Llum BCN 2020 experimenta nuevos paisajes urbanos y modelos de participación ciudadana con un gran festival de arte lumínico
Los días 14, 15 y 16 de febrero, Barcelona celebra el festival Llum BCN 2020, un gran acontecimiento que invita a la gente a ocupar el espacio público y a apropiarse de este, como una de las mejores maneras de ejercer la ciudadanía. Llum BCN es una fiesta y al mismo tiempo un gran laboratorio del paisaje urbano nocturno, en el cual experimentarán los más importantes artistas y creadores internacionales de disciplinas como el diseño de iluminación y de entornos interactivos, la arquitectura, el audiovisual expandido y las artes en vivo.
Algunos de estos artistas basan sus obras en la observación y la recreación de los principios de la ciencia, la naturaleza y el universo, como el memorable Museo de la Luna, de Luke Jerram, una gran luna flotante, en alta definición, que ha maravillado a decenas de ciudades de todo el mundo. Con respecto a United Visual Artists, uno de los nombres más importantes de la escena internacional del arte y la tecnología, nos presenta la instalación Musica Universalis, una imponente coreografía de movimiento, luz y sonido que se inspira en la mecánica de los objetos celestes.
Otras obras expanden los límites de nuestra percepción y construyen auténticas arquitecturas de luz, como ahora FIADO LUX, el enrevesado laberinto inmaterial que el diseñador Antoni Arola ha instalado en la gran sala del DHUB Barcelona. En otra sala del mismo edificio, la instalación inmersiva The Day We Left Field, de Tundra, nos sumerge en una descarga de estímulos de alto impacto en un viaje al interior de nuestro sistema nervioso. Pero la experiencia más extrema y visceral de esta edición es SOL, un auténtico desafío a los límites de nuestra percepción, obra del maestro Kurt Hentschläger.
Ouchhh Studio, uno de los colectivos de artistas del código informático más interesante del momento, nos enfrenta a un monolito de imágenes controladas por una inteligencia artificial en la instalación Datamonolith_AI. Por su parte, Mécaniques Discursives y Alba G. Corral abren nuevas vías para el arte urbano y los visuales generativos.
Al contrario de lo que puede parecer, el arte lumínico y cinético no ha nacido este siglo como consecuencia directa de la irrupción de las tecnologías digitales. A lo largo del siglo XX hubo artistas que utilizaron la luz, la imagen y el movimiento para intervenir a gran escala en las ciudades mediante ingenios mecánicos. En el Museo Can Framis, Chris Salter y Alex Saunier rinden homenaje al artista de la Bauhaus László Moholy-Nagy, recreando una de sus ideas, nunca realizadas, más intrigantes: el policine.
En el espacio Ink Project, varios creadores de la ciudad se han unido para explicar, a través de varias instalaciones, actuaciones y performances, la historia de los visuales en directo antes de los ordenadores y el proyector de vídeo. Finalmente, la fachada del DHUB, la auténtica puerta del festival, está reservada este año a Julio Le Parc, un nombre fundamental en la historia del arte del siglo XX, por su contribución a movimientos como el arte óptico y el arte cinético.
A los artistas de reconocido prestigio se suman las instalaciones de los alumnos de las escuelas de arte, diseño, iluminación y arquitectura de Barcelona, que alteran la percepción y el significado del espacio urbano. Una apuesta por la innovación y la experimentación y uno de los sellos de Llum BCN que lo distingue de otros festivales lumínicos.
Llum BCN no es solo un festival de la luz. Por encima de su carácter festivo, quiere ser una oportunidad para plantearse preguntas, desafiar las visiones preconcebidas de lo que tiene que ser el espacio urbano y crear nuevos modelos de participación y convivencia. Una reivindicación de la luz, la tecnología digital y la imagen en movimiento como elementos del paisaje urbano sin estar al servicio de la comercialización del espacio público y el bombardeo de mensajes al que se nos somete diariamente. El festival está lleno de secretos, sorpresas e imágenes inéditas difíciles de volver a ver, que tiñen rincones cotidianos. Llum BCN os invita a poneros el calzado más cómodo que tengáis y a perderos explorando las calles iluminadas del Poblenou.