Sexo, gastronomía y vinos tinerfeños
Además de sus vinos, elaborados sólo de variedades de uva canaria, Bodegas Monje ofrece a los visitantes que se acercan a sus viñedos las especialidades tinerfeñas de su restaurante. Pero la oferta de este singular negocio familiar va más allá: la bodega, ubicada al norte de la isla de Tenerife, comercializa también especialidades como confituras, mojos, sales, mieles e, incluso, mermeladas de cactus, y organiza actividades en las que se mezclan vino y erotismo. El enólogo Felipe Monje, director de las bodegas, nos lo explica.
Bodegas Monje es un negocio familiar, con tradición vitivinícola desde 1750, que hoy regenta la quinta generación: el enólogo Felipe Monje, director de la bodega. La empresa cuenta con 17 hectáreas de viñedos en los que se cultivan exclusivamente variedades canarias: Listán Negro, Listán Blanco, Negramoll, Tintilla, Vijariego Negro, Bastardo y Marmajuelo, entre otras. Y todas ellas desconocedoras de la filoxera. La empresa, cuya bodega tiene capacidad para 200.000 litros, elabora 13 vinos diferentes, de los cuales los que más se producen son los tintos jóvenes: Monje Tradicional y Hollera Monje, de maceración carbónica.
“Nuestra marca, que distribuimos en el canal Horeca y en alimentación, siempre la hemos posicionado en un segmento medio-alto. Gracias a nuestra amplia gama de vinos, llegamos a todos los gustos: blancos jóvenes, con barrica, rosado, tintos con crianzas, dulces e, incluso, vinagres ‘Macho’, con más de 50 años de antigüedad”, explica Monje.
Los vinos de las islas están elaborados con variedades canarias, algunas venidas del continente y otras que se han producido allí tras el cruce natural de algunas de ellas. El suelo de origen volcánico y el clima subtropical hacen que la originalidad y diversidad sean su principal sello de identidad. Estas condiciones permiten hacer múltiples vinos en territorios muy pequeños. “Nuestros vinos son generalmente jóvenes, frescos y frutales con variados matices que recuerdan todos ellos la mineralidad del suelo volcánico”, aclara Monje.
Más que vinos
Bajo la marca Las Cosas del Páter, la empresa comercializa también especialidades como confituras, mojos, sales o mieles. Y también una mermelada de cactus, que según Monje, sabe a higo chumbo verde. “Es una de las más vendidas por su particular sabor y por la curiosidad que despierta; también la de vino tinto con higos pasados es muy apreciada”, sostiene al respecto el director de la empresa.
Estas especialidades pueden adquirirse en la propia bodega, a través de la web www.bodegasmonje.com, en algunas tiendas especializadas de la isla y ahora también en la península desde la tienda online de www.pantori.es.
Sexo en la bodega
Una de las iniciativas de más éxito de la empresa es Wine&Sex. Monje explica en qué consiste: “Es una excusa para acercar al público el consumo y disfrute del vino mediante el erotismo. La ‘Noche erótica de vinos Wine&Sex’, que se celebra en cada estación del año, es una velada con vinos, gastronomía, arte escénico y la participación del público asistente. Cuatro horas que se convierten en una experiencia entorno a la temática que en cada estación se decide. Pero Wine&Sex también es un proyecto de ‘branding’ internacional en busca de socios. Podemos decir que es un nuevo concepto, aunque vino y sexo siempre hayan estado relacionados”.
Vistas de los viñedos de Bodegas Monje.
La bodega, rodeada de viñedos y con unas vistas excepcionales del norte de la isla, cuenta también con una oferta gastronómica y cultural. “Buscamos cualquier excusa para acercar el vino al público utilizando lo que al público le gusta. Así, todas las disciplinas culturales y sociales tienen cabida en Monje”, apunta el director de las bodegas. “Tenemos claro que hay que cambiar el lenguaje técnico-elitista para comunicar las excelencias de un vino; el vino es una bebida de placer y como tal hay que venderlo. No podemos complicarle la vida al consumidor, que en realidad sólo quiere disfrutar de un vino mientras come”, explica.
Para Monje, la gastronomía es una de las mejores excusas del enoturismo. Por ello, las bodegas cuentan con restaurante propio en el que ofrecen “una cocina honesta” con platos típicos canarios y la especialidad de la casa: el Cochino Negro canario asado al horno de leña. Además, los visitantes pueden realizar talleres de mojos, mientras degustan los diferentes vinos. “Los desayunos vivemonje servidos en nuestra terraza mientras se contempla el mar, las viñas y el Teide son un regalo. Les esperamos”, invita el director de las bodegas.
Monje prepara el relevo generacional: “Hay que trasmitir continuamente la filosofía de esta vocación y hacerles partícipes a todos del entusiasmo por la empresa. Mi responsabilidad es preparar a la sexta generación, ahora uno de los sobrinos, Alberto Monje, termina enología en la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona y hace las prácticas en un ‘chateau’ del Medoc, en Burdeos. El miembro de la familia que le guste y sea ‘bueno’ aquí tiene un lugar”, concluye.