El olivar, un cultivo muy atractivo para las empresas de servicios
Nueva New Holland Multi 11.90 trabajando en olivar superintensivo.
Uno de los cultivos de referencia en la Península Ibérica es, sin lugar a dudas, el olivar. Mantenerse como el primer productor mundial de aceite de oliva obliga al sector a no bajar la guardia y trabajar en su evolución permanente, no solo en términos cuantitativos, sino también cualitativos.
La demanda creciente de aceite de oliva en todo el mundo requiere incrementar los rendimientos. De ahí que la superficie disponible sea cada vez mayor y agricultores que antaño apostaban por cultivos extensivos lo hagan ahora por alternativas leñosas, entre ellas el olivar.
Pero las nuevas plantaciones deben también considerar otros problemas transversales que sufre el sector agrícola. Uno de ellos es el vinculado al marco regulatorio y el impacto del cambio climático: las directrices normativas en términos medioambientales son exigentes, la disponibilidad de recursos fundamentales como el agua es limitada y, además, las ventanas temporales de recolección son cada vez más reducidas y cambiantes.
Otro factor determinante es la escasez de mano de obra cualificada. Los trabajos de mantenimiento requieren esfuerzos físicos exigentes para los cuales no resulta sencillo encontrar trabajadores dispuestos. En este escenario, el olivar en seto irrumpió con fuerza hace unos años, al facilitar la mecanización de todos los procesos.
La tecnología ofrece soluciones cada vez más avanzadas para trabajos de tratamiento, mantenimiento de cubiertas vegetales, poda y, por supuesto, recolección.
En función del perfil del agricultor/empresario olivarero, puede optar por disponer de sus propios equipos, aunque lo habitual en el caso de las plantaciones de olivar en seto es que, al menos, la recolección la entreguen a una empresa de servicios especializada, que disponga de las grandes (y costosas) máquinas necesarias.
Profesionalización del olivar
Se abrió de esta forma un atractivo negocio que demuestra el grado de profesionalización creciente de la agricultura ibérica, en este caso la vinculada al olivar. Así lo vio hace Antonio López Orejuela, un agricultor entonces dedicado únicamente a sus campos de cebolla y ajo, y que hace (solo) seis años adquirió la primera de sus cuatro cabalgantes New Holland 9090, a las que acaba de sumar la flamante 11.90 Multi, con la que pretende extender sus servicios de recolección al almendro. “Es otro cultivo con futuro y este es el motivo de haber comprado mi primera Multi. Además, una empresa de servicios como la nuestra tiene que estar a la última, porque trabajamos cara al público”, explicaba en DemoOlivo, donde puso en marcha la nueva máquina con su hijo Antonio a los mandos.
“Hemos traído la máquina desde Córdoba para que la puedan ver y comprobar cómo trabaja”, explica Antonio López Orejuela. “Nuestro radio de acción abarca actualmente las provincias de Córdoba y Sevilla y hemos realizado algún trabajo también en Jerez de la Frontera (Cádiz). Ahora voy a tratar de conseguir más en esa zona, porque la recolección se adelanta 25 días respecto a Sevilla y Córdoba y nos encaja muy bien”. Cada una de las cabalgantes completa unas 300 hectáreas de olivar por campaña.
El lema de Antonio e hijos Servicios Agrícolas es rotundo: “Que nos busquen por la calidad del trabajo, no por ser baratos”. “Aunque sabemos que hay muchas empresas de servicios que tiran los precios y el agricultor quiere siempre ahorrarse dinero, a nosotros nos gusta quedar bien con los clientes, y donde vamos un año, repetimos al siguiente”, señala el empresario.
Tarea de descarga.
Aunque el estreno de la New Holland Multi 11.90 tuvo lugar en septiembre en el marco de DemoOlivo, la campaña de recolección suele comenzar con el mes de octubre avanzado y se prolonga hasta finales de diciembre o primeros días de enero. Durante esas semanas, esta empresa de servicios logra completar un equipo de 7 personas a pesar de las dificultades para encontrar personal capacitado para conducir este tipo de vehículos autopropulsados
“Y otro hándicap que sufrimos es la prohibición de trabajar por la noche”, finaliza Antonio. “Nos quitan 12 horas precisamente en el momento que mejor trabaja la máquina, porque durante el día tenemos altas temperaturas y el molino no quiere la aceituna caliente porque obtiene aceite de peor calidad y, además, se calientan las varas de las cabalgantes y debemos sustituirlas”.