Infoagro Exhibition: Planta P1, stand 151
Elección del sistema de riego: decisiva para la productividad y la rentabilidad del cultivo
El riego por goteo ha demostrado ser el riego más eficiente para todo tipo de cultivos. Encontramos diferentes tipos de goteros y de tubería de goteo para optimizar el riego de cada cultivo y para adaptarse a las técnicas de cultivo en cada caso. Entre ellos vamos a destacar dos tipos para el riego de hortícolas:
- Cinta con gotero no autocompensante
- Tubería con gotero autocompensante
Riego de hortícolas con cinta: Se trata de un sistema de riego estacional, es decir se utiliza para una sola campaña, ya que debido a las características del material, con un espesor medio de 0,2 mm, no permite su retirada y su colocación posterior para reutilizarlo, pues la cinta puede sufrir daños. Como ventaja de este tipo de tubería, como Streamline X, estaría el bajo coste para el agricultor. Como desventaja, podríamos citar que al tratarse de goteros no autocompensantes están indicados para terrenos llanos y para tiradas de cinta más cortas que si se tratara de goteros autocompensantes. En definitiva, tenemos un gasto anual y repetitivo.
Además, en los goteros no autocompensantes el caudal varía con la presión, por lo que al final de la línea los caudales son algo menores al producirse una disminución de presión a lo largo de la tubería. Esto afecta a la uniformidad del riego y, por lo tanto, a la uniformidad del cultivo.
Cuando estamos ante un cultivo de campaña y de alto valor nos interesa buscar una alta uniformidad en el cultivo. Para ello, la distribución del agua debe ser lo más uniforme posible en toda la extensión del cultivo, lo que nos llevaría a optar por goteros autocompensantes que emiten el caudal uniformemente a lo largo de toda la longitud de la tubería.
Riego mediante tubería de goteros autocompensantes: Como Dripnet PC, es un sistema de riego multicampaña, es decir, el material permite instalarlo y recogerlo al final de la campaña para volverlo a utilizar. Esta diferencia es importantísima, ya que hablamos de hacer una inversión y se debe contabilizar como tal. Según la vida útil que le queramos dar a la instalación, optaremos por un mayor o menor espesor de tubo, eligiendo desde 0,4 a 1,2 mm, según establezcamos de 2 a 15 campañas la vida útil o plazo de amortización de nuestra instalación. Como media, este tipo de instalaciones, necesita tres campañas para amortizarse, de forma que en poco tiempo el escenario se hace favorable y es posible tener los mismos costes durante los primeros años pasando a ser prácticamente cero a las pocas campañas.
Como ventaja, además de la económica citada, podríamos citar tres: una ventaja práctica para el agricultor ya que al tratarse de goteros autocompensantes permiten mayores longitudes de tubería sin verse afectado el caudal, una ventaja productiva ya que proporciona una mejor uniformidad de riego tanto en terrenos llanos como en terrenos con pendiente y eso se traduce en uniformidad en el cultivo. Y, por último, una ventaja para el medio ambiente, ya que al tratarse de un sistema multicampaña, el plástico utilizado en su fabricación tiene una vida útil mucho mayor.
En cuanto a los caudales de los goteros, la tendencia actual para el cultivo de hortalizas, que está dando muy buenos resultados, es el uso de caudales bajos, los denominados goteros de ultrabajo caudal. La aplicación de caudales más bajos implica una mayor disponibilidad de agua en las raíces en las capas más superficiales, que es donde necesitan el agua estos cultivos. Un caudal mayor significa una aplicación más rápida del agua y por lo tanto una percolación más rápida hacia las capas profundas, lo que supone una aplicación de agua que las raíces no aprovechan.
Un caudal bajo también evita la saturación del suelo, y por lo tanto conseguimos un suelo más aireado con mayor presencia de oxígeno.