Una especie de anón tailandesa sin semilla, acerca la posibilidad de una chirimoya sin semilla
15 de marzo de 2011
Sumadas a los experimentos genéticos que se han diseñado para la comodidad del consumidor como la sandía y las uvas sin semilla, ahora podría incorporárseles la chirimoya, pero esta vez de forma completamente biológica y natural.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha identificado recientemente un gen de una variedad de la fruta de la misma familia de la chirimoya, llamada comúnmente anón o riñón ('Annona Squamosa'), que es originaria de Tailandia, y que puede presentar una mutación natural que impide que desarrolle semillas en sus frutos.
Estos resultados del equipo del CSIC conformado por José Ignacio Hormaza, María Herrero, Jorge Lora y Charles Gasser aseguran que “abren la puerta a la posibilidad de, en un futuro, tras una serie de cruces entre el anón y la chirimoya, obtener unas chirimoyas sin semillas”. José Ignacio Hormaza, del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea 'La Mayora', va más allá al decir que “quizás también pudieran ser aplicables a otras especies frutales”.
Según estas investigaciones, los fundamentos biológicos de la carencia de semillas de esta variedad de 'Annona Squamosa', son diferentes porque “durante el proceso reproductivo de las plantas de la familia de la chirimoya, el óvulo presenta dos integumentos, especie de envolturas que lo rodean, mientras que el mutante carece de una de esas capas”, explica María Herrero ,de la Estación Experimental ‘Aula Dei’.
Este estudio publicado en el último ejemplar de la revista PNAS, especifica cómo la esencia de todo este maravilloso proceso genético viene dado por el gen ‘INO’, que está presente en las plantas con frutos con semillas y ausente en las que no las tienen.
Un mutante natural único en su tipo
José Hormaza comenta asimismo su fascinación por este caso único de mutación natural porque el hombre no la ha diseñado en absoluto, si bien necesita de su intervención para reproducirse vegetativamente mediante injerto. “Al no producir semillas, no podría sobrevivir por sí misma en la naturaleza”, añade.
Este equipo ha podido concluir de igual manera, que la confirmación de la información recopilada en trabajos modelo como el clásico de la 'Arabidopsis Thaliana', se puede extrapolar a casos de interés agronómico en especies cultivadas. Parece ser, que la expresión del gen INO fue estudiada en esta flor, pero que no se había demostrado su intervención en otras especies filogenéticamente distantes como el caso del anón.
Algunas pistas sobre la evolución de las plantas con flor
Igualmente, según apunta la investigadora Herrero, la familia de las Anonáceas, a la que pertenecen la chirimoya y el anón, se encuentran entre las plantas de flor más antiguas del planeta, por lo que los resultados obtenidos brindan una valiosa información acerca de la evolución de las plantas con flores o angiospermas. Más concretamente, “apuntan a la presencia del gen INO como pieza clave en la regulación del desarrollo del óvulo en las angiospermas”, especificó.
Tanto la 'Annona Squamosa' como la chirimoya son cultivos tropicales. España es el primer productor mundial de esta última fruta, aunque es originaria de las zonas altas de Ecuador y Perú, mientras que la variedad sin semillas del anón fue descubierta en Tailandia.