Entrevista a Jesús Flores, director general técnico de CINVE
¿Has sido el director general técnico de CINVE desde sus principios?
En la primera edición que hicimos el certamen, yo ya era el director general técnico, luego me sustituyeron otros colegas y ahora he vuelto a ocupar este puesto.
Se cumplen 18 años de CINVE. ¿Cómo ha ido alcanzando prestigio este certamen en estos años como uno de los mejores concursos de vino en España?
CINVE desde el principio se planteó con mucho rigor y esto ha dado sus frutos. Bodegueros, jueces nacionales e internacionales y medios de comunicación siempre han puesto de manifiesto la seriedad del concurso y esto se consigue año tras año desarrollando el certamen con mucha profesionalidad y seriedad.
¿Qué significa para el consumidor ver una medalla de CINVE en una botella de vino?
Fíjate, el consumidor cuando se dirige a un lineal y no sabe que vino comprar en muchos casos, y esto lo sabemos, adquiere aquellas botellas que tienen la mención de algún premio de nuestro prestigioso certamen. Nosotros estamos muy orgullosos de esto, así como nuestros bodegueros que son los auténticos protagonistas.
En este sentido, ¿qué se espera de un vino que se presenta a CINVE?
Personalmente, que se identifique con su terroir y, en definitiva, que emocione, que sea de calidad.
¿Hemos conseguido que el vino español se valore en el mercado internacional como merece o queda todavía camino por recorrer?
Efectivamente, el camino es largo, pero la constancia y el buen hacer de los profesionales del sector está recogiendo sus frutos en un mercado globalizado y más competitivo. Debemos aparcar complejos, tenemos vinos de calidad donde el binomio precio/calidad nos favorece bastante. Aún así, creo que si incidimos en hacer los vinos cada vez mejor y además con buena imagen y con campañas agresivas de marketing nos iría mucho mejor.
Por otra parte, creo que construir la imagen de vino barato no nos interesa en absoluto. La calidad es un camino irreversible y por ese sendero de calidad es como se debe de continuar. Un ejemplo para mi es Portugal, que lo está haciendo muy bien en todas las direcciones. Y Portugal no es solo es Oporto…
¿Qué haría para aumentar el consumo responsable de vino entre los jóvenes?
Primero, invitarles a probar vinos fáciles de beber como los vinos jóvenes y con mucha fruta. Lo esencial es enseñarles a beber vino, que conozcan su cultura y los beneficios de éste. Si conseguimos que conozcan y aprecien su universo y no lo asocien a una bebida pasada de moda.
Este año, el país invitado en CINVE fue Italia. ¿Tenemos muchos puntos en común en cuanto al mundo vinícola?
Somos dos países vinícolas mediterráneos con una gran trayectoria en el universo del vino, hasta tal punto que somos también –junto a Francia– espejos donde se miran otras zonas productoras del mundo.
¿Italia y España son competidores en el mercado internacional?
Llevamos caminos diferentes. Los italianos, que son excelentes vendedores, tienen ventajas añadidas con otros productos de mucho glamour como la moda y los automóviles. Esta marca “made in Italy” les favorece.
¿Podría decir un vino nacional y otro internacional que haya elegido repetidamente en su vida para disfrutarlo en diferentes ocasiones?
El vino canario y el champagne me apasionan.
¿Siempre hay un vino para cada momento? ¿Hasta para los tristes?
La vida tiene muchos momentos y muchos vinos para acompañar a esos instantes. Me gusta la frase que leí en el botellero de Viña Tondonia cuando yo era un adolescente: “El vino cambia por oro el plomo de la vida”.