usuarios: color y dirección. En cuanto al color si nuestro objetivo es la transición de emociones negativas hacia un estado de mayor estabilidad emocional, debemos centrarnos en blanco, azul y verde para lograr un ambiente, de acuerdo con los autores Kaplan & Kaplan. La dirección de la luz es esencial en cuanto a la percepción de los usuarios en un espacio, dependiendo del espacio que estemos tratando para la modificación de las emociones debemos considerar que las personas prefieren un área con buena iluminación natural, de no ser posible se debe priorizar una iluminación artificial cenital con iluminación perimetral, a manera de generar un espacio que refleje relajación y tranquilidad, de acuerdo al estudio del Dr. John Flynn.

De esta manera podremos influir en el estado de ánimo de los usuarios en un determinado espacio empleando iluminación artificial.

Referencias de imágenes

Fig. 1 - The National Academy of Sciences, 2014. Esquemas De Emociones En Diversos Tipos De Experimentos. [imagen] Disponible en: [Consultado el 1 de noviembre del 2020].

Fig. 2 - The National Academy of Sciences, 2014. Mapas Corporales De Emociones. [imagen] Disponible en: [Consultado el 1 de noviembre del 2020].

Fig. 3 - TCP, 2020. Efecto del color de la luz en los usuarios [tabla], generación propia con información del artículo “The Psychological Impact of Light and Color” (El Impacto Psicológico de la Luz y el Color). Disponible en: https://31ie0amlw353ita8n1t3t6v1-wpengine.netdna-ssl.com/wp-content/uploads/2017/12/Psychological-Impact-of-Light-and-Color.pdf

Fig. 4 - TCP, 2020. Impacto psicológico de la dirección de la luz [tabla], generación propia con información del artículo “The Psychological Impact of Light and Color” (El Impacto Psicológico de la Luz y el Color). Disponible en: http://ieslightlogic.org/how-lighting-impacts-our-emotions/

Fig. 5 - IES Light Logic, 2020. How Lighting Impacts our Emotions [imagen] Disponible en: http://ieslightlogic.org/wp-content/uploads/2015/09/emotionallighting-effectsoflight.png

Referencias bibliográficas

¹ De la Serna, Juan Moisés (2018). Alexitimia. Un mundo sin emociones. Tektime. ISBN 978-8873046547. Consultado el 2 de noviembre del 2020.

² Nummenmaa, L., Glerean, E., Hari, R., & Hietanen, J. K. (2013). Bodily maps of emotions. Proceedings of the National Academy of Sciences, 111(2), 646-651. https://www.pnas.org/content/111/2/646.

³ Romocean, M. (2020, 6 noviembre). The Psychological Impact of Light & Color | TCP Lighting Solutions. Recuperado 8 de noviembre de 2020, de https://www.tcpi.com/psychological-impact-light-color/#:%7E:text=Some%20studies%20have%20shown%20that, the%20intensity%20of%20a%20color.

⁴ Edwards, L, & Torcellini, P. Literature Review of the Effects of Natural Light on Building Occupants. United States. https://www.osti.gov/biblio/15000841.

⁵ How Lighting Impacts Our Emotions. (2015, 26 octubre). Recuperado 9 de noviembre de 2020, de http://ieslightlogic.org/how-lighting-impacts-our-emotions/i

⁶ Flynn, J. E., Spencer, T. J., Martyniuk, O., & Hendrick, C. (1973). Interim Study of Procedures for Investigating the Effect of Light on Impression and Behavior. Journal of the Illuminating Engineering Society, 3(1), 87-94. Recuperado de https://www.researchgate.net/publication/261645392_Interim_Study_of_Procedures_for_Investigating_the_Effect_of_Light_on_Impression_and_Behavior