BonÁrea estrenará su nave de frutos secos antes de final de año y empezará a contruir la de líquidos
La construcción del complejo alimentario de BonÁrea en Épila (Zaragoza) va al ritmo previsto con el objetivo de que estrene su nave de frutos secos a finales de año y comenzar en esas fechas o a principios de 2024 la construcción de la de líquidos, destinada al tratamiento y envasado de leche, pero también zumos, agua, vino y aceite.
Así lo han confirmado el presidente del grupo, Juame Alsina, y el director del Departamento Ingeniería y Energía del grupo Guissona, Andreu Puig, con motivo de una visita al centro logístico del complejo de Épila del presidente de Aragón, Jorge Azcón, quien se ha comprometido a seguir apoyando este proyecto empresarial.
Según Alsina, este complejo, en el que ya se han invertido en torno a 200 millones, es el “futuro” del grupo, el centro de la futura expansión con una previsión de todas las actividades para abastecer las tiendas de bonÁrea, por ahora con el centro logístico en marcha, que recibe los productos del centro de Guissona (Lleida) para su distribución a las tiendas más cercanas, en torno a cien.
“Lo que hacemos aquí es un esfuerzo con futuro" que permitirá al grupo contar con ”más productos, más directos del campo y mejores calidades y precios”, ha subrayado Alsina, quien ha destacado que el cronograma del complejo va “al día”.
Así, como ha explicado Puig, la nave de lavadero de cajas está operativa en fase de pruebas y la de frutos secos, a la que se incorporarán unos 25 trabajadores y cuenta con 15.000 metros y una capacidad de producción de un caudal de 4.000 kilos/hora de almendras, estará antes de final de año e incorporarán de manera gradual el resto de productos que se comercialicen en las tiendas –anacardos, pipas o pistachos–.
Ha confirmado igualmente que a finales de este año o principios del próximo comenzará la construcción, también con 15.000 metros cuadrados, de la nave de líquidos, fundamentalmente de leche, que es la principal demanda de las tiendas de bonÁrea y a la que desde Guissona “es difícil de poder dar servicio”, y previsiblemente arrancará también a principios del año que viene la nave de PET Foods, de piensos para animales de compañía.
Azcón, por su parte, ha destacado que este complejo es también un ejemplo de lo que es la democracia, ya que el proyectó arrancó en 2017 con un Gobierno (PSOE-CHA) y prosigue en 2023 –ahora con un Ejecutivo PP-Vox–, que va a seguir apoyándolo “decididamente“ para que la inversión se pueda culminar y para que los cientos de empleos que todavía se pueden crear ”se conviertan en realidad”.
Ha valorado además que el grupo haya invertido ya 200 de los 400 millones previstos, que ya trabajen 80 personas y que algunas de las naves se vayan a poner en funcionamiento de manera inminente, lo que significará la creación de nuevos puestos de trabajo. “Por eso es evidente que nosotros desde el Gobierno de Aragón vamos a seguir apoyando lo que signifique bonÁrea”, ha asegurado, también como ejemplo en todos los sectores, fundamentalmente en los relacionados con la agroindustria.
“En Aragón es posible poner en marcha proyectos relacionados con la agricultura y la ganadería, hacerlo con éxito y hacerlo en el tiempo adecuado” para que se puedan ser exportables a otras muchas provincias, que es el objetivo que tiene bonÁrea, ha destacado.